sábado, 18 de febrero de 2012

FIC XC


  90. Cuando el amor no es suficiente.


Sergio Ramos esta preparando el desayuno cuando Alicia aparece gritando.

    - ¡Buenos díaaas!
    - ¿Qué haces despierta? – la mira con la puerta del frigorífico abierta.
    - Desayunar contigo – se sienta en el taburete-, cierra la puerta.
    -  Hasta la tarde no tienes clase y deberías seguir durmiendo un poco más – saca la leche del microondas.
    - No tengo sueño y hoy hago de niñera – se levanta a coger las galletas del armario.
    - Para un día que puedes descansar y no lo haces
    - Mi hermana me ha pedido si puedo cuidar a Paris hasta la hora de comer y le he dicho que sí - se vuelve a sentar en el mismo taburete.
    - ¿Y la guardería?
    - Pues yo que se.
    - ¿Qué te has guardado en el bolsillo? – se sienta junto a ella.
    - Un sobre que he cogido del bolso.
    - ¿De qué?
    - Me lo dieron ayer en la uni y no lo había leído.
    - ¿Y qué pone?
    - Nada cosas de la uni.
    - ¿Es algo malo? Estas seria – la mira.
    - Estoy bien – le da un sorbo al vaso que contiene zumo.
    - Dime que pone en la carta.
    - ¿Estas seguro? – Lo mira seria.
    - Sí – le devuelve la mirada preocupado.

Alicia saca del bolsillo  derecho de la chaqueta el sobre y suavemente lo desliza, hacia Sergio, sobre la encimera.

    - ¿Qué es?
    - Léelo – le dice sin mirarlo a la cara.

Sergio lee a quien pertenece el sobre, mira a Alicia, que bebe zumo con la mirada perdida, traga saliva y saca el folio del sobre. Lo lee y rápidamente dice.

    - Yo no, no quería – la mira – lo siento – termina tras captar su mirada.
    - Sí querías.
    - No.
    - Sí Sergio, sí querías.
    - No, lo único que quería era que no te fueras, no sin que por lo menos lo arreglara con el club y tener uno allí.
    - ¿Qué? ¿Cómo? Espera – lo mira - ¿Estabas dispuesto a dejar España por mi?
    - Sí.
    - ¿Tu Familia? ¿Tus amigos? ¿Madrid? ¿El Real Madrid?
    - Sí, sí, sí y mil veces sí – la agarra las manos-. Siento haberte estropeado la beca.
    - Gracias – lo abraza fuerte.
    - ¿Te fastidio una entrevista y me das las gracias? – dice estupefacto sin dejar de abrazarla.
    - No sabía como hacer para que no me la concedieran sin parecer que quería tirar mi carrera por la borda.
    - En el hospital estabas tan convencida y tan distante a mí…que sabía que si te ibas te perdía.
    - No es solo eso, es todo. La carta, tú actitud, las llamadas…todo.
    - No quería perderte y cuando te vi feliz en Las Rozas me di cuenta que tenia que hacer algo.
    - No estaba feliz, llegué feliz y cuando Álvaro me dijo que estabas con Lara cambie mi actitud para no parecer débil.
    - Tenía la sensación de que te dolía pero tu actitud era como si no hubiera pasado nada.
    - Ese era el objetivo -  sonríe y le da un beso en la boca.
    - Menos mal – suspira sonriendo.
    - Termina de desayunar y a entrenar.
    - Y tú a dormir – le da un beso en la mejilla.
    - Em…no – sonríe ella.
    - ¿Vas a coger el coche?
    - No, voy en bus, metro o taxi lo que pille primero.
    - Te llevo y después del entreno te paso a buscar por casa de tu hermana y comemos juntos.
    - ¿Cómo que la casa de mi hermana?
    - Prácticamente la paga ella con su nuevo trabajo.
    - Entonces ya no tengo casa, tendré que buscarme una.
    - Que tonta eres, esta es tu casa. Voy a ponerte en el buzón – coge un bolígrafo de un cajón y sale corriendo con dirección a la entrada de la casa.

A los 5 minutos Sergio vuelve a entrar a la cocina y observa a Alicia desayunar tranquilamente.

    - Podrías haberme avisado de que no me seguías.
    - Dile a José que no te haga correr hoy – se ríe.
    - Encima ríete – le tira una galleta.
    - No tires la comida – le devuelve la galleta.

Mientras Alicia termina de arreglarse Sergio pasea a Odie y ponen rumbo al piso del centro de la ciudad. Mientras que Gonzalo, antes de ir al entrenamiento, pasa por casa de Male.

    - ¿Por qué tardaste en abrir? – La observa irse a la habitación.

 Al no recibir respuesta la sigue hasta la habitación donde se la encuentra tirada en la cama.

    - ¿Te encuentras bien? – se sienta en la cama junto a ella.
    - No sé, dímelo tú – sigue sin mirar a Gonzalo.
    - ¿Qué te pasa? – posa su mano sobre la pierna cubierta por la manta.
    - ¿De verdad no lo sabes? – voltea la cara para mirarlo.
    - No.
    - Pues no hay que irse muy lejos.
    - ¿Estás así por lo que paso ayer? Es tu culpa, te fuiste sin decirme el por qué.
    - ¿Mi culpa? Si me llega a pasar algo tú ni te enteras.
    - No exageres.
    - No exagero y no, no es por eso.
    - ¿Entonces por qué? ¿Qué es lo que he hecho para que te pongas así?
    - Déjalo ya, ¿vale?  Estoy cansada y no quiero discutir.
    - ¿De que estás cansada? Si no haces nada.
    - Precisamente por eso - se levanta bruscamente de la cama para dirigirse al baño.

Gonzalo va a la cocina a esperar a que salga. Una vez sale, ya cambiada y con la chaqueta puesta, con una simple frase sale de casa.

    - Ya que no te quieres curar y no me necesitas me voy a continuar con mi vida.
    - Te llevo – dice metiéndose un trozo de croissant a la boca-. ¿Vas a la escuela? – sale tras ella.
    - No, así que da igual.
    - Da igual, te llevo.
    - No hace falta, vete a entrenar – dice cabreada.
    - Tengo tiempo, ¿adónde vas?
    - A la escuela de arte.
    - ¿A la que fuiste el otro día?
    - Si.

Llegan al destino de Male y mientras sale del coche Gonzalo le dice que comerá en la ciudad deportiva, Male enfadada, pone rumbo a hacer sus cosas.

Los jugadores terminan el entrenamiento y un Di María empanado y sin nada que hacer intenta  convencer a sus compañeros para que vayan a comer con él.

    - Venga va tíos, ¿nadie quiere comer conmigo?
    - No es que no queramos es que nos vamos con Sergio a comer por donde la universidad con Alicia.
    - ¿Qué te has tomado Chori? – Dice Sergio saliendo de la ducha.
    - ¡Ha sido idea del Pirata! – lo señala.
    - Yo he quedado con Lari que no tiene clase y me ha pedido si podemos ir a visitar a Alicia y comer con ella y me imagino que tú comerás con ella – explica mirando a Sergio.
    - Tranqui, tranqui – sonríe – por mi no hay problema.
    - Perfecto – dice Raúl - ¿quién mas se apunta? – Mira al resto de sus compañeros.
    - Ya si eso vamos con los del Castilla – ironiza Sergio.
    - Hombre no, eso seria llamar mucho la atención.

Todo el vestuario se le queda mirando para continuamente tirarle lo que tienen a mano: toallas, camisetas, pantalones, los envases de los refrescos…

    - ¡Eh! ¿Qué os he hecho para que me ataquéis así? – Los mira como si no hubiera pasado nada-. Yo ya estoy, ¿quién se viene a comer con estas dos parejas babosas?
    - Anda vamos aguanta velas – le dice Esteban pasándole el brazo por los hombros.
    - De aguanta velas nada – le amenaza con el dedo.
    - Uh que no – se ríe Esteban.
    -  Parece que me va a tocar hacer de niñero – dice Sergio mirando como ambos salen del vestuario - ¿se viene alguien? – gira la cara hacia el resto de sus compañeros.
    - Venga va, voy yo, no me apetece comer solo – dice Pedro.
    - Ángel vete con ellos, ¿no has dicho que no tenias nada que hacer? – le aconseja Xabi.
    - No me apetece ir llamando la atención por la universidad pública.
    - No vamos a comer cerca de la universidad – le aclara Sergio.
    - A estas horas están todos muy estresados para fijarse en quien hay por el campus – añade Esteban desde la puerta-. Qué, arrancamos o segamos.

Sergio Ramos, Pedro León, Esteban Granero, Ángel Di María y Raúl Albiol salen rumbo a sus coches siendo observados por el resto de sus compañeros.

    - ¿Quién llegará mañana despotricando del resto? – pregunta Cristiano.
    - Apuesto a que Sergio – dice convencido Gonzalo.
    - Yo tiro mas por Ángelito – dice Mesut muy convencido.
    - Estoy con Mesut – ratifica Xabi – la que le ha caído.
    - Pues yo tiro por el Chori – dice Karim.
    - Yo tiro por el mismo lado que Pipita, seguro que Sergio acaba hasta las narices de todos – dice Pepe.
    - A todo esto, Gonza, ¿tú no vas con ellos y con Male? – pregunta Marcelo.
    - No, hoy como aquí. Me voy a quedar un rato en el gimnasio.
    - Lo que tienes que hacer es reposo – le pide Iker poniéndose la chaqueta-. Bueno jóvenes, nos vemos mañana.


Esteban y Sergio tienen que ir a buscar a Larissa y Alicia, respectivamente, así que quedan dentro de una hora en el restaurante que hay dos calles mas atrás de la universidad.

Los últimos en llegar son Esteban y Larissa. Se saludan y a pesar de las quejas de Larissa y Alicia por el restaurante los cinco consiguen convencerlas.

Los chicos hacen lo habitual cada vez que desayunan, comen, meriendan o cenan juntos, el idiota. Larissa y Alicia entre Esteban y Sergio conversan mas tranquilas.

Al terminar de comer, por voluntad propia, deciden acompañar a Sergio y a Alicia hasta la universidad.

    - ¿Estáis seguros? – Pregunta Sergio-. Vamos paseando – añade sin soltarle la mano a Alicia.
    - Por mi no hay problema, no tengo nada que hacer – dice Raúl yendo al lado de Alicia y agarrándola de la mano libre.
    - No soy una niña pequeña – ríe Alicia mirándolo y elevando el brazo sin soltar la mano de Raúl.
    - Hay que llevarte a clase como los niños pequeños – la estira del brazo para que se ponga a andar.
    - Si papi.
    - He pues no te rías que de aquí soy el mas mayor.
    - Al asilo – dice Ángel dándole una patada en el culo.
    - ¿Chori me devuelves a mi chica?  - dice Sergio mirándolos desde atrás.
    - No.
    - Anda vamos – dice Pedro pasándole el brazo por encima de los hombros.