jueves, 29 de diciembre de 2011

FIC LXXXVIII

 
88. Indiferencia.


Sergio y Alicia se terminan de arreglar y después de dejar a Paris en la guardería cantando, hablando y riendo ponen rumbo a la universidad.

    - No deberías ir a clase.
    - ¿Vas a ir tú por mi? Por que si es así me vuelvo a casa a dormir – dice en tono divertido.
    - Em... creo que eso te lo dejo a ti – le devuelve la sonrisa.
    - Ya estamos – dice apenado a la vez que aparca – te pasaré a buscar cuando acabes las clases.
    - Si puedes sí sino no pasa nada ya me cogeré el bus.
    - Claro que puedo tengo la tarde libre.
    - ¿Y la presentación del partido?
    - Es después del entrenamiento, luego tengo la comida con el equipo y ya libre toda la tarde.
    - Trabajas menos que la chaqueta de un guardia civil – se ríe.
    - Como si tú hicieras mucho.
    - Pues mira por lo menos hasta las 7 de la tarde no salgo de aquí y son las… - mira el reloj – las 8 de la mañana.
    - Ya lo sé tonta – se acerca a ella para besarla en la mejilla.
    - ¿Sabes? – Pasa sus brazos alrededor del cuello de Sergio-, no te he dicho lo guapo que estas.
    - No más que tú – la rodea con los brazos por la cintura.
    - Si voy normal.
    - Por eso lo digo estas preciosa como siempre – le da un beso en la boca.
    - No es por nada – le muerde el labio – pero la gente mira.
    - Si quieren les doy una foto – se ríe.
    - Que tonto eres – le da un beso en los labios-. Bueno, una que se va – dice a la vez que coge la carpeta y el bolso del asiento trasero.
    - Nooo, volvamos a casa y nos tumbamos en la cama, abrazaditos y tapados mientras vemos una peli – dice con ojitos a la vez que la abraza por la cintura otra vez.
    - Me gusta el plan pero mejor lo dejamos para por la noche
    - No hagas movimientos bruscos.
    - Cariño solo voy a clase no a descargar camiones – sonríe.
    - Esta bien pero os cuidáis  - coloca la mano izquierda en la tripa de Alicia – pequeña vigila que mami no se estrese mucho - dice con dirección el vientre.
    - Me encanta la dulzura con la que hablas cada vez que te diriges a….ella – le dice al oído con la mano izquierda rodeando su cuello y la mano derecha sobre su mano que aun esta sobre el vientre.
    - Venga que al final vas a llegar tarde – dice dándole un beso en la boca y sentándose bien en su asiento.
    - Nos vemos por la tarde – dice ella mirándolo – te quiero – le dice a la vez que le da un pequeño y dulce beso en la mejilla.
    - Recuerda que tienes que cambiar la dirección – la observa salir del coche.
    - Menos mal que te tengo a ti – lo mira – si no me lo recuerdas ni me acuerdo.
    - Lo sé, por eso lo he hecho – sonríe.
    - ¿Pongo la tuya o la mía? – dice con voz picarona y levantando las cejas.
    - La que quieras – se ríe.
    - Pues apúntame la mía que no me la se.
    - Que desastre eres a veces – dice mientras Alicia rompe un folio-. Trae – dice y sonríe a la vez que coge un bolígrafo de la guantera.
    -  Que haría yo sin ti – dice a la vez que le da un beso en la mejilla mientras Sergio escribe.
    - Anda, anda tira cabeza loca – le entrega el papel sonriente.

Alicia se dirige a su primera clase mientras que Sergio pone rumbo a la ciudad deportiva del Real Madrid. Es muy temprano y allí solo están el míster, el cuerpo tecnico y algún jugador más, después de cambiarse va al salón-cafetería a pasar el rato.

    - ¡Qué madrugador! – Dice Carvalho nada más verlo entrar.
    - Si te ve el míster creerá que esta soñando – dice Cristiano desde la mesa en la cual se esta preparando un café – a este momento hay que hacerle una foto – dice sacando el móvil del bolsillo.
    - No bromees – dice sentándose junto a Ricardo.
    - Va una foto – dice dejando la taza en la mesa – ven Ricky.
    - Yo no soy un chiquillo para esas cosas.
    - Si es solo una foto – poniéndose entre los dos – como si no te hubieran echo fotos.
    - Pero no la cuelgues en internet – se arrima a ellos.
    - Sacar la lengua.

Cristiano hace la foto, se sienta enfrente de Sergio y dice.

    - La voy a colgar por algún lado de por aquí como hace Esteban, así ven que Sergio sabe madrugar – se ríe.
    - Dejarlo ya que tengo sueño – dice apoyando la cabeza en la mesa.
    - ¿Cómo es que has madrugado? – pregunta Carvalho.
    - ¿No que tú no eres un chiquillo para esas cosas? – pregunta sonriente levantando la cabeza.
    - Para internet no para chismes.
    - ¡Ese es mi Ricky!
    - No hay nada de chisme – se incorpora y se apoya en el respaldo de la silla – he llevado a Paris a la guardería y a Alicia a la universidad.
    - ¡Oh! Que tierno – dice Cristiano.
    - Esta entrenando para cuando sea padre – ríe Carvalho.
    - Mira que te hago otra vez lo de las botellas – lo amenaza.
    - Hazlo.
    - No, que estoy madurando.
    - Cierto – dice Cristiano con la taza en el borde de los labios – que te has quitado los pendientes – continua después de darle un sorbo al café.
    - Que cabrón eres – contesta Sergio sonriendo.
    - Lo dijiste tú, no me he inventado nada – ríe.
    - Lo sé – le da un toque al culo de la taza para intentar que se le derrame el café encima.
    - Cabrón – dice limpiándose la cara.
    - Donde las dan las toman.
    - Si querías mancharme no lo has conseguido.
    - ¿Ya estáis peleando? – Dice Mourinho entrando.
    - No míster, solo estamos bromeando – dice Cristiano y Sergio a la vez.
    - Aprender un poco de Ricardo, mirar que tranquilo esta ahí en medio de los dos – dice desde la mesa donde esta colocado todo.
    - Porque él no es un chiquillo – ríe Sergio.
    - ¡Eah! – dice Cristiano chocándole la mano.
    - Sergio me alegro de verte tan temprano por aquí – dice a la vez que se sienta junto a ellos.

Sergio lo mira y asiente con la cabeza a la vez que sonríe.

    - Míster vete acostumbrado – dice Cristiano.
    - ¿Por qué?
    - Porque Alicia lo usara de chofer – explica sin dejar de reírse.
    - Eso no es cierto, hoy la he llevado porque no ha pasado buena noche.
    - ¿Cómo a quedado lo de la beca? – se interesa Mourinho.
    - Todo solucionado pero aún no sabe nada, no hemos podido hablar de ese asunto.
    - Que no se enfade contigo – le pone la mano sobre el hombro-. Cuando estéis todos vais a la sala – les pide levantándose.
    - ¿Toca charla larga? – pregunta Cristiano.
    - Depende como os portéis – dice desde la puerta dejando pasar a Mesut y Sami – hola chicos.
    - Hola míster – dicen ellos a la vez.
    - A las 10 cuando estéis todos os quiero en la sala – les vuelve a pedir.
    - ¿Otra charla larga? – pregunta Mesut cogiendo un café.
    - Si.
    - Creo que vamos a tener charlas largas hasta que ganemos a las ratas esas – dice Cristiano apretando el puño.
    - Entonces las charlas acabaran el lunes cuando los machaquemos en su casa – dice Mesut contagiado por la rabia de Cristiano a la vez que se sienta junto a ellos.
    - ¡Esa es la actitud! – dice Arbeloa desde la mesa.
    - ¿Cuándo has entrado? – Pregunta Mesut.
    - Después de vosotros, aún estaba el míster en la puerta.
    - Y ahora empiezan a entrar todos en avalancha – dice Cristiano ver entrar a Marcelo, Pepe, Karim y Esteban.
    - Noto un aroma que nunca esta aquí a estas horas – dice Marcelo-. ¿Quién ha cambiado de colonia?
    - Es Sergio – lo señala Carvalho.
    - Que está pero no está – dice Esteban pasando por detrás de él.
    - ¿Alguno sabe si el míster quiere que viaje Ali con nosotros a Barcelona?
    - No sé lo que tiene en mente el míster pero a mi no me importaría que venga – confiesa Marcelo.
    - No, no viajara con nosotros – dice levantándose muy serio.
    - ¿Qué bicho le ha picado? – pregunta Iker desde la puerta después de habérselo cruzado.
    - Ha sido nombrar a Alicia y ponerse así – explica Karim.
    - ¿Han vuelto a pelear? – hace Esteban la pregunta que todos piensan.
    - No, si estaba feliz de tenerla otra vez en casa – contesta Carvalho.
    - Ya hablo yo con él – se levanta Cristiano.
    - ¿Alguno ha visto a Gonzalo? – Pregunta Mesut a Kaká, Pedro y Canales que entran.
    - Iba al gimnasio con Fer – le responde Kaká.
    - Gracias – va hacia la puerta.
    - Que es donde tenéis que ir vosotros – le dice Aitor desde la puerta a Kaká y a Sami.
    - ¿No me puedo terminar el café? – le pide Sami.
    - No.
    - A pringar se ha dicho – les dice Álvaro.
    - No te rías mucho que en un rato vas tú – dice Aitor – tú y todos.
    - ¿Has encontrado a Gonzalo? - le pregunta Pedro a Mesut que vuelve a entrar.
    - Sí – contesta él sentándose en el miso lugar de antes.
    - ¿Entonces? – pregunta Álvaro.
    - Luego hablaremos.

Todos continúan hablando hasta que sea la hora de la charla y el entrenamiento.


En el día de hoy a Soledad le toca trabar en la ciudad deportiva y va en busca de la persona que será imagen de la fundación que esta bajo sus manos.

Después de buscar por toda la ciudad y no encontrar a quien busca se da por vencida hasta que recuerda la zona la cual no puede entrar nadie sin permiso.

Busca al máximo responsable de la primera plantilla, José Mourinho. De camino a la zona del primer equipo se encuentra con otro de los responsables junto a dos de los futbolistas,

    - Señor Karanka – los detiene.
    - ¿Sí?
    - ¿Sabe donde puedo encontrar a...?
    - Casi todos los jugadores están en la sala – señala hacia la puerta – si no esta quien buscas alguno lo sabrá.
    - Gracias.

Soledad sabe que en esa sala donde están los futbolistas puede encontrarse con Mesut pero tiene que seguir trabajando.

Con prudencia entra a la sala, disimuladamente busca a Mesut con la mirada. Lo ve tranquilo y riendo con sus compañeros.

    - ¿Necesitas algo? – pregunta Albiol sacándole del trance.
    - Eh…si perdón.
    - Nada – sonríe - ¿buscas a alguien?
    - A Sergio Ramos – dice sin quitar la vista de Mesut.
    - ¿Sabéis donde esta Sergio? – pregunta al resto de los chicos.
    - ¿A cual? – pregunta Mesut girando la cabeza y viendo a Soledad sin estremecerse.
    - Ramos.
    - Estará fuera con Cristiano – dice Carvalho.
    - Busca por la zona de los vestuarios – le aconseja Raúl.
    - Gracias – le sonríe.

Soledad echa un último vistazo al indiferente Mesut y se dirige a la zona de vestuarios, donde en la puerta, apoyado en la pared, encuentra a Sergio Ramos rodeado por Cristiano Ronaldo, José Mourinho y un hombre bajito y con poco pelo que no puede reconocer.

    - Ella nos pidió por favor si podía ir para hacer unas fotos para un trabajo de la universidad – dice el hombre bajito – y sabes que si un familiar de uno de vosotros, sea de la categoría que sea, necesita ayuda le ayudamos ¿por qué es de tú familia no?
    - Por supuesto – contesta Sergio rápidamente.
    - Si por mí fuera no iría – dice José
    - José sabes que no va a molestar a los chicos.
    - Lo sé Miguel pero no es eso lo que me preocupa si no lo que han contado Sergio y Cristiano.
    - No permitiremos que le hagan daño – jura Cristiano posando la mano sobre el hombro de su amigo.
    - ¿No hay otra opción? – Pregunta Sergio con cara de esperanza.
    - No. Se que no quieres que le pase nada y tú la conoces mejor que yo pero la conozco un poco de mi tiempo en el Real Zaragoza y si no dejas que haga ese viaje para hacer esas fotografías será peor.
    - Lo sé – dice volviendo la cara y  viendo a Soledad quieta mirándolos.
    - Perdón – dice ella acercándose – necesito hablar con Sergio Ramos para la fundación.
    - Ahora no va a ser posible tenemos que empezar a entrenar – dice José mirando al resto de la plantilla que se acerca hacia ellos–. Cuando acabe el entrenamiento es todo tuyo.
    - No va a poder ser tengo otro compromiso – dice Sergio mirando a Soledad.
    - ¿Es mas importante para ti tú novia que unos niños? – dice Soledad con rabia.
    - Por eso que me importan los niños que no tienen nada en esta vida no puedo hablar contigo después del entrenamiento.

Todos los presentes observan como Sergio pone rumbo a la sala.

    - Y sí – se vuelve – mi novia me importa más que tú.
    - No se lo tomes en cuenta – dice Cristiano mirando hacia donde se ha ido Sergio.
    - Lo único que quiero es trabajar.
    - Él también – dice Mesut pasando por al lado de ella.
    - Déjalos que son tontos – le dice Raúl colocándose a su lado.
    - ¿Si no jugáis hoy en que tiene que trabajar?
    - Tiene que hacer el acto del partido benéfico – contesta Álvaro.
    - ¿Por qué no me lo ha dicho?
    - La verdad que ni idea, esta raro.
    - Lo siento señorita Holopainen pero tenemos que trabajar – dice Mourinho-. Intente hablar con Sergio mañana o más tarde.
    - Gracias.
    - Vamos chicos – se dirige al resto de chicos que están detrás de ella.

Soledad observa como todos se dirigen a una sala y vuelve al despacho que le ofrecieron hasta que terminase.


Todos los jugadores de la primera plantilla de fútbol, incluidos los lesionados, escuchan la charla del míster antes de saltar al terreno verde a entrenar.

    - ¿Míster cuando les ganemos se acabara el tener tantas charlas?
    - Cristiano, charlas tendremos las mismas.
    - Pues quedan cuatro días para el partido y aquí estamos – dice Álvaro.
    - ¿Queréis ganar o no?
    - ¡Sí! – contestan todos al unísono.

Continúan con la charla y posteriormente, excepto los cuatro jugadores lesionados; Sami, Gonzalo, Fernando y Kaká, todos saltan al césped para seguir preparando el próximo partido.


Alicia termina las primeras clases y le toca una hora libre que quiere aprovechar para adelantar otros trabajos. En el momento en el que esta recogiendo sus cosas Mari Carmen le pide que no se marche.

    - Por si no lo recuerda yo no hago todas las clases.
    - Sí, pero esta clase es para todos. Calla, siéntate y escucha.

Alicia acata la orden de la profesora y sentada, de brazos cruzados, espera a que empiece la clase.

Mari Carmen explica que a partir de ahora un jueves de cada mes recibirán la visita de un periodista profesional.

Tras una gran charla a la que Alicia ha prestado mucha atención realizan un ejercicio el cual, por parejas, tienen que entrevistarse el uno al otro.

Llega la hora de comer y lo hace sin tiempo pero con calma, una vez terminado va a secretaria para cambiar la dirección.

    - Tome – le dice entregando la hoja donde a escrito su nueva dirección.
    - Todo lo que te envíen a partir de ahora te llegara allí - le contesta con una sonrisa.
    - Gracias – le devuelve la sonrisa-, ¿el decano esta?
    - Sabes que sin cita no se puede hablar con él a no ser de que te haya llamado.
    - Lo sé, pero tenía que recibir una llamada de London Metropolitan University y no la he recibido.
    - El decano no te puede atender pero iba a ir a buscarte para entregarte esta carta – se la entrega.
    - Gracias.

Alicia se mete la carta en el bolso y continúa con sus clases.

1 comentario:

  1. Me encantaa!! por fin termine de leerla! espero que subas pronto otro capitulo! :) Mayra

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