lunes, 18 de junio de 2012

FIC C


  100. Mi casa, mis normas.

Son las 9 de la mañana y antes de levantarse Mesut se queda pensando y  escuchando música con la mirada perdida en el techo.

Mientras se da una rápida y relajante ducha decide desayunar en Valdebebas pero su padre Mustafa lo evita.

-     Mesut deja esa manzana y siéntate a desayunar como las personas normales – le dice en turco.
-     Tengo prisa – le da un mordisco a la manzana.
-     ¿Prisa para que? ¿Para quedarte 1 hora diciendo tonterías con el resto de futbolistas?
-     Esos futbolistas son mis compañeros y amigos. Y en el campo no solo hacemos lo que muestra la televisión.
-     Haz lo que quieras pero comer si comes conmigo.
-     ¿Contigo y con quien más? – mira a su padre con una mirada desafiante.
-     Sabes muy bien con quién, en cuanto termines el entrenamiento ve al restaurante de siempre.
-     No puedo, hoy tengo un evento.
-     Un evento al cual no tienes la obligación de asistir.
-     Pero sí voy a asistir porque me han invitado.
-     Como asistas a ese evento y no vengas a la comida te juro que se te va a terminar esta libertad que tienes.
-     ¿Qué libertad? Si esto es peor que las concentraciones en Madrid – dice a la vez que sale de la cocina.

Mesut llega al vestuario y se encuentra a Sergio preguntando quién va a ir a la inauguración.

-     Yo iré con Lari – dice Esteban.
-     Yo sí voy, no me quiero perder otro encontronazo entre Ali y Lara – dice Marcelo.
-     Ali no va – dice Cristiano apenado.
-     No va a dejar a Marquitos solo – dice Sergio.
-     La familia de Marcos no la quiere allí – insiste Cristiano.
-     A menudo habla con su hermano mayor y si alguien dice algo viene como mi novia.
-     Pues entonces yo voy, no la voy a dejar sola – confirma al fin Cristiano.
-     ¡Ojo! – dice Álvaro mirando a Sergio – que tienes competencia.
-     ¿Con Cris? – mira Sergio a Cristiano – ninguna – se ríe.
-     ¿Cuándo has entrado? – le pregunta Karim a Mesut.
-     Justo cuando el pirata decía que va con Larissa.
-     ¿Tú vienes? – Mira Sergio a Mesut.
-     No lo sé, creo que no voy a poder ir.
-     Bueno, pues el que quiera que vaya, ya sabe donde es.
-     No sé como te has venido hasta aquí para decirnos solo eso – dice Pepe.
-     No solo he venido para decir eso, tengo que terminar asuntos para esta tarde.

Del vestuario al campo de entrenamiento y del entrenamiento a casa.

En el aparcamiento de la ciudad deportiva de Valdebebas Sergio pasa por al lado del coche de Mesut para tener una breve conversación.

-     Pensaba que te habías ido hace rato – lo observa acercarse a él.
-     Te estaba esperando.
-     ¿Para?
-     Me imagino que serán cosas de tu padre pero si puedes ve. Alicia se alegrara de verte y Marquitos también – sonríe y concluye-, le encanta verte jugar.
-     ¿Pero no le gustaba Iker? – se extraña de lo que su compañero le dice.
-     Y le gusta pero dice que Iker no juega que quien juega en el campo eres tú.
-     Hare todo lo posible por ir – le devuelve una gran y partida sonrisa.

El trayecto de Mesut a casa es interrumpido por una llamada telefónica de su padre.

-     No voy a ir.
-     Ven al restaurante o me presento en la ciudad deportiva.
-     No estoy allí – suelta una pequeña risa.
-     Me da igual. Mourinho seguro que esta y le puedo contar cualquier cosa para que te deje en el banquillo.
-     No serás capaz. Te mueres si mi trayectoria se estanca.
-     Eso evito, que tu trayectoria futbolística no se estanque.
-     ¿Cómo lo vas a evitar? ¿Haciendo que yo no sea feliz? Pues así no lo estás consiguiendo.
-     Ven al restaurante – le grita a través del teléfono.

Mesut cabreado y sin otro remedio que acatar la orden de su padre pone rumbo al restaurante turco en el que se centran todas o casi todas sus reuniones familiares.

Sin decir nada Mesut come escuchando las tonterías que su padre y el padre de Eylem dicen sobre lo importante que es encontrar una mujer adecuada para el matrimonio.

No dice nada. Come, sonríe y asiente con la cabeza en reiteradas ocasiones.

-     ¿Verdad Mesut?
-     Sí, sí – contesta sin saber a qué.
-     ¡Yo no me caso éste verano! – alza Eylem la voz – ni este ni dentro de dos.
-     ¿Con quien te casas? – pregunta Mesut mirándola.
-     Hijo, ¿has escuchado algo de lo que hemos hablado? – pregunta, Tarkan, el padre de Eylem.
-     Claro… - sonríe-. No, no sé de qué habéis hablado.
-     ¡Nos quieren casar el verano que viene! – le resume Eylem gritando.
-     ¡Já! Una mierda – dice en español-. No, ni loco – cambia el idioma al turco.
-     Es el mejor momento para casaros porque no juegas con la selección.
-     ¡Qué no papá! Que no me voy a casar con alguien que no quiero.
-     Me da igual si la quieres o no. Cuando eráis pequeños acordamos que os casaríais cuando fuerais mayores y tengáis la vida hecha y así va a ser.
-     Si quieres me la llevo a casa pero casarme no.
-     No soy un muñeco que lo puedes llevar y traer – se queja Eylem.
-     Entonces aceptas vivir con ella – dice Mustafa.
-     Es lo que querías, ¿no? – mira a su padre y a Tarkan.
-     Lo que queremos es que os caséis – dice, Inci.
-     Poco a poco mamá – mira Eylem a su madre.
-     Pues no hay más que hablar, esta tarde Eylem se instala en tú casa – dice Tarkan muy sonriente.
-     Alto, antes tiene que irse Sami y es mi amigo y no le voy a echar. Cuando él tenga su casa Eylem se instala.
-     Pero… - dice Mustafa.
-     Mi casa mis normas – dice Mesut dando la conversación por finalizada.


Antes de que empiecen a llegar todos los protagonistas e invitados Soledad revisa cada uno de los rincones del lugar.

Todo está perfecto. Pero tiene que estarlo más y lo único que le queda por revisar es la zona habilitada para el catering.

-     Señora Holopainen…
-     Señorita – rectifica Soledad rápidamente.
-     Señorita – acentúa la palabra – está todo listo, cuando usted ordene los camareros saldrán con champán, refrescos y canapés – dice Beht muy seria mirando a sus trabajadores.
-     En cuanto empiecen a entrar gente pueden salir los primeros, conforme se vaya llenando que salgan más.
-     Yo me encargo de que salga todo perfecto de la zona habilitada.

Es muy habitual que Sergio Ramos llegue tarde o muy justo de tiempo a los sitios pero por la importancia del evento, y la insistencia de Alicia, en esta ocasión es puntual. Tan puntual que son los primeros en llegar.

-     Te he dicho que era demasiado pronto.
-     Han dicho que el padrino tiene que llegar pronto.
-     Pero no tanto que tengo la comida aquí – se agarra el cuello.
-     ¿Te encuentras bien? – Le agarra las manos.
-     Sí – sonríe.
-     Mira el buitre – indica con la cabeza al ver a Emilio Butragueño salir de un coche.
-     ¡Quero jugar! – dice Paris sentada en la sillita del asiento de atrás del coche.
-     No sé porque la has tenido que traer a este evento – dice Sergio cuando Alicia abre la puerta de atrás.
-     No quería dejarla con Juana.
-     Sabes que no le importa.
-     Pero a mi si y entra ya para saber que tienes que hacer.

Alicia saca a Paris del coche y la deja en el suelo para que corra, atenta en todo momento de su sobrina de reojo observa a Sergio entrar en el local.

-     Llegas muy temprano – se acerca Soledad a Sergio – aún queda un rato hasta que llegue todo el mundo.
-     Como soy el padrino pensaba que tenía que venir antes. ¿Han llegado ya Marquitos y su familia?
-     Todavía no, pero no tardaran mucho.
-     Esperare fuera.
-     Cuando llegue la señorita Álvarez tienes que estar aquí para daros todos los detalles.

Hasta que llegue ese momento Sergio sale a la calle junto a Alicia que dándose amor observan a Paris jugar con las palomas.

2 comentarios:

  1. Buen capi ! Pobre Mesut :s att. Rösariö

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  2. Ay qué penita me da Mesut!!!
    Si ya de por sí su padre me cae fatal en este capi me cae aún peor!!!!!! Lo trata como a un niño pequeño y ya sabemos que es cuqui y tal pero joder!! Se pasa tres pueblos!!
    Muy buen capi Son! :)


    PD: Siento el retraso de mis comentarios :S

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