99. Las miradas y los silencios dicen
más que las palabras.
Macarena,
Nicole, Alicia, Iván y Santiago salen de clase y cada uno piensa en lo suyo sin
hacer caso al resto.
Alicia
piensa en que llegue el momento de ver a Sergio para poder estar escasas 2
horas con él antes de que se marche al estadio Santiago Bernabéu con el resto
del equipo.
Macarena
sólo tiene en la cabeza el chico que se mete en sus sueños y pensamientos sin
permiso.
Iván y
Santiago hablan de videojuegos.
Y Nicole…
- ¿Dónde
está Nicole? – pregunta Alicia a Iván y a Santiago.
- Se
acaba de ir – contesta Iván.
- ¿Adónde?
- No
nos ha dicho.
- Ha
dicho que a partir de las 8 estaría libre – añade Santiago.
- Ni
se despide ni hostias – se queja Macarena.
- Lo
ha hecho pero estáis en vuestros mundos y no os enteráis de nada.
- Pues
yo también me voy – dice Alicia.
- ¡¿Cómo?!
– grita Macarena.
- Andando
– dice provocando la risa a Iván y Santiago.
- Lógicamente
– añade Iván, aún riéndose.
- ¿Y
nuestra conversación?
- Me
voy a casa con Sergio si quieres dentro de un rato vienes.
- Gracias
por incluirnos en vuestros planes – dice Iván irónicamente.
- No
tenemos planes – dice Alicia-. Yo los tengo con Sergio.
- Pero
si esta sancionado – dice Macarena extrañada.
- Pero
ha quedado con Gonzalo para ir al estadio.
- ¿Te
viene a buscar? – pregunta Santiago.
- Sí.
Mac te envío la dire por mensaje y si quieres vienes.
- ¿Sobre
que hora voy?
- Me
imagino que a eso de las 19:30 Sergio se irá al Berna.
- ¿Podemos
ir nosotros? – pregunta Iván.
- Eso
depende de Mac – la señala-. Nos vemos, adiós – les manda un beso.
- ¡Es
tú casa! – grita Iván.
- ¡Mac!
– le devuelve el grito señalando a Macarena.
Son las
19:30. Hora de que la plantilla del Real Madrid se reúna en el Santiago
Bernabéu para ir al hotel Mirasierra Suites y pasar todos juntos el día antes
del partido.
Mientras el
cuerpo técnico prepara el partido en el despacho del míster junto a éste, los
jugadores se cambian o toman café charlando tranquilamente.
En las
escaleras del túnel de vestuarios Ramos se encuentra a Mesut hablando por
teléfono efusivamente. Se imagina que habla con algún familiar así que decide
irse y encontrarse con él más tarde.
- ¿Qué
le pasa a Mesut? – Le pregunta a Sami una vez dentro del vestuario.
- Ni
lo sé ni me importa.
- ¿Pero
no sois inseparables? – dice Sergio sorprendido.
- Si
pero tiene problemas con su familia y de ese asunto no quiero saber.
- ¿Quién
tiene problemas familiares? – se mete Marcelo en la conversación.
- Mesut
– contestan Sami y Sergio al unísono.
- Menuda
novedad – bromea Marcelo.
- Se
le podrá ayudar, digo yo – Mira Sergio a Sami.
- ¿Ayudar
a quién? – dice Cristiano cerrando la puerta del vestuario.
- A
Mesut – contesta Marcelo.
- ¿Qué
pasó con Mesut? – Pregunta Pepe nada más entrar al vestuario.
- Lo
de siempre – le contesta Marcelo.
- Yo
hablo con él – se ofrece Cristiano.
- Sergio,
vámonos – entra Higuaín.
Todos son
llamados para ir subiendo al autobús y dirigirse al hotel a cenar y descansar.
Una vez
terminan de cenar los jugadores tienen, como en todas la concentraciones, un
rato libre. Los que todavía no quiere meterse en su habitación van a la sala en
la que pueden jugar, charlar y tomarse un té.
Mientras
esperan a que Pepe y Álvaro suelten la consola y jugar el resto aprovechan para
hacerse fotos, hablar y ayudarse.
- Karim,
¿cómo vas con el tema de las chicas? – pregunta Marcelo.
- Ya
sabes, no estoy atado a nadie – dice agachando la cabeza.
- ¿Por
qué esa cara? – pregunta Özil.
- ¿No
buscabas diversión? – añade Sami.
- Sí,
pero uno se cansa. Quiero estar como vosotros que cuando estáis mal después de
un partió o entrenamiento tenéis a alguien con quien hablar.
- Nos
tienes a nosotros – dice Marcelo sentándose a su lado.
- ¿Después
del partido contra el Barça que hubieras preferido encontrarte en casa; a una
chica que con la mirada te calma o a una chica que ni con un beso sientes algo?
E incluso a nadie – mira a Marcelo dejándole callado al igual que al resto de sus
compañeros, incluidos Pepe y Álvaro que jugaban a la consola.
- Vamos
a ayudarte a buscar una chica buena – dice Cristiano-, ¿verdad chicos?
- Claro
– contestan todos los presentes.
- No
quiero buscarla, quiero encontrarla – dice mirando el suelo.
- No
sé que buscáis – entra Karanka – pero cada uno a su habitación.
Alicia y
Sergio se encuentran en un parque cerca de la casa con Paris jugando y paseando
a Odie cuando le viene a la mente su amiga Macarena. Aún con la duda de si le
paso algo.
- Guapa
me has despertado.
- Si
son las 11 de la mañana.
- Y
sábado – añade enfadada.
- ¿Estás
bien?
- Estaba
dormida.
- No
va, fuera de coñas, ¿te pasó algo ayer?
- Estuve
hablando con una persona y se me quitaron las ganas de hacer nada.
- ¿Tan
mal os va?
- No
va. Así de simple.
- ¿Quieres
hablar?
- No
merece la pena.
- ¿Segura?
- Sí,
gracias.
- Hoy
cuido de Paris y estoy en casa de Sergio si quieres venirte con Nic para ver el
partido no hay problema.
- ¿No
vas al estadio con Sergio?
- No
suelo ir, irá él solo con Gonzalo.
- Hablo
con Nic y te llamo.
Alicia
cuelga el teléfono y lee los mensajes que le han llegado mientras conversaba
con Macarena.
Vanesa le ha llamado…
Le devuelve
la llamada y le pone con Paris, tras varios minutos hablando Alicia, Paris y
Odie vuelven a casa.
Los tres cocinan,
juegan, ríen y comen. Alicia se lo pasa como una niña pequeña con su sobrina.
Su sobrina de sangre.
Después de
comer se echan la siesta, los 3 en la misma cama, hasta que el teléfono de Alicia suena.
Macarena de
dirige hacia allí. Sola. Sin su amiga Nicole.
Alicia deja
dormir a Paris y a Sergio y baja al salón para estar con su amiga. Sin tocar
temas incómodos para las dos charlan. Charlan hasta que Paris renuncia a seguir durmiendo, para
no molestar a Sergio las tres se ponen a jugar en el jardín. Macarena y Paris
se divierten acosta de Alicia que se ríen de la despedida de Alicia y Sergio.
- Si
en 3 horas os vais a volver a ver – dice Macarena.
- Es
mucho tiempo – dice Sergio.
Un cuarto de
hora antes de que comience el partido Real Madrid – Valencia se trasladan a “la
sala de cine” llevándose el arsenal de refrescos, patatas, chucherías y las
quejas de Paris.
- Si
el Barça se ve en la tele pequeña el Madrid tamben.
- Un
equipo grande hay que verlo a lo grande – contesta Macarena dejándose caer en
el sofá.
Cristiano
Ronaldo, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo, Sami Khedira, Esteban Granero, Antonio
Adán y Karim Benzema se encuentran en el
vestuario observando a Mesut dar toques al balón.
Cristiano
con una mirada y un gesto les pide que salgan del vestuario.
- ¿Pero…?
– Se queja Marcelo.
- Si
no están solos no soltara prenda – le susurra Sergio arrastrándolo hasta la
puerta.
- ¿Adónde
vais? – pregunta Mesut sin dejar de dar toques al balón.
- Eh…
- dice Marcelo – a ningún...
- Al
banquillo – le agarra Pepe para sacarlo del vestuario.
Tras un
silencio incómodo Cristiano le pide la pelota. Toques y más toques de un
jugador a otro hasta que Cristiano por fin se decide a abrir la boca.
- ¿Todo
bien con tu familia?
- Sí
– asiente Mesut con la cabeza.
- ¿Con
Sergio?
- Sí
– vuelve a asentir.
- ¿Y
con Alicia?
Ante ese nombre
Mesut calla y Cristiano sabe que sin tener culpa ella es el motivo de su
actitud.
- Pensaba
que ya hablabais.
- Lo
hacemos – le lanza una sonrisa forzada-. ¿Cómo lo sabias?
- Por
lo que dijiste ayer en el vestuario.
- No
me lo dijo ella.
- Sí
te lo dijo ella.
- No.
- Sí
y a Sergio y a mí también. Seguramente a ti te lo dijo para animarte a mí me
pidió que de alguna manera lo dijera para levantarle el ánimo a la plantilla
pero no sabía cómo hacerlo.
- Me
vino a la mente el recuerdo de cómo me lo dijo y me salió solo.
- Pues
nos ha servido.
- De
eso se trataba – sonríe.
- ¿Habéis
hablado de lo que pasó?
- No
y creo que es mejor que se queden así las cosas.
- Algún
día saldrá el tema.
- Cuando
tenga que salir que salga mientras tanto que se quede donde esta.
- No
has perdido el humor, eso me alegra.
- Si
Alicia no fuera feliz no lo sería yo.
- Tienes
que echarte una novia – se le queda mirando.
- Pásame
el balón – sonríe Mesut.
- Venga-
abre Aitor la puerta – todos adentro – se queda sujetando la puerta y hablando
al resto de jugadores – Ramos, Higuaín al palco – les indica con el dedo.
El técnico portugués sorprende de inicio dejando a
Benzema en el banquillo y dando entrada a Lass en el once inicial. Cristiano
Ronaldo se sitúa como hombre gol de referencia con el apoyo en las bandas de
Özil y Di María. El Real Madrid domina el balón ante un Valencia que no
renuncia a jugar y que busca la espalda de la defensa blanca por medio de la
velocidad de Mata, Joaquín y Jordi Alba.
Khedira y Cristiano pueden adelantar a los blancos antes del descanso, pero el alemán estrella el balón en el cuerpo del meta Guaita. Un taconazo de CR7 se estrella en el poste justo en el instante en el que se llega al final de la primera mitad. No hay tiempo para más.
La segunda parte comienza como acabó la primera, con ocasión de gol de Ronaldo que Guaita, en semifallo, despeja a córner. Un minuto después, una vaselina de Di María es adivinada por el portero del Valencia, que comienza a convertirse en el héroe de los de Emery.
En el minuto 53 Mourinho mueve el banquillo y saca del campo a Khedira dando entrada a Benzema. Con este cambio, Cristiano Ronaldo se mete en una banda y Karim se sitúa como delantero centro. El francés responde con un remate espectacular en el 57 que Guaita, una vez más, manda a córner. El gol no llega pese a que el Real Madrid lo busca con insistencia.
En el minuto 64 llega la jugada polémica del partido. Pérez Lasa, a instancias de su asistente, muestra una segunda amarilla a Albelda, por una presunta mano, que provoca su expulsión ante las quejas de los jugadores valencianistas. El Real Madrid se da cuenta de que era el momento de la verdad y no falla. En el minuto 72, balón que coge Özil, se interna y pone la pelota a Cristiano para que éste bata a Guaita casi a bocajarro. 1-0 en el marcador y el Bernabéu respira con satisfacción. Un minuto después, el alemán deja su sitio a Granero.
Pero el Valencia no esta dispuesto a marcharse de vacío. Soldado y Joaquín rondan el empate, pero Casillas, quién si no, lo impide con dos buenas intervenciones. Eso sí, Pérez Lasa se come un claro penalti en el 76 de juego a Di María que puede haber permitido al Real Madrid finiquitar el partido. Pero el árbitro no lo ve. A falta de diez minutos, Di María deja su sitio a Diarra. Mourinho busca mayor control en el juego y evitar sustos de última hora.
En el 87 llega la jugada de la noche. Cristiano Ronaldo recibe un balón casi en medio campo, recorre 20 metros con la pelota en los pies, se interna en el área, rompe a Ricardo Costa y bate con un fuerte derechazo a Guaita. Todo un golazo que ponía el 2-0 en el marcador y un broche de oro a un partido que el Real Madrid solventa con eficacia y compromiso.
Khedira y Cristiano pueden adelantar a los blancos antes del descanso, pero el alemán estrella el balón en el cuerpo del meta Guaita. Un taconazo de CR7 se estrella en el poste justo en el instante en el que se llega al final de la primera mitad. No hay tiempo para más.
La segunda parte comienza como acabó la primera, con ocasión de gol de Ronaldo que Guaita, en semifallo, despeja a córner. Un minuto después, una vaselina de Di María es adivinada por el portero del Valencia, que comienza a convertirse en el héroe de los de Emery.
En el minuto 53 Mourinho mueve el banquillo y saca del campo a Khedira dando entrada a Benzema. Con este cambio, Cristiano Ronaldo se mete en una banda y Karim se sitúa como delantero centro. El francés responde con un remate espectacular en el 57 que Guaita, una vez más, manda a córner. El gol no llega pese a que el Real Madrid lo busca con insistencia.
En el minuto 64 llega la jugada polémica del partido. Pérez Lasa, a instancias de su asistente, muestra una segunda amarilla a Albelda, por una presunta mano, que provoca su expulsión ante las quejas de los jugadores valencianistas. El Real Madrid se da cuenta de que era el momento de la verdad y no falla. En el minuto 72, balón que coge Özil, se interna y pone la pelota a Cristiano para que éste bata a Guaita casi a bocajarro. 1-0 en el marcador y el Bernabéu respira con satisfacción. Un minuto después, el alemán deja su sitio a Granero.
Pero el Valencia no esta dispuesto a marcharse de vacío. Soldado y Joaquín rondan el empate, pero Casillas, quién si no, lo impide con dos buenas intervenciones. Eso sí, Pérez Lasa se come un claro penalti en el 76 de juego a Di María que puede haber permitido al Real Madrid finiquitar el partido. Pero el árbitro no lo ve. A falta de diez minutos, Di María deja su sitio a Diarra. Mourinho busca mayor control en el juego y evitar sustos de última hora.
En el 87 llega la jugada de la noche. Cristiano Ronaldo recibe un balón casi en medio campo, recorre 20 metros con la pelota en los pies, se interna en el área, rompe a Ricardo Costa y bate con un fuerte derechazo a Guaita. Todo un golazo que ponía el 2-0 en el marcador y un broche de oro a un partido que el Real Madrid solventa con eficacia y compromiso.
Buen capi y con ganas de leer el sgte no me gusta ver asi a Mesut kiero que este feliz
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