lunes, 20 de agosto de 2012

FIC CVIII


108. Hay viajes que no importan.

Alicia se levanta temprano para terminar de preparar la maleta y todo lo que tiene que llevarse a Barcelona. No quiere despertar a nadie, con cuidado para no hacer ruido se mete en el baño para ducharse. Sergio al notar lo mismo que todas las mañana que se acuesta junto a Alicia nota mira la hora y sale de la habitación en busca de Alicia, escucha caer el sonido del agua y sin encender ninguna luz y sin llamar a la puerta entra al baño.

-          Son las 6:30 de la mañana vuelve a la cama – dice cerrando la puerta.
-          Quien debería volver a la cama eres tu – dice Alicia mirándolo a través de la pequeña raja de la puerta de la ducha.
-          Entre que te acostaste tarde y que no has dejado de dar vueltas no has dormido nada.
-          No podía dormir – lo observa acercarse a ella.
-          Fíjate que no me había dado cuenta – dice con un tono irónico abriendo del todo la puerta de la ducha.
-          Muy gracioso – le sonríe.
-          Si sabes sonreír – le coge la mano.
-          Te voy a mojar – lo mira.
-          No me gusta despertarme y no ver tu cara – le da un beso en la mano-. ¿Qué es lo que te pasa? – tira del brazo de Alicia para acercarla a él-, hace varios días que no sonríes – besa el brazo desnudo de Alicia.
-          ¿Me abrazas? – lo mira a los ojos.
-          No tienes ni que preguntarlo – dice a la vez que pasa sus brazos por la cintura de Alicia para abrazarla.
-          Estoy cansada y no quiero ir a Barcelona – confiesa rodeando el cuello de Sergio con los brazos.
-          Ojalá pudiera ir contigo – le da un beso en el cuello-. Ya verás como todo saldrá bien.
-          No quiero pasar otro fin de semana lejos de ti. Quería ir a Zaragoza y verte jugar allí – apoya la cabeza en el hombro de Sergio.
-          Aun así no me verías – apoya la cabeza en la de Alicia.
-          ¿Cómo que no? – lo mira.
-          El míster me dijo ayer que no jugaría ante el Zaragoza.
-          ¿Por qué no?
-          Dejemos de hablar de trabajos – besa el mojado cuello de Alicia-. No hables-, la calla deslizando suavemente los dedos sobre su boca.

La directa mirada de Sergio a los ojos de Alicia provoca en su cuerpo un sofocante ardor y una sensación de deseo que solo él puede apagar. Con un largo silencio, casi como en un sueño, Sergio entiende el significado que los ojos de Alicia le gritan.

Lentamente sube y baja la palma de la mano por la desnuda espalda de Alicia delineando la curva de sus caderas. Sin dejar de sentir los húmedos y fogosos labios de Alicia sobre su cuello Sergio se desprende de sus ropas dejando que las sensibles puntas de los senos de Alicia choquen con su amplio pecho.

Con la aceleración de ambas respiraciones Alicia empujada por Sergio, a la vez que lo arrastra, llega al tope de la fría pared de baldosas sin dejar que sus manos se desplacen por la espalda de Alicia hasta cerrarse en sus nalgas y levantarla. Con la piel caliente y resbaladiza por el agua que cae sobre ellos se unen. Se unen en un solo cuerpo. Lo único que sujeta a Alicia son sus manos aferradas en los hombros de Sergio y la tensión que ejerce sobre él más abajo.


En casa de Mesut Özil es hora de despertarse y lo hace junto a Eylem, cuando termina de ducharse la despierta y baja a desayunar para que se duche tranquila. Mesut, Mustafa, Mutlu y Ümit están desayunando tranquilos cuando Eylem aparece todos la miran pasmados. Mesut se levanta, le da un beso en la mejilla y le cede su silla.

-          Buenos días - dice Eylem a la vez que se sienta.
-          ¿Zumo, café? – le ofrece Mesut con una sonrisa.
-          Café gracias – le mira Eylem sonriendo.
-          ¿No os dais un beso en la boca? – dice Mutlu.
-          Vale – dice Mesut mirando a su hermano-, y papa hoy organizamos aquí una cena con sus padres.
-          ¿Y por qué? – pregunta Mustafa.
-          Queremos deciros algo – contesta Mesut.
-          ¿Tu novia no tiene lengua? – pregunta Ümit riendo.
-          Muy gracioso – contesta Eylem mirando a Ümit.
-          ¿Y qué comida vas a encargar? – vuelve a preguntar Ümit sin dejar de reírse.
-          Ninguna, cocino yo – deja la taza encima de la mesa-. Si has terminado te llevo al hotel – mira a Eylem.
-          Si, gracias – dice ella.

Eylem pasa por el salón para coger el bolso, donde la noche anterior lo dejo y se encamina al coche donde Mesut se encuentra metiendo sus cosas al maletero.

-          ¿En serio vas a cocinar? – dice Eylem sonriendo y mirando a Mesut una vez ya está dentro del coche.
-          Si – le devuelve la mirada y la sonrisa a la vez que arranca el coche.

Por la ventana unos ojos los observan. Mustafa que no le convence la escena que acaba de presenciar observa a dos jóvenes reírse.

-          Papá deja de mirarlos.
-          No me fío – dice sin quitar la vista del coche de su hijo que desaparece por la entrada de la casa.
-          ¿No nos has dicho que los pillaste en la cama medio desnudos? Mesut no se mete en la cama con una chica así porque si – insiste Mutlu.

Mustafa sin estar convencido de las palabras de su hijo mayor y de la relación de su hijo menor con Eylem se sienta para continuar con el desayuno.


Después del examen Alicia no tiene nada que hacer antes de coger el tren junto con Santiago y el profesor para poner rumbo a Barcelona y lo aprovecha para hablar y despedirse de sus amigas. En la cafetería de la universidad conversan y aprovechan el poco tiempo que Macarena y Nicole tienen antes de volver a clases.

-          ¿Tenéis algo que contar? – dice Alicia sonriendo y mirando a Nicole-. Quiero irme a Barcelona llena de cotilleos.
-          No – dice Nicole sonriendo y mirando a Macarena.
-          No – contesta Macarena-. ¿Y tu cotilla? – mira a Alicia.
-          Yo si – sonríe-. El miércoles estuvimos Nic y yo en el Bernabéu.
-          Guay – dice Macarena pasivamente.
-          Y como dijo Gonzalo vimos a la gente que se rascaba el culo.
-          ¿Qué desagradable no? – la mira Macarena con cara de asco.
-          Lo vimos todo – dice Alicia.
-          Todo, todo – añade Nicole.
-          Guay – continúa Macarena hablando pasivamente.
-          No tengo todo el día – dice Alicia poniéndose seria-, desembucha ya.
-          ¿Qué desembuche qué?
-          ¿Carvajal o Jesé? – suelta Alicia.
-          ¿Así sin anestesia? – pregunta Macarena mirando a Alicia.
-          Sin anestesia – afirma ella devolviéndole la mirada y asintiendo con la cabeza.
-          Ni uno ni otro – confiesa Macarena.
-          ¡Ah! ¿Pero que hay un tercero? – pregunta Nicole mirando a sus amigas.
-          No te enteras de nada – dice Macarena riendo y mirando a su amiga.
-          Y lo feliz que es ella en su mundo – la mira Alicia sonriéndole dulcemente.
-          Hablad y si pillo algo opino – dice Nicole con una gran sonrisa.
-         ¿Qué paso con Jesé? – pregunta Alicia.
-         No fue.
-         ¿Y qué hacías en el Bernabéu con Carva?
-         Llegue y me lo encontré. Estaba esperándome para disculparse en nombre de Jesé y como le sobraba una entrada me invito a ver el partido.
-         ¿Y ya? ¿No te dijo nada más?
-         No sabía el motivo por el que Jesé no quería acudir a la cita, nada más.
-         ¿Has hablado con Jesé?
-         Con ese no tengo nada que hablar.
-         ¿Y con Dani?
-         No, me llevo a casa después del partido y punto.
-         ¿Y qué tal estás? – se preocupa Alicia.
-         Cabreadísima con Jesé – dice con rabia.
-         Mándalo a la mierda – dice Nicole.
-         Y bueno… - cambia Macarena de tema-, ¿y tú qué? – mira a Nicole - ¿Cómo conociste a Di María?
-         Fue…
-         ¡No! – grita Alicia escuchando la melodía del móvil-, hazlo cuando estemos juntas.
-         ¿No cogéis el tren a las 5? – pregunta Macarena mirando el reloj del móvil -Queda más de una hora – la observa levantarse.
-         Si pero tengo que ir a casa a por la maleta y quiero pasar esta hora con Sergio – dice con una sonrisa de oreja a oreja.
-         Que contenta estás – dice Nicole.
-         Si – dice Alicia sin dejar de sonreír.
-         Yo no puedo. Voy a estar lejos de Ángel dos días y se me va a hacer eterno, tres ya ni te digo.
-         Cuando te despiertas junto a él y sabes que vas a volver a acostarte junto a él no importan estos viajes.
-         Qué bonito – dice Macarena con una sonrisa – y vomitivo – añade  con mueca de disgusto.
-         Ya te enamoraras ya – dice Nicole mirándola.
-         Nic – le llama Alicia la atención.
-         Perdón  - le da un beso a Macarena en la mejilla.
-         Nos vemos el lunes chicas – le da un fuerte abrazo a cada una.
-         Mucha suerte – dicen ambas a la vez.
-         Si veis a Santi decidle que me llame.

Antes de ir a la estación para que Alicia se suba a un tren con dirección a Barcelona Sergio no se separa de ella, la hora que tienen la pasan tumbados en el sofá abrazados, hablando y riendo.


Después de pasar a buscar a Eylem al hotel en el que la chica turca y sus padres se están alojando durante su estancia en Madrid se pasan por el supermercado en el cual el turco-alemán hace sus compras. Ya con todo lo necesario los dos se meten en el mundo de la cocina. A la llegada de Mustafa, Inci y Tarkan se los encuentran restregándose, el uno al otro, harina por la cara. Como dos niños pequeños agachan la cabeza intentando aguantar la risa.

-          ¿Está la cena? – pregunta Mustafa.
-          Eh…- se miran-, no – masculla Mesut-. Deja de reírte – le cuchichea a Eylem dándole un codazo.
-          Acabadla y cambiaros  - ordena Mustafa.
-          Ni que tuvieran prisa – refunfuña Eylem cuando vuelven a estar solos en la cocina.
-          Terminemos – pide Mesut tocándole la nariz a Eylem manchándola,  a su vez, de harina.

Sentados alrededor de la mesa cenan hablando, otra vez, de la infancia de Eylem y Mesut. Avergonzados por las historias que sus padres cuentan deciden recoger y sacar el postre.

-          ¿Cuándo se lo vamos a decir? – pregunta Eylem.
-          ¿En el café? – dice Mesut frunciendo el ceño.
-          Como eres – sonríe a la vez que acepta la bandeja de pastelitos que Mesut le entrega.

Eylem deja en la mesa la bandeja de pastelitos variados. Nada más sentarse Mesut en su sitio Tarkan pregunta.

-          ¿Qué queríais decirnos?
-          Voy a por el café – dice Mesut levantándose rápidamente.
-          Mesut, no – castañea Eylem entre dientes levantándose.
-          ¿Qué pasa, hija? – mira Inci a su hija.
-          Nada mamá – le devuelve Eylem la mirada a la vez que se vuelve a sentar en su sitio.
-          ¿Qué tramáis? – desconfía Mustafa.
-          Nada – contesta Eylem seria.
-          ¿Qué hacíais anoche metidos en la cama de Mesut?
-          ¿Cómo que en la cama? – dice Tarkan alterado mirando a su hija.
-          Iré a por Mesut – se levanta para dirigirse a la cocina-. ¿Te estás escaqueando? – le pregunta a Mesut una vez lo tiene delante.
-          No, vamos. Ya sé que decirles.

Los dos aparecen en el comedor portando tazas y el café.

-          ¿Qué le has hecho a mi hija? – le pregunta Tarkan a Mesut.
-          El café – deja Mesut la jarra sobre la mesa-. Me da igual que no nos creáis – coge las tazas que Eylem lleva para dejarlas en la mesa- pero estamos juntos.
-          Hija en dos días te casas con Azad.
-          ¿Y quién es ese eh? Con ese te casas tú.
-          Habla con respeto a tu madre – pide Tarkan.
-          ¿Y a mí quien me respeta? ¿Quién respeta la decisión de que nos queremos? – agarra con fuerza la mano de Mesut.
-          ¿Hijo, es eso cierto? – mira Mustafa a su hijo.
-          Si – dice firme mirando a su progenitor-,  no nos vais a separar.

Mesut estira de la mano de Eylem para llevársela a la habitación y perder de vista a sus padres.

-          No está bien mentir – dice Eylem observando a Mesut sentarse en la cama.
-          ¿Qué prefieres mentirles o casarte con alguien que no conoces?
-          Mentirles.
-          Hija – se escucha la voz de Inci tras la puerta.
-          Pon a la vista la maleta – susurra Mesut- y abre.
-          ¿Qué quieres mamá? – dice Eylem después de abrir la puerta.
-          Vuelve al hotel por favor- le pide.
-          No, voy a quedarme con Mesut. Nos da igual que este llena la casa.

2 comentarios:

  1. Esta muy bien tu fic, junto con el de solei este es mi favorito, ánimo y sigue escribiendo ;)
    Por cierto lo de Nuevo Rumbo es algo así como la continuación de esta historia ??

    Espero el siguiente capítulo :D

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    1. Efectivamente. Así es. Nuevo Rumbo es el “presente” de Özil narrado por su hija mientras que también enlaza como a trascurrido su vida hasta llegar a ese momento. Gracias por tu comentario y leer la historia.

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