92. Alarma roja.
Poco a poco van saliendo los pocos jugadores que quedan en la ciudad deportiva.
Los últimos en salir son los lesionados y los que han atendido a los medios de comunicación, bien sea en rueda de prensa o en entrevistas.
Al pisar la recepción para salir al parking y marcharse a casa, Estela, la recepcionista lo llama para entregarle un sobre.
- Señor Özil tome.
- ¿Qué es? – se acerca al mostrador.
- Son las cartas de los fans, solo queda el suyo.
- Gracias – lo coge-. ¿No te vas? – le pregunta a Gonzalo que esta apoyado en el mostrador abriendo su sobre.
- No, voy a quedarme. Quiero jugar el lunes.
- No creo que sea bueno que te machaques tanto.
- No me machaco, estoy con el fisio. Y voy a hacer todo lo posible para jugar ese partido, tengo que jugarlo.
- No hagas estupideces que puede ser peor. Nos vemos mañana.
- Mesut espera – lo frena Sami.
- Pensé que te habías ido – dice en alemán sujetando la puerta.
- Hasta mañana Pipita – pasa por detrás de él.
- Hasta mañana chicos – contesta apoyado en el mostrador rodeado de cartas observándolos.
- Venga – le mete prisa Mesut, aun sujetando la puerta.
- ¿Tiene planes?
- Como con mi padre, Eylem y sus padres – caminan tranquilos hacia sus coches.
- ¿Otra vez?
- No tengo nada que hacer y no creo que me muera por comer con ellos.
- ¿En serio vas a hacer caso a tus padres y te vas a casar con ella?
- ¿Estás loco? Como me voy a casar ahora y menos con ella.
- ¿Y por qué no le dices que no quieres?
- Si creen que estamos juntos se irán, nos dejaran en paz y podremos hacer lo que nos de la gana.
- ¿Y si te saca la prensa haciendo algo con alguien que no sea ella?
- Que quiera hacer lo que me de la gana no significa que vaya a ir a todas las discotecas de Madrid tirándome a todas – le guiña un ojo y se mete en su coche.
Sergio llega al pabellón donde Casandy esta jugando para recoger a Alicia e ir a comer con su hermana. Hasta llegar al sitio donde se encuentran tiene que pasar por un recorrido el cual le piden autógrafos y fotos. Encantado los atiende.
Suena el pitido final. Casandy se abraza a sus compañeras y entrenadores por la sufrida victoria. Antes de ducharse y cambiarse pasa a saludarlas.
- Esta chica tarda mucho – se queja Alicia.
- Deja de quejarte – posa Sergio los brazos encima de sus hombros.
- Tengo hambre – lo agarra de las manos.
- Ahora nos iremos.
- ¿No teméis que os fotografíen?
- No hacemos ni nada prohibido ni nada malo – contesta Sergio.
- ¿Qué hace el mangarrián este aquí? – dice Alicia mirando con dirección a la puerta.
- Me habrá seguido porque ha dicho en el vestuario que quería comer otra vez con nosotros.
- Le quiero mucho pero es un poco pesado.
- Pobre chico si esta solo en Madrid – dice Male.
- Ya están los babosos otra vez – se acerca a ellos.
- Chori por favor encuentra una novia – le pide Alicia.
- Lo que pasa es que os echo de menos – los abraza a los dos a la vez.
- Ejem – carraspea Male la garganta.
- A ti también – la abraza a ella también.
- Ya estoy – dice Casandy colocándose al lado de Male.
- Os presento – dice Alicia – Sergio, Casandy, Casandy, Sergio – los señala respectivamente.
- Encantado – le da Sergio dos besos.
- Igualmente – contesta algo tímida Casandy.
- ¿Hola? – Se queja Raúl-, soy Raúl y también estoy aquí.
- Soy Casandy – se presenta sonriente ofreciéndole la mano.
- Raúl, encantado – le da dos besos.
- Que cariñoso – mira Casandy a Male.
- Demasiado – lo mira Alicia.
- Y lo que te gusta – le contesta Raúl.
- Yo también estoy aquí – dice Sergio mirándolo.
- Tranquilo que tu novia esta a salvo.
- ¿Sois novios? – pregunta Casandy extrañada.
- Sí – contestan los dos muy sonrientes.
- ¿Pero no estabas con Özil?
- No – dice Alicia a la vez que niega con la cabeza y sonríe.
- Si os vi juntos en la escuela con su novio – señala a Male.
- Como amigos – aclara Alicia.
- Esto… ¿nos vamos a tomar algo? – propone Male.
En un restaurante de la capital de España se encuentra Iker Casillas junto a su novia, Sara, y amigos de la infancia. En medio de la comida Iker deja a sus acompañantes durante unos minutos para atender una llamada.
- Señor Casillas soy Adriana Méndez, le llamo para comunicarle que el lunes estaré en Madrid.
- Es fantástico pero el lunes yo no estaré en Madrid.
- Si tiene algún familiar que me pueda atender se lo agradecería. Solo necesito echar un vistazo y coger las medidas. Cuando usted pueda me dice que quiere que hagamos.
- Consulto con mi novia si puede y la llamo mas tarde.
- Inténtelo por favor o sino tendrá que esperar más tiempo y no me gustaría dejar de trabajar con usted.
- La llamo esta tarde.
Después de comer en el piso del centro de Madrid, Vanesa recoge la mesa, Alicia friega los platos y Sergio juega con Paris.
- ¿Cómo te va el trabajo? – pregunta Alicia a su hermana a la vez que coge los platos que Vanesa deja en la pequeña barra.
- Precisamente sobre eso os quería hablar.
- Te han echado – afirma Alicia.
- No, pero si no hago un viaje a Francia si que me echaran.
- ¿Y qué quieres? – pregunta Alicia secándose las manos.
- ¿Dinero? – añade Sergio.
- No, nada que ver. Necesito que os quedéis con Paris hasta el lunes.
- Por mi perfecto pero mañana a las 4 de la tarde entreno y hasta después del partido no venimos.
- ¿Cuándo te vas y a qué hora vuelves?
- A las 4 tengo que estar en el estudio y vuelvo el lunes antes de comer.
- Perfecto, yo me quedo con ella.
- Gracias – abraza a su hermana y la llena de besos-. ¿Os la lleváis a casa?
- Sí – sonríe Alicia.
- ¿No vas a venir al partido? – Sonríe Sergio.
- Si que voy, ¿no quieres que vaya o qué?
- La verdad es que no, por lo que te pasó.
- Por eso mismo viajaré el lunes por la tarde. Me irán a recoger a la estación.
- ¿Quién?
- No lo sé, creo que Zidane – se sienta junto a Sergio.
- De un ídolo a un amigo.
- Pues como tú – le sonríe.
- Por cierto Nessa, siéntate. Tenemos que hablar.
- Dime – se apoya en el respaldo del sofá.
- Será mejor que te sientes y que Paris no escuche.
- Yo la distraigo – la coge Alicia de encima de las piernas de Sergio-. ¿Quieres colorear? – le pregunta a Paris de camino a su habitación.
- ¡Colores! – dice Paris sonriendo y aplaudiendo.
- Qué pasa – dice Vanesa una vez Paris y Alicia están en la habitación.
- Tienes que hablar con Gerard.
- Ni loca.
- Tienes que hacerlo, lo sabe y si no hablas con él te enviará a sus abogados. Te quitará a Paris y te destrozará la vida.
- No – niega con la cabeza-, no, Gerard no es capaz de hacer eso. No va a hacerme eso.
- Vane si no hablas con él si lo hará.
- Se lo contaste tú, verdad – afirma.
- No, te reconoció y a su hija también.
- ¿Lo sabe alguien más?
- Él no se lo ha contado a nadie, así que solo nosotros tres y él.
- ¿Qué te ha dicho?
- Quiere ver a la niña, ejercer de padre.
- Y yo soy rusa.
- Quiere hablar contigo para llegar a un acuerdo y no llegar al extremo de quitártela. Es lo que menos quiere, separarte de ella.
- Si no me la quisiera quitar no haría todo esto.
- Sergio dale el teléfono de Piqué – dice Alicia de brazos cruzados apoyada en el marco de la puerta de su habitación.
- No, no voy a darle lo que quiere.
- Quiere conocer a su hija y tiene todo el derecho al igual que Paris necesita crecer junto a su padre, si no lo haces lo lamentaras cuando Paris sea mayor. Y vete ya que al final te despedirán – al decir la última palabra vuelve a entrar a la habitación.
- ¡Alicia! – grita Vanesa.
- Tu hermana tiene razón – apunta Sergio mirando el móvil-, toma su número, habla con él y llegar a un acuerdo.
- ¡Joder que no! Él pasó de mí, ahora que se atenga a las consecuencias – se levanta y se dirige hacia su habitación.
Tras unos segundos Sergio la sigue y la ve terminando de preparar la bolsa de Paris. Sin decir nada la observa.
- Toma – le da la bolsa de Paris – me imagino que sabréis cuidarla, si tenéis algún problema me llamáis.
- La que se tendrá que atener a las consecuencias serás tú – le dice mientras ella se pone el abrigo.
- Cállate, tú no eres quién para decirme lo que tengo o no que hacer – lo mira a los ojos mientras dice esas palabras y con la maleta ya en mano pasa por delante suyo sin ni siquiera mirarlo.
Sergio detrás de la mesa y apoyado en la pared observa como Alicia sale de la habitación con Paris en brazos para que se despida de su madre.
- Aios mamá – dice Paris abrazándola fuerte.
- Adiós cariño, pórtate bien con la tía.
- ¿Tienes el teléfono de Gerard?
- Tú tampoco vale, dejarme ya en paz. Cuando llegue llamaré para hablar con Paris.
- No quiero que te separen de tu hija pero si sucede por no hacer las cosas bien luego no vengas a llorarnos – le advierte Alicia antes de que cierre la puerta.
Alicia mira a Sergio, aún apoyado en la pared, y suspira. Con un – será mejor que nos vayamos a casa – Sergio se acerca a ellas.
Tranquilamente sentado en el sofá de su casa Mesut juega a la consola cuando es interrumpido por su padre.
- ¿Cómo van las cosas con Eylem?
- Tirando.
- ¿Estáis juntos o no?
- Lo estamos intentando.
- Pues no os he visto juntos.
- Papá lleva aquí 3 días, nos estamos conociendo.
- Si me demuestras que lo estáis intentando, sus padres y yo nos iremos y cederemos a que viváis juntos.
- Esta bien papá – reanuda la partida.
Mesut observa de reojo a su padre abandonar el salón mientras sus pensamientos están con la alarma roja de peligro.
PD: Hoy 8 de marzo de 2012 es el cumpleaños de Florentino Peréz Rodríguez.
Feliz cumple presi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario