97.
Mi familia tengo que elegirla yo.
A la salida
de las clases Alicia se dirige a la cafetería de la calle de atrás de la
universidad donde la esperan Nicole y Macarena.
En el
momento en el que esta recogiendo sus cosas se siente observada por 2 de sus
compañeros y justo antes de salir de clase Laura y Juan la detienen.
- ¿Te
vienes a tomar un café? – pregunta Laura.
- Lo
siento no puedo me están esperando.
- Tus
dos nuevas amiguitas – la mira con rabia Laura.
- No
tengo por qué darte explicaciones pero sí.
- Desde
que los conociste solo vas con los de la otra clase – dice Juan.
- Los
de la otra clase no me han dejado de hablar por influencias de nadie.
- Llevamos
casi 3 años yendo juntos – insiste Juan.
- Yo
no fui la que os dejo tirados y si me disculpáis tengo que irme.
El camino a
la salida del campus es largo y el mundo es un pañuelo. La persona que menos te
esperas encontrarte te la encuentras.
- Hola
– la para Omar.
- Omar
– dice con una sonrisa partida y un abrazo.
- No
pensé que me saludarías así.
- ¿Por
qué no iba a saludarte?
-
Me
evitas.
- No
te evito.
- La
entrevista – la mira expectante.
- Me
tocó otro deporte.
- Sé
que podíais elegir y que el rugby te gusta más que el voleibol.
- ¿Me
espías?
- Le
pregunte a una chica de tu clase, pero no te bajes de la rama.
- No
es que te evite es que me da vergüenza volver a verte. Me llevaste al hospital
y en el campo estábamos hablando y prácticamente te dejé colgado.
- ¿Sólo
es eso? Uff… – suspira – que peso me quitas.
- ¿Cómo?
– lo mira.
- Pensé
que te había caído mal o que no te dejaban acercarte a mí.
-
¿Quién
no me va a dejar?
- El
futbolista ese que llegó cuando estábamos hablando.
- ¿Mesut?
- sonríe – sólo somos amigos.
- Bueno
os vi y pensé que era el causante de que estuvieras medio llorando y comiendo tanto
helado.
- No,
no fue por su culpa. Él me estaba ayudando.
- ¿Tienes
problemas? – pregunta preocupado.
- No,
ya no – sonríe mirando el móvil-. Gracias por preocuparte.
- Si
tienes prisa vete – mira las manos de Alicia.
-
No
te preocupes, que esperen.
- Con
que si que engañas a Sergio – dice un chico al pasar por al lado de Omar y Alicia.
- Alberto
– reconoce la voz-, cambia el discurso que ya rayas – lo mira con los ojos en
blanco.
- Vámonos
– le pide Omar pasando el brazo por encima de los hombros de Alicia.
Conversando,
Omar acompaña a Alicia a la salida de la universidad, se dan los números de
teléfono, un abrazo y quedan en llamarse.
- Lo
siento – dice Alicia conforme se acerca a Macarena, apoyada en la puerta del
bar-, me han distraído.
- Nic
esta dentro – la contesta Macarena sin moverse.
- Fumar
mata chata – la saluda con un beso en la mejilla.
- De
algo hay que morir – dice mirando a la acera de enfrente-. Ahora entro – gira
la cabeza para mirar a su amiga entrar al bar.
A pesar de
la mirada perdida Macarena reconoce a un grupo de chicos los cuales entran a la
cafetería de la acera de enfrente. De dos caladas se termina el cigarrillo y
entra.
- Que
pálida estas – dice Alicia cuando Macarena se sienta.
- ¿Estás
bien? – pregunta Nicole.
- Sí
– mira de reojo por la cristalera.
El rato que
pasan en la cafetería es agradable, divertido y un poco escandaloso. Como
siempre que se juntan las tres.
La cosa
cambia cuando una misteriosa Nicole abandona la cafetería dejando a Alicia y
Nicole solas.
- Como
se nota cuando no esta Nic – dice Alicia.
-
Sí
– dice Macarena sin saber muy bien a que contesta.
-
Pues
me dicen por el pinganillo que mañana cae un meteorito en la universidad.
-
Sí
– vuelve a contestar con la misma actitud.
- Madre
mía, como estamos – dice Alicia en voz baja a la vez que mueve la cabeza en
negación.
- ¿Qué?
¿Un meteorito? ¿Dónde? ¡Cuando! – sale Macarena de su mundo.
- ¿Ya
estás en la Tierra? – La mira.
- Tú
y tu ironía – la mira con los ojos en blanco.
- ¿Qué
te pasa que llevas unos días muy rara?
- No
me pasa nada, estoy bien – le dice con una sonrisa partida.
-
¿Segura?
- Que
sí, no te preocupes que estoy bien – no deja de sonreír ni un solo minuto-.
¿Quieres que te lleve a casa?
- Viene
Sergio pero gracias – le devuelve la sonrisa.
- ¿Y
va a tardar mucho? – mira el reloj.
- No creo
pero si quieres vete ya. No pasa nada.
- No
tengo nada que hacer.
Se cuentan cosas que les sucedieron antes de conocerse, hablan
del presente y de donde creen que estarán en el futuro. Llega Sergio y tomando
un café y como 3 madridistas mas hablan sobre el nefasto partido y la rueda de
prensa de Sergio. Al terminar la agradable conversación acompañan a Macarena a
su coche, sin tener fortuna.
- ¡Sergio,
Ali! – grita alguien desde la acera de enfrente.
- Si
son Alvarito y los chicos – sonríe Alicia.
- Vamos
a saludarles.
- Yo
me voy – dice Macarena.
-
Tú
te vienes – la agarra Alicia de la mano-, y te los presentamos.
- Que
no, de verdad – insiste Macarena.
- Has
dicho que no tienes nada que hacer así que chitón.
Con mala
cara y sin rechistar Macarena saluda a todos los chicos que Sergio le presenta,
aunque sabe quién es quién no dice nada.
- No
sabia que veníais por esta zona – dice Sergio intentando mirar a los cinco.
- Sólo
hemos venido a por Jesé para ir al entreno – dice Juan Carlos.
-
¿Vives
por aquí? – Mira Alicia a Jesé.
-
Voy
a la uni de aquí – le echa un vistazo a Macarena después de mirar a Alicia.
- ¿Enserio?
– Dice Sergio – ya tengo quien me la vigile – le da un abrazo a Alicia.
- Vosotros
sois quien me lo tenéis que vigilar – sonríe Alicia a la vez que pasa los
brazos por la cintura de Sergio.
- Tranquilo
que lo haremos – dice Morata.
- Ojo
que subes mucho con nosotros – amenaza Sergio de broma señalándole con el dedo.
- Tengo
que irme – mira Macarena a Alicia – además llamáis mucho la atención. Encantada
de conoceros – los mira a los cinco terminando por Jesé.
- Adiós,
igualmente – dicen los cuatro canteranos a la vez.
- Espera
– dice Alicia yendo tras ella.
-
Lo
siento Ali, pero tengo que irme – camina a la vez que se enciende un cigarrillo.
- Maca
– la frena de un tirón en el brazo.
- Sabes
que no me gusta que me llamen así – la mira fijamente.
- Lo
sé, pero he conseguido lo que quería que te pares y me mires.
- ¿Qué
quieres?
- ¿Qué
es lo que te pasa con uno de los canteranos?
- Estas
de coña, ¿no? – se ríe.
- ¿Tengo
cara de estar bromeando? – dice muy seria y cruzada de brazos.
- No
los conozco, me los acabáis de presentar – gira la cabeza hacia el grupo de los
canteranos, algunas chicas y Sergio, que al ver los ojos de ambas clavados en
ellos dejan de mirarlas.
- Hay
uno que no, que ya le conocías – vuelve a mirar a Macarena-, y sé quien es.
Macarena
suspira y dice.
- ¿Qué
estudias psicología o periodismo?
- Qué
es lo que pasa.
- Ahora
prefiero no hablar – mira de reojo a Jesé.
- Mañana
antes de las clases hablamos – le da un abrazo.
- No
tengo – empieza a saltar con una sonrisa de oreja a oreja.
- Jodo
maña que rápido cambias de opinión.
- No
soy maña.
- Lo
sé y qué – la vacila en tono de broma.
- Cuando
acabes las clases llámame.
- Adiós
petarda.
Macarena
continúa su camino hacia el coche y Alicia vuelve con Sergio para despedirse de
los canteranos, a continuación van a la casa del centro de la ciudad donde
Paris los espera con bandera, bufanda y equipación del Barcelona para burlarse
de ellos.
- ¡Cuidado!
– la coge Sergio a corderetas - ¡que nos infectamos! – le hace el avión por
todo el salón.
- Sergio
bájala que acaba de cenar – dice Vanesa.
- Hola
enana – dice Alicia dándole un beso.
- ¿Me
das uno a mí? – le pide Sergio agachándose a su altura.
- Lo
sento – dice Paris dándole un beso en la mejilla - ¡Vica Barça!
- La
madre que la echó – dice levantándose.
- Que
palizón – dice Vanesa riéndose.
- Venga
va, ya vale – pide Alicia sentándose en el sofá.
- Dormís
aquí? – los mira Vanesa.
Sergio y
Alicia se miran y contestan que sí. Tras cenar los 3 y ver un poco la
televisión Vanesa se mete a su habitación y Sergio y Alicia a la suya.
Después de
pasar toda la tarde y cenar con su hermano, su amigo y algunos compañeros del
equipo Mesut Özil llega a casa volviéndose a encontrar la escena que días atrás
se encontró y no le agradó.
Quiere dejar
de lado todas las movidas en las que su padre quiere meterle así que pasa por
la cocina a coger una botella de agua y se sube a su habitación.
Tumbado en
la cama escuchando música a través de los audífonos deja pasar el tiempo hasta
que los ojos se le cierren solos y suene el despertador para comenzar un día
nuevo.
- Baja
a saludar – entra Mustafa interrumpiendo los pensamientos de su hijo.
- Papá
– se quita el casco derecho – por si no te has dado cuenta estoy durmiendo – dice
mirándolo pero sin inmutarse.
- Con
música no se duerme, baja saluda y dinos tu respuesta.
- No
os voy a dar ninguna respuesta, si Eylem quiere quedarse en Madrid que se
busque algo.
- Sois
novios y tenéis que estar juntos.
- No
somos novios y sé perfectamente que queréis que se quede aquí para tenerme
controlado.
- Solo
te estoy ayudando a sentar la cabeza y formes una familia.
- Mi
familia tengo que elegirla yo.
Al terminar
la frase Mesut se levanta de la cama, coge una chaqueta de chándal de encima
del sofá que tiene en la habitación y pone rumbo escaleras abajo.
Da unas
vueltas por el jardín junto a su fiel amigo Rocky y se sienta en una de las
tumbonas que tiene al fondo del jardín.
Desde ahí puede
ver las siluetas que se ven a través de las cortinas.
Sabe que es
de mala educación no pasar por el salón a saludar pero se siente muy presionado
por su padre. Mustafa quiere que Mesut sea de una forma de la cual no quiere
ser.
Es joven y si
la chica a la cual quiere de verdad lo quisiera de la misma manera no le
costaría ningún sacrificio formar una familia pero no es el caso y como no es
el caso a sus 22 años quiere disfrutar a tope de la vida que posee ahora.
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