sábado, 21 de enero de 2012

FIC LXXXIX



 89. Amistades peligrosas.


Después de tomar algo todos juntos ponen rumbo a clase que nada mas entrar Francisco, el profesor, les pide los trabajos que han realizado para participar en el concurso.

    - ¿Cómo? – Dice Macarena yendo a sentarse a su sitio-, ¿no había tiempo hasta el lunes?
    - Sí, pero si los entregamos todos a la vez y antes de tiempo mejor para vosotros.
    - Pues yo aún no lo tengo terminado.
    - Ni yo – dice Santiago y Alicia a la vez, que se miran y se ponen a reír.
    - ¿Quién mas no lo ha terminado?

Todos empiezan a mirarse unos a otros y a levantar la mano así que Francisco decide darles la tarde libre para que terminen sus trabajos.

    - Mañana todos con el trabajo aquí, que para eso os doy el día libre.
    - Sí – dicen todos a la vez.
    - El que no lo traiga me ordenara el archivador.

Alicia llama a Sergio para avisarle de que no tiene clase y mientras espera a que llegue se va con Macarena y Nicole a la cafetería de la universidad.

    - ¿Tenéis alguna idea para el trabajo? – Pregunta Nicole.
    - Sí, pero no os lo voy a decir no vaya a ser que os copiéis – ríe Macarena.
    - ¿Y tú Ali?
    - Si Sergio me consigue una cosa sí sino tendré que pensar otra cosa.
    - Sea lo que sea seguro que esta genial – dice Macarena.
    - Lo intentaré – sonríe-, ¿y tú? – mira a Nicole.
    - Me falta la teoría – posa la cabeza sobre sus brazos que a su vez los apoya sobre la mesa.
    - Tendrás que remover esa cabecita – le dice dándole un suave golpe sobre esta-. ¿No lo coges? – dice a continuación mirando el móvil de Alicia.
    - Eso es que no puede entrar, así qué, me voy. Nos vemos mañana guapas – se despide dándole dos besos a cada una.

Alicia llega al lugar donde Sergio esta parado y ponen rumbo a la ciudad deportiva.

    - ¿Me vas ha decir para que quieres hacer fotos a los infantiles que están entrenando?
    - Para el trabajo.
    - ¿No te servimos nosotros? – Sonríe.
    - Si paso, puede – le devuelve la sonrisa.
    - ¿Cómo que si pasas? ¡Claro que vas a pasar!
    - Eso espero – cruza los dedos-. ¿Si pido permiso a los padres me dejaran hacer las fotos?
    - No creo que se nieguen – la mira sonriente.
    - Menos si estas tú delante.
    - Mira que eres mala – voltea la cara para mirarla.

Nada más llegar a la ciudad deportiva, cogidos de la mano, van directamente al campo donde los más pequeños hacen un pequeño entrenamiento.

Después de que los niños se hicieran fotos con Sergio y Alicia lo convenza para ir ha hablar con Soledad, con permiso de los padres, se pone a fotografiarlos a los niños mientras que Sergio se dirige a la zona de oficinas.

    - ¿Tu novia te ha cambiado por otro?
    - No tengo que darte explicaciones.
    - Yo no soy segundo plato de nadie.
    - Tranquila que conmigo no lo serás. Ni el segundo ni el primero.
    - Ya lo fui.
    - ¿Perdona? – La mira incrédulo-. ¿Alguna vez hemos estado juntos?
    - ¿Ya no lo recuerdas? – dice asombrada.
    - ¿Recordar qué? ¿Qué te ayude en la gira cuando empezaste y no sabías como relacionarte con nosotros?
    - Para que has venido – dice seria.
    - Esta mañana querías hablar conmigo.
    - Ahora no puedo, tengo que trabajar en otros asuntos.
    - Vamos a ir a ver a Marquitos, ¿necesitas que le diga algo a sus padres?
    - Ahora mismo lo único que necesito saber si el niño…
    - Marquitos – le rectifica rápidamente Sergio.
    - Si Marquitos –pone énfasis al decir el nombre del niño – quiere que Alicia participe.
    - Mañana si te veo te lo comunico.
    - No – dice rápidamente con un tono de voz algo alto-. No puedo esperar a mañana – dice mas tranquila-, en cuanto sepas algo me lo comunicas.

Cuando Alicia termina de hacer las fotografías, un poco distraída por Sergio que no deja de enrabietarla, ponen rumbo a casa de Marta para ver a Marquitos.


Mesut se encuentra junto a Sami terminando, por hoy, las clases de español que tantos ajetreos de cabeza le da-. ¿Cómo le puede costar tan poco a Sami? – Piensa mientras el profesor no deja de hablar – no me entero de nada, aprendo mas con las tonterías que dicen en el vestuario que aquí con libros y puñetas. Anda mira ya si hasta me salen algunas palabras en español – esboza una sonrisa solo.

    - ¿Mesut de que te ríes? – Le pregunta Sami, ya de pie, haciendo que su fiel amigo salga del trance.
    - No de nada – se incorpora-. ¿Adónde vas? – lo mira ponerse el abrigo.
    - A la tienda de decoración, ¿te vienes con nosotros?
    - No, he quedado con mi padre que no sé que me quiere contar.
    - Como quieras, algo ya sabes donde encontrarme – le enseña el móvil.

En cuanto Sami sale por la puerta con Kathrin y el profesor, de ambos, Mesut sube al piso de arriba, se mete a su habitación y observa la puerta del baño. Decide darse una ducha, antes de que su padre llegue, e intentar relajarse.

    - ¿Qué querrá este hombre? Luego dice que estoy todo el día fuera de casa, si me saca él como no lo voy a estar. Para un día que me apetecía quedarme en casa va y me quiere presentar a no sé quien – dice para si mismo pero en voz alta mientras el agua templada recorre su suave cabello, su cara, sus hombros, su torso y sus piernas hasta llegar a los pies.


Después de pasarse por la tienda de decoración y quedar en que Natasha y su equipo se pasaran a lo largo de la próxima semana por su casa Sami y Kathrin deciden ir a cenar a un restaurante.

Allí se encuentran a Esteban junto a Larissa. Sami sabe que tienen que hablar así que rápidamente pasan por su mesa para saludarlos.

    - Me alegro de que estemos juntos – la agarra de la mano.
    - ¿Crees que funcionará?
    - No es el momento de preguntarnos eso, sino de intentarlo. Solo nosotros dos.
    - Y tus viajes.
    - Lari…
    - Esta bien ya no pienso más en eso.
    - Solos tú y yo.


Mesut baja al salón ya listo para salir a donde quiera que su padre lo quiera llevar.

Lo primero que divisa es a su hermano muy serio y apoyado en el umbral de la puerta.

    - ¿Qué pasa? – Le susurra al llegar a su altura.
    - Compruébalo tú mismo – indica hacia el sofá con la cabeza.
    - Mesut, hijo – se levanta Mustafa con una sonrisa de oreja a oreja.
    - ¿Quién son ellos tres? – le susurra en alemán con una sonrisa partida.
    - ¿No te acuerdas de Eylem Polatkan? – señala a una chica con el pelo moreno, largo y rizado. Bastante guapa. Sentada en el sofá junto a una señora y un hombre.
    - No – la mira.
    - Yo tampoco me acuerdo de ti así qué en paz – interrumpe ella.
    - Eylem no seas maleducada – dice la mujer posándole la mano sobre la rodilla. Ella le responde poniendo los ojos en blanco.
    - Hola – la saluda a ella con una sonrisa.
    - Hola – contesta ella aceptándole la mano-, ellos son Inci y Tarkan mis padres.
    - Encantado – los saluda ofreciéndole la mano.
    - ¿Es como dicen? – pregunta Tarkan. El padre.
    - ¿Qué quiere decir? – se sienta-. ¿A qué se refiere?
    - Tú equipo. ¿Es como lo pinta la prensa?

A Mesut enseguida se le borra la sonrisa de la cara. Su hermano, al darse cuenta, lo ayuda para sacarlo de esa situación tan incomoda para él.

    - Dejemos de hablar de trabajo, ¿nos vamos a cenar?
    - Sí, será mejor que no lleguemos tarde – se levanta Mustafa.

Durante la cena ninguno de los dos entiende nada, lo único que saben, y bajo sospecha, es que sus padres pretenden juntarlos para que se casen.


Alicia y Sergio llegan a casa, a la de la Moraleja, después de pasar por un supermercado y la nueva casa a por algunas cosas que a Alicia le faltaban.

    - Vale que tengas prisa por hacer el trabajo pero cena despacio por favor.
    - Estoy cenando normal – levanta la vista para mirarlo.
    - Que te quedes aquí hoy y sea para hacer un trabajo…- va bajando la voz y termina con un suspiro.
    - Tú has querido que venga aquí.
    - Así no te distraes montando la impresora antes de hacer el trabajo.
    - Chico que no se tarda tanto en enchufarla.
    - Pero esta tiene mas calidad – le saca la lengua.
    - ¿Estás diciendo que mis fotos son malas? – lo mira de tal forma que Sergio se siente acusado.
    - Yo no he dicho eso, he dicho que con esta se vera mejor lo buena fotógrafa que eres – termina con un beso en la mejilla.
    - Si, si… Intenta arreglarlo ahora.

Terminan de cenar y mientras Sergio recoge la mesa Alicia se dirige al despacho para terminar el trabajo para el concurso.


Después de haber cenado todos juntos Mustafa acompaña a los señores Polatkan al hotel mientras Mesut, Mutlu y Eylem van a una discoteca.

Mesut se niega pero su padre le pide, le ordena, que vaya con Eylem para que se divierta. Quiere estar tranquilo. Ir a un lugar donde Eylem pueda divertirse sin tener que estar tan pendiente de ella. A pesar de que es mayor no sabe el idioma y es un lugar nuevo para ella.

Llegan a la discoteca a la que siempre va, solo o con sus compañeros, donde se encuentra con Gonzalo y Male y Álvaro y Carlota.

    - Gonza deberías estar en casa descansando – le aconseja Mesut.
    - Eso mismo le he dicho yo pero no quiere – dice Male de brazos cruzados.
    - Estoy bien, puedo hacer de todo – dice dando vueltas sobre si mismo – y el lunes jugaré contra los culerdos esos.
    - Haz lo que quieras es tu carrera, yo me voy a mi casa - se retira Male al terminar la frase.
    - Male – grita – adiós chicos – los mira a los tres-. ¡Espera Male! – grita a la vez que camina hacia ella.
    - Como esta el panorama – los observa Álvaro.
    - Bueno chicos, que me están esperando. Nos vemos mañana.

Le da dos besos a Carlota, le da la mano a Álvaro y se dirige a la zona reservada para ellos.

Coge una copa y tranquilamente se sienta, al no ver a Eylem le pregunta a su amigo Ümit.

    - Esta con la gente normal.
    - Tú también eres normal – le contesta a la vez que se dirige a la puerta.

Se apoya en la barandilla que hay y la busca con la mirada.

    - ¿Qué hace está tía zorreando?
    - ¿Te molesta? – le pregunta Ümit.
    - No, pero pensé que al ver a sus padres tan serios y no conocer el español.
    - Si lo habla mejor que tú – se ríe su amigo.
    - ¿Enserio? – Lo mira-. Bueno pues como no tiene ningún problema con nadie me voy a casa.
    - ¿Qué vas a hacer cuando tu padre te vea a estas horas allí?  - lo sujeta del brazo.
    - Decirle que estaba cansada y la he llevado a su hotel.
    - ¿Y si llama a sus padres para preguntar cómo lo ha pasado?
    - ¡Joder! – Maldice en español.
    - Hay que pensarlo todo amigo mío – le pasa el brazo por los hombros.
    - Pues habrá que esperar a que deje de zorrear – suspira.


Sergio entra al despacho para pedirle a Alicia que deje de trabajar y se acueste ya.

    - Cariño por favor déjalo ya – le quita los folios que sujeta Alicia-. Te va a hacer daño estar tanto rato enfrente del ordenador.
    - Ya termino, solo me queda pasar esto – quitándole el folio que anteriormente Sergio le había quitado – a esta foto - mostrándosela.
    - Termínalo mañana por la mañana que no tienes clase.
    - No tengo pero tengo que ir, además termino ya.
    -¿Segura que acabas ya? – le pregunta mientras coge el resto de fotografías para verlas y leerlas.
    - Síííí.
    - Cómo no pases – deja las fotografías encima del escritorio - vamos…me los cargo a todos – termina la frase dándole un beso en el cuello.
    - No me distraigas – deja de escribir, lo mira y él le da un beso en la boca.
    - No lo hago – sonríe.
    - ¿Has llamado a Sole? – le pregunta viendo como se sienta en la silla.
    - No – coge el portátil de Alicia y coloca los pies encima de la mesa.
    - Te ha dicho que la llames nada mas saber que quiere Marquitos – se levanta a coger un sobre de la carpeta.
    - Tengo la esperanza de que diga que sí.
    - Mientras Marta no quiera seguirá siendo así. Así qué llámala.
    - ¿Cómo sabes que es Marta quien no lo deja estar contigo?
    - Kevin – lo mira triste.
    - No te preocupes cariño –  deja el portátil en el escritorio y la agarra del brazo para que se siente encima suyo – todo se arreglara – le dice al oído y terminando con un beso detrás de la oreja.
    - Ojalá pudiéramos quedarnos así para toda la vida – pasa sus brazos alrededor del cuello de Sergio.
    - Ojalá – la agarra fuerte de la cintura – pero tú tienes un trabajo que terminar. Cuanto antes lo termines antes nos iremos a dormir y olvidarnos de todo menos de nosotros tres.


Mesut continúa sentado en el sofá del reservado esperando a que Eylem se canse de hacer lo que quiera que este haciendo.

Cuando menos se lo espera aparece sentada a su lado y con los zapatos en la mano.
 
    - Que dolor de pies – los deja encima de la pequeña mesa.
    - ¿Desde cuando hablas español? – le pregunta en turco.
    - Paso mis veranos en Ibiza y Mallorca y…. – se queda pensando – me he enrollado con varios españoles. Así que decidí aprenderlo.
    - Tus padres no saben lo que haces, ¿verdad? – la mira.
    - No. Y espero que no lo sepan – lo amenaza con el dedo.
    - Tranqui – le dice en español sonriendo.
    - Pensaba que eras más animado.
    - Cuando mi padre no esta.
    - Te entiendo.

Se quedan hablando largo y tendido, sin beber tanto alcohol, riéndose. Conociéndose. Para que sus padres estén contentos.

viernes, 13 de enero de 2012

NOTA



Siento, de nuevo, la tardanza. 

Espero que como máximo en una semana haya nuevo capitulo y no tardar tanto en los próximos.

Ya sé que ya lo dije, y un montón de veces, pero cuando la mente se niega a que las palabras se unan... y la vaguería se apodera de mi. Hay que hacerles caso.

Lo siento.




Sön PL
Muchas gracias.♥