jueves, 8 de marzo de 2012

FIC XCII

   92. Alarma roja.


Poco a poco van saliendo los pocos jugadores que quedan en la ciudad deportiva.
Los últimos en salir son los lesionados y los que han atendido a los medios de comunicación, bien sea en rueda de prensa o en entrevistas.

Al pisar la recepción para salir al parking y marcharse a casa, Estela, la recepcionista lo llama para entregarle un sobre.

    - Señor Özil tome.
    - ¿Qué es? – se acerca al mostrador.
    - Son las cartas de los fans, solo queda el suyo.
    - Gracias – lo coge-. ¿No te vas? – le pregunta a Gonzalo que esta apoyado en el mostrador abriendo su sobre.
    - No, voy a quedarme. Quiero jugar el lunes.
    - No creo que sea bueno que te machaques tanto.
    - No me machaco, estoy con el fisio. Y voy a hacer todo lo posible para jugar ese partido, tengo que jugarlo.
    - No hagas estupideces que puede ser peor. Nos vemos mañana.
    - Mesut espera – lo frena Sami.
    - Pensé que te habías ido – dice en alemán sujetando la puerta.
    - Hasta mañana Pipita – pasa por detrás de él.
    - Hasta mañana chicos – contesta apoyado en el mostrador rodeado de cartas observándolos.
    - Venga – le mete prisa Mesut, aun sujetando la puerta.
    - ¿Tiene planes?
    - Como con mi padre, Eylem y sus padres – caminan tranquilos hacia sus coches.
    - ¿Otra vez?
    - No tengo nada que hacer y no creo que me muera por comer con ellos.
    - ¿En serio vas a hacer caso a tus padres y te vas a casar con ella?
    - ¿Estás loco? Como me voy a casar ahora y menos con ella.
    - ¿Y por qué no le dices que no quieres?
    - Si creen que estamos juntos se irán, nos dejaran en paz y podremos hacer lo que nos de la gana.
    - ¿Y si te saca la prensa haciendo algo con alguien que no sea ella?
    - Que quiera hacer lo que me de la gana no significa que vaya a ir a todas las discotecas de Madrid tirándome a todas – le guiña un ojo y se mete en su coche.


Sergio llega al pabellón  donde Casandy esta jugando para recoger a Alicia e ir a comer con su hermana. Hasta llegar al sitio donde se encuentran tiene que pasar por un recorrido el cual le piden autógrafos y fotos. Encantado los atiende.

Suena el pitido final. Casandy se abraza a sus compañeras y entrenadores por la sufrida victoria. Antes de ducharse y cambiarse pasa a saludarlas.

    - Esta chica tarda mucho – se queja Alicia.
    - Deja de quejarte – posa Sergio los brazos encima de sus hombros.
    - Tengo hambre – lo agarra de las manos.
    - Ahora nos iremos.
    - ¿No teméis que os fotografíen?
    - No hacemos ni nada prohibido ni nada malo – contesta Sergio.
    - ¿Qué hace el mangarrián este aquí? – dice Alicia mirando con dirección a la puerta.
    - Me habrá seguido porque ha dicho en el vestuario que quería comer otra vez con nosotros.
    - Le quiero mucho pero es un poco pesado.
    - Pobre chico si esta solo en Madrid – dice Male.
    - Ya están los babosos otra vez – se acerca a ellos.
    - Chori por favor encuentra una novia – le pide Alicia.
    -  Lo que pasa es que os echo de menos – los abraza a los dos a la vez.
    - Ejem – carraspea Male la garganta.
    - A ti también – la abraza a ella también.
    - Ya estoy – dice Casandy colocándose al lado de Male.
    - Os presento – dice Alicia – Sergio, Casandy, Casandy, Sergio – los señala respectivamente.
    - Encantado – le da Sergio dos besos.
    - Igualmente – contesta algo tímida Casandy.
    - ¿Hola? – Se queja Raúl-, soy Raúl y también estoy aquí.
    - Soy Casandy – se presenta sonriente ofreciéndole la mano.
    - Raúl, encantado – le da dos besos.
    - Que cariñoso – mira Casandy a Male.
    - Demasiado – lo mira Alicia.
    - Y lo que te gusta – le contesta Raúl.
    - Yo también estoy aquí – dice Sergio mirándolo.
    - Tranquilo que tu novia esta a salvo.
    - ¿Sois novios? – pregunta Casandy extrañada.
    - Sí – contestan los dos muy sonrientes.
    - ¿Pero no estabas con Özil?
    - No – dice Alicia a la vez que niega con la cabeza y sonríe.
    - Si os vi juntos en la escuela con su novio – señala a Male.
    - Como amigos – aclara Alicia.
    - Esto… ¿nos vamos a tomar algo? – propone Male.


En un restaurante de la capital de España se encuentra Iker Casillas junto a su novia, Sara, y amigos de la infancia. En medio de la comida Iker deja a sus acompañantes durante unos minutos para atender una llamada.

    - Señor Casillas soy Adriana Méndez, le llamo para comunicarle que el lunes estaré en Madrid.
    - Es fantástico pero el lunes yo no estaré en Madrid.
    - Si tiene algún familiar que me pueda atender se lo agradecería. Solo necesito echar un vistazo y coger las medidas. Cuando usted pueda me dice que quiere que hagamos.
    - Consulto con mi novia si puede y la llamo mas tarde.
    - Inténtelo por favor o sino tendrá que esperar más tiempo y no me gustaría dejar de trabajar con usted.
    - La llamo esta tarde.


Después de comer en el piso del centro de Madrid, Vanesa recoge la mesa, Alicia friega los platos y Sergio juega con Paris.

    - ¿Cómo te va el trabajo? – pregunta Alicia a su hermana a la vez que coge los platos que Vanesa deja en la pequeña barra.
    - Precisamente sobre eso os quería hablar.
    - Te han echado – afirma Alicia.
    - No, pero si no hago un viaje a Francia si que me echaran.
    - ¿Y qué quieres? – pregunta Alicia secándose las manos.
    - ¿Dinero? – añade Sergio.
    - No, nada que ver. Necesito que os quedéis con Paris hasta el lunes.
    - Por mi perfecto pero mañana a las 4 de la tarde entreno y hasta después del partido no venimos.
    - ¿Cuándo te vas y a qué hora vuelves?
    - A las 4 tengo que estar en el estudio y vuelvo el lunes antes de comer.
    - Perfecto, yo me quedo con ella.
    - Gracias – abraza a su hermana y la llena de besos-. ¿Os la lleváis a casa?
    - Sí – sonríe Alicia.
    - ¿No vas a venir al partido? – Sonríe Sergio.
    - Si que voy, ¿no quieres que vaya o qué?
    - La verdad es que no, por lo que te pasó.
    - Por eso mismo viajaré el lunes por la tarde. Me irán a recoger a la estación.
    - ¿Quién?
    - No lo sé, creo que Zidane – se sienta junto a Sergio.
    - De un ídolo a un amigo.
    - Pues como tú – le sonríe.
    - Por cierto Nessa, siéntate. Tenemos que hablar.
    - Dime – se apoya en el respaldo del sofá.
    - Será mejor que te sientes y que Paris no escuche.
    - Yo la distraigo – la coge Alicia de encima de las piernas de Sergio-. ¿Quieres colorear? – le pregunta a Paris de camino a su habitación.
    - ¡Colores! – dice Paris sonriendo y aplaudiendo.
    - Qué pasa – dice Vanesa una vez Paris y Alicia están en la habitación.
    - Tienes que hablar con Gerard.
    - Ni loca.
    - Tienes que hacerlo, lo sabe y si no hablas con él te enviará a sus abogados. Te quitará a Paris y te destrozará la vida.
    - No – niega con la cabeza-, no, Gerard no es capaz de hacer eso. No va a hacerme eso.
    - Vane si no hablas con él si lo hará.
    - Se lo contaste tú, verdad – afirma.
    - No, te reconoció y a su hija también.
    - ¿Lo sabe alguien más?
    - Él no se lo ha contado a nadie, así que solo nosotros tres y él.
    - ¿Qué te ha dicho?
    - Quiere ver a la niña, ejercer de padre.
    - Y yo soy rusa.
    - Quiere hablar contigo para llegar a un acuerdo y no llegar al extremo de quitártela. Es lo que menos quiere, separarte de ella.
    - Si no me la quisiera quitar no haría todo esto.
    - Sergio dale el teléfono de Piqué – dice Alicia de brazos cruzados apoyada en el marco de la puerta de su habitación.
    - No, no voy a darle lo que quiere.
    - Quiere conocer a su hija y tiene todo el derecho al igual que Paris necesita crecer junto a su padre, si no lo haces lo lamentaras cuando Paris sea mayor. Y vete ya que al final te despedirán – al decir la última palabra vuelve a entrar a la habitación.
    - ¡Alicia! – grita Vanesa.
    - Tu hermana tiene razón – apunta Sergio mirando el móvil-, toma su número, habla con él y llegar a un acuerdo.
    - ¡Joder que no! Él pasó de mí, ahora que se atenga a las consecuencias – se levanta y se dirige hacia su habitación.

Tras unos segundos Sergio la sigue y la ve terminando de preparar la bolsa de Paris. Sin decir nada la observa.

    - Toma – le da la bolsa de Paris – me imagino que sabréis cuidarla, si tenéis algún problema me llamáis.
    - La que se tendrá que atener a las consecuencias serás tú – le dice mientras ella se pone el abrigo.
    - Cállate, tú no eres quién para decirme lo que tengo o no que hacer – lo mira a los ojos mientras dice esas palabras y con la maleta ya en mano pasa por delante suyo sin ni siquiera mirarlo.

Sergio detrás de la mesa y apoyado en la pared observa como Alicia sale de la habitación con Paris en brazos para que se despida de su madre.

    - Aios mamá – dice Paris abrazándola fuerte.
    - Adiós cariño, pórtate bien con la tía.
    - ¿Tienes el teléfono de Gerard?
    - Tú tampoco vale, dejarme ya en paz. Cuando llegue llamaré para hablar con Paris.
    - No quiero que te separen de tu hija pero si sucede por no hacer las cosas bien luego no vengas a llorarnos – le advierte Alicia antes de que cierre la puerta.

Alicia mira a Sergio, aún apoyado en la pared, y suspira. Con un – será mejor que nos vayamos a casa – Sergio se acerca a ellas.


Tranquilamente sentado en el sofá de su casa Mesut juega a la consola cuando es interrumpido por su padre.

    - ¿Cómo van las cosas con Eylem?
    - Tirando.
    - ¿Estáis juntos o no?
    - Lo estamos intentando.
    - Pues no os he visto juntos.
    - Papá lleva aquí 3 días, nos estamos conociendo.
    - Si me demuestras que lo estáis intentando, sus padres y yo nos iremos y cederemos a que viváis juntos.
    - Esta bien papá – reanuda la partida.

Mesut observa de reojo a su padre abandonar el salón mientras sus pensamientos están con la alarma roja de peligro. 



PD: Hoy 8 de marzo de 2012 es el cumpleaños de Florentino Peréz Rodríguez. 
Feliz cumple presi.

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