98. No es el fin del mundo.
Hoy Soledad
no tiene trabajo en Valdebebas y por lo tanto decide no ir. Por suerte estos 3
últimos días no se ha cruzado con nadie del primer equipo y ha podido trabajar
tranquila.
La última
vez que habló con jugadores no fueron conversaciones demasiado agradables y no
quiere que se vuelva a repetir.
Llamada tras
llamada trabaja para que dentro de 2 semanas todo salga perfecto. Trabaja sin
parar en el trabajo que posiblemente sea el mejor de su carrera.
El que
engordara el currículo.
Al mirar el
correo un email le llama la atención.
- No
puede ser – dice mirando un pequeño calendario que tiene encima de la mesa-.
No. Cálmate y vuélvelo a leer.
Estimada Soledad.
La presentación esta prevista el viernes
17 de este mes pero por problemas ajenos a nosotros tenemos que adelantarlo al
domingo 5.
Confiamos en su profesionalidad y seguro
que el domingo esta todo perfecto.
Sentimos avisarla con tan poco tiempo.
Un cordial saludo.
Director Relaciones Institucionales.
- ¿Cómo
que este domingo? ¡Si quedan 4 días! – dice tras releer el email -¡¿Y me avisan
ahora?!
Busca en la
agenda el número de la institución para la cual esta trabajando y después de
meditar unos segundos marca el número.
- Donde
me he metido – afirma mientras suenan los tonos – a que no me…
- Buenos
días, ¿dígame?
- Deseo
hablar con el Director de Relaciones Institucionales.
- El
señor Butragueño no se encuentra en estos momentos.
- Soy
Soledad Holopainen y es urgente que hable con él.
- Señorita
Holopainen, el señor Butragueño esta esperando su llamado.
- ¿Dónde
puedo contactar con él?
- Apunte.
Soledad coge
una gran bocanada de aire y marca el número que la amable señorita le ha
facilitado.
- ¿Quién
es?
- Señor
Butragueño, ¿es usted el Director de Relaciones Institucionales del Real
Madrid?
- Sí
soy yo, ¿quién habla?
- Soy
Soledad Holopainen.
-
Señorita
Holopainen que alegría su llamada. Creía que tras el email no quería seguir con
el proyecto.
- Precisamente
acabo de leerlo.
- ¿Cómo
que acaba de leerlo?
- Sí,
hace unos minutos. ¿Cómo no me avisan antes? Solo quedan 4 días.
- No.
Se equivoca. El email fue enviado el viernes pasado.
- ¿Esta
seguro? Un email llega al instante y es raro que tarde una semana en llegar.
- ¿No
será que no lo vio?
- Señor
Butragueño abro todos los días el correo y no una sola vez.
- Averiguare
que ha pasado, pero por favor dígame si va a continuar.
- Claro
que voy a seguir, soy una profesional.
- Gracias
y disculpe las molestias.
Soledad se
quedan en shock, este email le ha trastocado sus planes y ahora tiene que hacer
todo rápido y perfecto.
Tras volver
a hacer las mismas llamadas con las que empezó el día y comunicarles los nuevos
contratiempos nadie le pone ninguna pega. Excepto el catering.
Como una
loca se pone a buscar por todos lados, internet, periódicos y revistas sin
tener suerte. Cuando entre todos los papeles aparece la tarjeta de ‘La olla de barrol’.
- Catering
‘La olla de barrol’, ¿qué desea?
- ¿Beht
Alcántara por favor?
- Soy
yo.
- Soy
Soledad Holopainen, ¿me recuerda?
- Sí,
la recuerdo. Y bien, ¿ya se ha decidió a utilizar nuestros servicios?
- Solo
si estáis dispuestos a trabajar en domingo.
- ¿Qué
domingo?
- Este.
- ¿Este?
- Sí
y, lo quiero, lo necesito todo fresco.
- ¿Esta
dudando de nuestra profesionalidad?
- No,
solo le aviso que tiene que estar fresco.
- Nosotros
solo utilizamos productos frescos y de calidad.
- De
acuerdo, ¿acepta o no?
- Depende
las condiciones.
- ¿Nos
vemos ahora y hablamos?
- Perfecto
la espero.
Soledad sabe
que lo tiene controlado. Sabe que es una empresa pequeña y que no va a negar
una oferta así.
A pesar de
haber estado juntos durante la semana el ambiente en el vestuario sigue siendo
tenso.
El 5-0 en
casa del enemigo hace mucho daño y nadie consigue decir las palabras adecuadas
para conseguir pasar página.
Ni los
capitanes, ni los veteranos, ni Xabi Alonso, que es el jugador que lleva el
peso del equipo en el terreno de juego. Sus palabras no hacen efecto. No animan
al resto de la plantilla.
Mientras se
cambia Mesut observa a sus compañeros cambiarse cabizbajos.
Quiere decir
algo pero sabe que es difícil porque es un recién llegado y el español no lo
habla bien.
- Animaos
no es el fin del mundo – dice sin ni siquiera pensarlo.
- Al
fin alguien positivo – dice Gonzalo.
- Hablo
en serio. Solo es un partido.
- No
es un partido, ES EL PARTIDO – interrumpe Pepe resaltando las tres ultimas
palabras.
- Pero
no el último, jugaremos más y serán diferentes, muy diferentes. Dentro de 2
días jugamos contra el Valencia y no podemos jugar ese partido en nuestra casa
y con nuestra afición pensando en el Barcelona.
- Hemos
perdido la liga – dice Marcelo.
- Acabamos
de empezar, queda mucha liga. Antes del partido me avisaron de que no iba a ser
fácil – mira a Ramos – y no le hice caso. Ahora nos toca levantar la cabeza y
sacar la casta para seguir sumando, algún día pincharan ellos.
- No
lo harán – dice Arbeloa.
- Quien
no tiene que perder somos nosotros y meterles presión.
- Con
la ayuda arbitral que tienen nunca perderán – insiste Pepe.
- Chicos
Mesut tiene razón – le apoya Sergio-. Tenemos que seguir peleando y ahora más
que nunca tenemos que estar unidos.
- Tenemos
que ser más que compañeros de equipo – añade Xabi Alonso.
- Tenemos
que ser una familia – concluye Cristiano.
Y tras la
frase del ’7’ del equipo todo el vestuario se funde en un gran abrazo.
Una llamada
a la puerta y un grito de - todos al
campo - rompe el abrazo pero no las sonrisas.
- Que labia tienes – le dice Kaká a Mesut cuando se
disponen a salir del vestuario.
Con un
rostro serio pero feliz por dentro los jugadores del primer equipo del Real
Madrid preparan el choque que tienen contra el Valencia en el Santiago
Bernabéu.
Male esta
sentada en el centro de una de las aulas de su escuela.
Pensando.
Recordando esos momentos. Esos pocos momentos que fueron muy intensos.
Por alguna
razón que todavía no ha descubierto y que no tiene que ver con su lesión,
Gonzalo no es el mismo. Esta diferente. Algo ronda por su cabeza que le hace
estar distante con ella.
En los
momentos en los que no quiere pensar y su mente es lo único que hace solo puede
bailar.
Bailando despeja
la mente. Solo hay música.
1, 2 y 3
horas bailando…
Sin cansarse…
Sin pensar….
La música
deja de sonar y su cuerpo deja de bailar. Volviendo a su mente esos
pensamientos que quiere evitar.
Rápidamente
baja a recepción a por un bolígrafo y folios. Vuelve a la sala y justo en medio
se sienta. Se sienta a escribir todo lo que le sale del alma.
Tachón tras
tachón. Infinidad de folios arrugados termina de escribir.
Coge sus
cosas y pone rumbo al coche para entregarle la carta al destinatario.
Dentro del
coche y ya conduciendo su mente piensa y decide que no puede entregarle la
carta. No es el momento. No hasta descubrir cual es la razón de su actitud.
Male coge el
móvil y marca el número de la única persona que puede ayudarla.
- Por
favor Ali necesito verte.
- ¿Tan
urgente es?
- Sí.
Si quieres te llevo allí.
- Llamo
a Sergio y se lo digo. Estoy en el bar que nos conocimos.
- En
10 minutos estoy allí.
Male cambia
de dirección y pone rumbo hacia el lugar donde empezó su amistad con Alicia.
Por otro
lado Alicia se disculpa una y mil veces con su amiga Macarena.
- De
verdad Ali no te preocupes. Nos vemos mañana y continuamos hablando.
- Me
sabe mal porque tu también lo estas pasando mal.
- No
te creas.
- ¿Segura?
- Puedo
esperar y por lo que has dicho esa chica no.
- Lo
esta pasando mal por Gonzalo y nadie sabe el motivo.
- No
me cuentes nada, no hace falta.
- Si
necesitas algo me llamas.
Se funden en
un abrazo y cuando Alicia divisa a Male por la cristalera de la cafetería sale.
De camino al
local en el que se encuentra Sergio ultimando algunos detalles en los que debe
participar como padrino de la fundación Male le cuenta a Alicia los motivos por
la que la ha citado a última hora.
- ¿Cómo
que te vas? No puedes irte sin saber por qué estáis así.
- Es
lo mejor.
- No.
- Tú
lo hiciste – la mira de reojo.
- Yo
sabia los motivos, tu no.
- Así
los sabré.
- ¿Tan
segura estas de que yéndote vas a descubrir que le pasa?
- No,
y ahí entras tú.
- ¿En
que lío me vas a meter?
- En
ninguno. Solo me voy unos días y que vuelva depende de Gonzalo.
- ¿Qué
tramas?
- Saca
un sobre que hay en el bolso – le señala el bolso que esta encima de la guantera.
- ¿Cuál?
– rebusca en el bolso.
- El
único que hay – la mira.
- Guapa,
aquí hay 3 – se los muestra.
- El
que pone para Gonzalo.
- ¿Qué
hago con el? – guarda los otros 2 sobres en el bolso - ¿se lo doy a Sergio para
que se lo de a Gonzalo?
- No.
Tienes que observarlo y…
- No
voy a espiar a Gonzalo – interrumpe.
- No
es espiarlo es averiguar si hay otra chica.
- Si
tan segura estas de que hay otra chica pregúntaselo directamente.
- No
me dice nada, apenas hablamos. El lunes ni hable con él ni vino a mi casa.
- ¿No
le has visto en toda la semana?
- Le
vi ayer, pero como si nada.
- El
martes estuve con él y tenía los ojos brillantes, pensé que era por ti.
- Yo
también se lo note por eso necesito que hagas esto.
- ¿Cuándo
quieres que se la de?
- Te
iré llamando para que me digas que vas descubriendo.
- Aparca
aquí – le dice señalándole un hueco-. Sabes que no puedo hacerlo sola, ¿verdad?
- Sí.
- Vamos
a comentárselo a Sergio.
Male aparca
el coche donde Alicia le ha indicado y entran al local donde esta Sergio y en
el cual también se encuentran Soledad, Lara y los pintores.
Bajo la
atenta mirada de todos los presentes Sergio recibe a Alicia muy amorosamente.
Después de
unos minutos parados y pensativos Male da una buena idea y tras de colaborar
todos, algunos con mala cara, Male y Alicia le cuentan a Sergio el plan para
sacarle información a Gonzalo.