viernes, 19 de octubre de 2012

FIC CXIV


114. Días de calvario.

Cuando Mesut confiesa el problema, que de la noche a la mañana se le echó encima sus tres amigos se quedan estupefactos sin saber que decir.

-      No me puedo creer que te obliguen a casarte por haberla dejado embarazada – exclama Sergio.

-          Si por lo menos la quisiera como os queréis vosotros y fuera igual de deseado que el vuestro – mira
a Alicia y Sergio - no me importaría.
-          Hombre… deseado, deseado tampoco – admite Alicia.
-          Pero os queréis y tampoco os obligan a casaros.

-          Algo podrás hacer.
-          Ojalá – mira a su amigo Sergio.
-         ¿De cuánto está? – pregunta Gonzalo-. Igual nacen a la vez – bromea señalando a Alicia.
-          Casi un mes, ¿tú? – mira a Alicia.
-          Casi tres – sonríe acariciándose la barriga.
-          Pero a ver, ¿seguro que es tuyo?- Pone en duda Gonzalo.
-          Gonzalo… - lo mira Alicia.
-          Sí, nos hemos acostado – lo mira Mesut-. Es eso lo que quieres saber, ¿no?
-          ¿Pero los días coinciden? – insiste.
-         ¿Por qué este interrogatorio Pipita? – cuestiona Sergio.
-          Lo siento amigo – coloca la mano sobre el hombre de Mesut-, pero no me fío de Eylem. Hay
algo raro en ella.
-          Pues no sé el que – dice Mesut.
-          Ni yo amigo ni yo, pero lo averiguaremos.
-          ¿Y cómo lo pensáis averiguar? – pregunta Sergio.
-          Tú – exclama Gonzalo mirando a Alicia-. Tú puedes ayudarle.
-          No, yo no. Deja de mirarme – mira a Gonzalo.
-          Sí puedes y vas a hacerlo.
-          No, ¿cómo?
-          Averigua.
-          Míralo, qué fácil lo dice – dice volviendo la cabeza hacia su novio.
-          Sí por favor – pide Mesut entusiasmado.
-          ¿Habéis olvidado que estudio periodismo y no criminología?
-          Pero los periodistas también investigan – apunta Gonzalo.
-          No todos – ríe Sergio.
-          Pero no sé cómo. Cuenta los días, averigua si hay formas de hacer una prueba de paternidad
antes de que nazca, yo que se – se apoya en el pecho de Sergio-. Dejadme en paz.
-          Por favor – suplican Mesut y Gonzalo a la vez.
-          Ali, venga que no te cuesta nada ayudarle.
-          Está bien.
-          Eso sí, como empiece a estresarse lo dejara – advierte Sergio.

Días de calvario para Mesut. Las llamadas de Soledad no cesan y las quejas de Eylem se unen a la presión de su familia con los preparativos de una boda que no desea celebrar.

Su hermano, sus amigos y los entrenamientos y partidos es lo único que consigue que deje de pensar en los malos momentos que rodean su vida.

-      Hoy no le sale esa sonrisa que le sale siempre que jugamos fuera – le susurra Gonzalo a Sergio preocupado por su amigo.

-          Ayer no estaba tan tristón – lo observa remover el café.
-          Háblale – le da un codazo.
-          Ni que fuera la primera vez que hablas con el – le mira Sergio alucinado.
-          Venga – le da otro codazo.
-          Mesut vas a marear el café – dice Arbeloa sonriendo.
-          No me di cuenta – mira a Arbeloa dejando la cucharilla en el plato.
-          ¿Estás bien? – le susurra Sergio.
-          Un mes – le devuelve el susurro-. Hoy hace un mes – repite con la mirada perdida.
-          Chungo – dice Gonzalo.
-          ¿De qué habláis? – se interesa Marcelo.
-          De nada – contesta Gonzalo.
-          Muy misteriosos estáis últimamente – dice Cristiano.
-          Yo ya me di por vencido – admite Arbeloa mirando al portugués.
-          ¿Nos cuentas? – susurra Gonzalo.
-          Ya lo ha dicho – lo mira Sergio.
-          Ya nos vamos – dice Arbeloa levantándose-, podéis hablar tranquilos.
-          No hay nada de qué hablar – dice Mesut levantándose y saliendo junto a Álvaro.
-          Está mal – dice Sergio.
-          Ali tiene que hacer algo ya – mira Gonzalo al número 4 del equipo.
-          ¿Hoy es 29?
-          Sí, ¿qué tiene que ver el día?
-          ¿Dónde estaba Mesut hace un mes?
-          Vaya pregunta, tirándose a la boluda ésta.
-          No burro. Recuerda.
-          29 de hace un mes – piensa-. ¡NO! – grita.
-          ¡SÍ!
-          Hay que decírselo.
-          Sergio al autobús – le pide Karanka.
-          Mierda. Ya voy.
-          Deciselo en Pamplona. Suerte amigo – le da un abrazo.
-          Cuando hable con él te cuento.

 Los jugadores del Real Madrid se despiertan en Pamplona deseando que acabe el día y volver a Madrid con sus familias, excepto uno, Mesut pasea por el hotel con una gran sonrisa.

-         Tío pareces un bicho raro – dice Arbeloa – con esa sonrisa todo el tiempo. Ojala pudiera volver ya
a casa.

-          Es mi único consuelo, cada día mi casa es peor que el infierno.
-          El día menos pensado todo cambiara – le da ánimos Marcelo.
-          Y ese día pronto llegara – dice Sergio con una sonrisa en el rostro.
-          ¿Qué me ocultas? – mira Mesut al segundo capitán del equipo.
-          Ya empiezan – se queja Cristiano.
-          Luego hablamos.

El internacional alemán no puede conciliar el sueño y dormir siesta por las palabras que Sergio ha dicho durante el desayuno. No deja de darle vueltas a la cabeza e intentar descifrar la frase, pero no puede. Antes de salir de de su habitación y entrar a la del internacional español lo llama al móvil para asegurarse de que está despierto-. Bien- piensa-. Comunica, eso quiere decir que habla con Alicia-.

Sale de su habitación y se dirige a la de su amigo. Tras un suave - ¿Sergio?- y la aceptación del defensa entra.
- 
-          Hablamos luego cariño.

-          Sabía que hablabas con Ali - dice Mesut sentándose en el sillón.
-          ¿Qué quieres?
-          Que me cuentes que me ocultas.
-          Puede que no sea tuyo.
-          ¿Cómo has llegado a esa conclusión tan estúpida?
-          No sé qué día os acostasteis pero el 29 no, estabas con Ali y Gonzalo en mi partido. Eylem
estaba en Turquía.
-          ¡No es mi hijo! – balbucea Mesut-. ¡No es mi hijo! – exclama con una gran alegría.
-          Ahora puedes ponerle los puntos sobre las íes a Eylem.
-          No, todavía no. Tengo que asegurarme de que no es mío y averiguar por qué lo hace. Ali
tiene que ayudarme – lo mira.
-          No, Mesut no. Ahora es más complicado y Ali no está bien. Contrata un detective.
-          Tiene que quedar en privado, por favor.
-          Si ella te quiere ayudar no me opondré a menos de que empeore.
-          Gracias amigo – le da un abrazo.

Osasuna salta al césped con una marcha de más. Presionando por todo el campo a los jugadores del Real Madrid, no dejan ni respirar a los de Mourinho. Con un despliegue físico descomunal los de Camacho hacen que los blancos no se sientan cómodos en ningún momento. Pandiani puede hacer el primero para los locales, pero su remate de cabeza se marcha por encima de la meta de Casillas. La mejor ocasión para el Real Madrid la tiene Benzema en el 34’ de juego, pero su lanzamiento lo desvía a córner Ricardo en una gran intervención. En los últimos instantes de la primera mitad, Osasuna baja la presión y los madridistas comienzan a combinar mejor y a crear más peligro. Cristiano tiene el 0-1 en el 41’ pero su remate se estrella en Ricardo. Así se llega al descanso.

La segunda mitad comienza con las mismas señales. Osasuna apretando mucho y muy arriba al Real Madrid. Los locales, apoyados por su público, se van creciendo sobre el césped a medida que pasan los minutos y ven que los goles del equipo blanco no llegan. En el minuto 62’ llega el tanto de Osasuna. Aranda, soberbio toda la noche, mete un pase entre líneas a Camuñas para que éste bata a Casillas con suspense ya que el balón pega en el palo antes de entrar. 1-0 y el Real Madrid tiene media hora por delante para darle la vuelta. 

Mourinho reacciona con rapidez y mueve el banquillo con un triple cambio. Mete de una tacada a Kaká, Xabi Alonso y al debutante Adebayor. A partir de ahí, sólo hay un dominador sobre el césped. El Real Madrid acumula pelota y ocasiones pero no hay fortuna. Osasuna, pertrechado en su campo, lo fía todo a una contra. Benzema tiene el empate en su cabeza, pero el balón se marcha alto. Es el 73’ y el asedio continuo. Lo intenta Adebayor, también de cabeza, pero su remate forzado lo detiene Ricardo sin apuros. Los minutos pasan y el empate no llega. Al final, 1-0 para Osasuna y una derrota injusta para un Real Madrid que no merece marcharse de vacío de Pamplona.


Antes de que los jugadores del Real Madrid sean aislados en el hotel MiraSierra Suites el día anterior a jugar el partido que les enfrentara al Sevilla en la vuelta de semifinal de la Copa del Rey Sergio, Gonzalo y Mesut esperan en una cafetería a que Alicia termine sus clases.

Mientras Gonzalo y Mesut hablan Sergio observa por la cristalera como Alicia habla y se ríe con sus amigas Macarena y Nicole. 
-     
-          Ya esta atontado – dice Gonzalo zarandeando a Sergio.

-          Deja de mirarla que vas a gastarla – le pide Mesut.
-          ¡Anda si están con Angelito! – dice Sergio mirando por la cristalera.
-          Pero mirá que boluda es Ali, la que le lio en 2 minutos.
-          Seguro que lo ha hecho por algo. Y tampoco es que haya una avalancha de fans – defiende Sergio a su novia.
-          El amor es ciego – se ríe Mesut.
-          Ya veréis como tiene alguna razón.


Después de cinco minutos de espera a través de la cristalera Macarena agitando el brazo se despide de los tres  y Alicia entra en la cafetería. Con un tímido beso en la mejilla de Sergio y dos a Gonzalo y otros dos a Mesut los saluda.

-          ¿Por qué no entra Mac? – pregunta Sergio.

-          Ha quedado.
-          Boluda, ¿qué le armaste a Dima ahí fuera? Sos mala.
-          ¿Mala yo? Malo él que no ha querido entrar a saludaros. Ha dicho que prefiere pasar estas
horas con Nic que con vosotros, que sois muy pesados y bastante os aguanta todos los días.
-          Entonces hiciste bien – le guiña Gonzalo un ojo.
-          Boludo – le da un golpe en la cabeza.
-          Si ya empiezan así no quiero imaginarme como acabaran – se tapa Sergio la cara con las
manos.
-          Nos cuidaremos el uno al otro – promete Alicia dándole un beso en la mejilla a Sergio.
-          Eso mi a mor – sonríe Gonzalo dándole también un beso en la otra mejilla.


Antes de que Mesut y Sergio pongan rumbo al estadio Santiago Bernabéu para estar con el resto del equipo y prepararse para jugar el próximo partido el alemán quiere saber cómo lleva Alicia el tema tan personal que dejo en sus manos.


RECUERDA: El FORO Mesut Özil Spain ya está activo. Anímate, registrate y participa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario