Cuando el balón se detiene. Capítulo 13.
Riccardo
y yo seguimos en el jardín hablando, continuamos conociéndonos. Nos gastamos
bromas, reímos, parece que nos conocemos de toda la vida. No hay movimiento por
la casa así que sospecho que Alicia lee y Mesut juega a la play con Pablo,
Marcus y Terry.
·
Me
dijiste que eres muy del Madrid pero no que eras tan, tan aficionada.
·
¿Por
qué?
·
¡Persigues
a los futbolistas!
·
¿Yo?
¡No! - ¿en serio cree que soy una acosadora de futbolista? Tal vez si no lo
necesitara.
·
¡Tienes
montones de fotos con jugadores y deportistas!
·
¡Pero
si son como mis tíos!
·
¿¡Qué!?
Explícate.
·
¿Qué
quieres que explique?
·
Nadie
dice 'son como mis tíos' refiriéndose a futbolistas grandes.
·
Mis
padres pertenecen a ese mundo del fútbol y el deporte.
·
No
te creo.
·
¿No
has reconocido a mi madre?
·
Me
suena pero no la sitúo.
·
Ven - me levanto y le agarro la mano.
Tiro
de él y nos plantamos frente al enorme ventanal del salón donde mamá lee y papá
y los enanos juegan con la consola. Mis sospechas eran reales.
·
Mira
a mi padre - señalo a papá.
·
¡No!
¡¿Enserio?! - dice sorprendido - ¿tu padre es Mesut Özil? ¿El mejor futbolista
del mundo después de Zizou?
·
El
mismo - sonrío mirando a mi familia.
·
Pero,
¿y tu apellido? - Me mira anonadado.
·
Bueno
a mi madre nunca le ha gustado eso de que le pongan la alfombra por ser
quien es o por estar casada con quien está, así que como en España su apellido
es muy común cuando nací estuvieron de acuerdo en utilizarlo en colegios y esas
cosas para protegernos.
·
¿Te
avergüenzas de llevar el apellido de tu padre?
·
¡NO!
En absoluto, pero me di cuenta de que con el apellido Özil hay más interesados
que amigos.
·
Hablas
como si tuvieras más de 20 años - me mira con esos ojos azules brillantes.
·
¿Halago
o insulto? - le miro frunciendo el ceño.
·
Halago,
halago - sonríe.
Volvemos
a las tumbonas y unas dos horas después mamá persigue a los tres
mosqueteros que salen corriendo al jardín y se tiran a la piscina de bomba.
Alicia enfadada les reniega cosa que se pasan por el pito del sereno. Echa un
vistazo a Riccardo y dice.
·
Hace
calor y os vais a achicharrar, meteos vosotros también. Y por favor retenerlos
aquí.
·
Entendido
mamá, queréis intimidad - la miro sonriendo.
Mamá
entra de nuevo en casa y avergonzada miro a un Riccardo sonriente.
·
¿Qué?
·
¿Enserio
sabes que quieren intimidad?
·
No
pienses mal, se pasan horas abrazados y mirándose.
·
Se
nota que sois una familia unida.
·
Quién
lo diría eh - río-. ¿Te apetece meterte? - Señalo la piscina con la cabeza.
Los
cinco estamos en el agua, con cuidado, nos hacemos aguadillas, Riccardo los coge
en volandas y los tira al agua, jugamos a voley.
Pablo
y Riccardo VS Terry Marcus y yo.
En
medio del improvisado partido interrumpe Mesut pidiéndole a Terry que
salga y se seque que en 10 minutos vienen a buscarle. Con la mirada, papá, me
pide que me asegure de que se seca bien. Salgo antes que Terry para coger un
par de toallas dejando a Marcus y Pablo jugar contra Riccardo. Envuelvo a Terry
en la toalla grande y le seco el pelo con la pequeña.
·
¿Vas
a dejarlo con mi hermano? - pero qué coño... que inteligentes son los niños de
hoy en día.
·
Eso
son cosas nuestras, Terry - intento no tocar ese tema. Ya no quiero tocarlo
hasta dejar las cosas claras con Josh.
·
Me
caes bien y no quiero que te alejes de nosotros. Me divierto mucho con Pablo -
confiesa triste.
·
Ey
Terry - le acaricio la mejilla-. No llores, lo que hagamos Josh y yo no
influirá en tu amistad con Pablo y Marcus. Sois amigos y seguro que para
siempre - le abrazo.
Pobre.
Sabía que, a pesar de ser muy travieso; como todos los niños de 10 años, es un niño
muy sensible pero no me había dado cuenta de que era tan sensible. Cuando está
seco entra al baño para cambiarse.
Me
quedo mirando al interior de la casa.
·
En
cinco minutos fuera - le dice papá a Marcus y Pablo-. ¿Qué ha pasado con Terry?
– me pregunta cuando esta junto a mí.
·
Me
siento mal. Cree que si Josh y yo lo dejamos él dejará de ver a Pablo y a
Marcus.
·
Seguro
que has sabido tranquilizarle - me abraza.
·
Papá,
¿y si hago daño a cuartas personas por pensar en mí? - le pregunto apoyando la
cabeza en su pecho.
·
¿No
te duele la cabeza de pensar tanto? - bromea dándome un beso en la cabeza.
·
Ducharos
antes de irnos - le ordena mamá a Pablo y Marcus.
·
Voy
a... - señalo la piscina.
·
Ve
- sonríe papá.
Y
en un suspiro me quedo sola en la piscina con ese chico alto de ojos azules. Me
tiro de cabeza y cuando salgo del agua Riccardo está de pie en el borde de la
piscina.
·
¿Te
vas? - le observo. Por alguna extraña razón no quiero que se marche.
·
Sí
- sacude la cabeza como un perro para quitarse un poco el agua.
·
¿Por
qué?
·
No
creo que a tu padre le haga gracia que su hija de 16 años se quede sola en su
piscina con un chico de 19 años que acaba de conocer.
·
Ya
te dije que sé cuidarme sola. Además todavía anda por ahí.
Sonríe.
·
Más
a mí favor. Quiero salir vivo de esta casa - ríe.
·
Si
no le hicieras gracia ya te hubiera echado. Pero a patadas - río.
·
No
vas a convencerme.
·
¿Qué
harías si me estuviera ahogando?
·
Eso
no va a pasar porque he visto que nadas perfectamente.
·
Pero
aquí no toco - me dirijo al lado que cubre 1,80. No quiero que se marche y voy
a hacer lo que sea para que se quede.
·
No
lo hagas - me advierte señalándome.
·
¿O
sino qué? - sonrío pícaramente.
Me
sumerjo sacudiendo los brazos y sacando la cabeza gritando, en voz baja para
que no se asusten mis padres <<socorro>>. Se queda parado,
asustado. Sin saber si bromeo o me ahogo de verdad. Se lanza y en menos de un
minuto está dentro del agua. Frente a mí. Sonrío victoriosa.
·
Con
eso no se juega - dice serio.
·
¿Estabas
preocupado? - Me acerco a él.
·
Que
va. Sabía que era una broma.
·
Si
ya, seguro.
·
Nunca
sé lo que va a salir por tu boquita - sin apartar su mirada de la mía coloca su
dedo sobre mi boca.
Se
acerca más a mí agarrándome por la cintura para no sumergirme. Entre nuestros
cuerpos no hay sitio ni para el aire. Nuestras respiraciones se aceleran y los
labios están dispuestos a unirse. Un silbido nos da un golpe y nos envía de
nuevo a la tierra. Me suelta y rápidamente me alejo unos centímetro de Riccardo
y veo a Mesut en el umbral de la puerta.
·
Tesoro,
tienes visit.
·
¿Quién
es?
·
Eh…
- Duda.
·
Papá
- le miro.
·
Josh
- dice al fin. Miro a Riccardo inmediatamente que pone los ojos en blanco.
·
Voy
- miro a mi padre-, dile que me seco y entro.
·
No
tardes – me pide papá.
·
Lo
siento - le digo a Riccardo antes de nadar hacia la escalera.
Cojo
una toalla me envuelvo en ella y me escurro el pelo. Al ver que sale del agua
me acerco a él con otra toalla.
·
No
sigas por favor - coloca sus manos sobre mis hombros evitando que me acerque a
él.
Me
quedo petrificada con la toalla en la mano, mirándole.
·
Tienes
novio y aunque te besaría ahora mismo - cierra los ojos. Ocultando dolor-, no
soy así. Respeto a tu novio y sobretodo te respeto a ti. Ve a hablar con él, ya
nos veremos.
¿Se
está despidiendo?
Me coge la toalla y me da un beso largo en la frente.
Me coge la toalla y me da un beso largo en la frente.
Sí.
Se está despidiendo.
¿Por qué me duele tanto?
¿Por qué me duele tanto?
Me
quito la toalla, la dejo en la tumbona y cojo mi camiseta. El bañador está
mojado pero me la pongo. Entro en casa dejando a Riccardo secándose. Por el
pasillo me cruzo a mi madre con ropa. Me abraza. Ella sale al jardín y yo voy al
salón donde están los enanos jugando.
·
¿Y
Josh? – les pregunto al no encontrarlo ahí.
·
Fuera
– me contesta Pablo.
Abro
la puerta. Josh no deja de dar vueltas con las manos en los bolsillos.
·
¿Por
qué no has entrado? - le pregunto.
·
Adiós,
Hazine - dice cuando Terry sale por la puerta.
·
Pero...,
mi padre me ha dicho que venías a verme - no entiendo nada.
·
Y
venía. Hasta que te he visto con el lumbreras ese.
·
Sólo
es un amigo.
No
escucha. Coge a Terry de la mano y se marcha. El pequeño me saluda con la mano mientras
se alejan.
Ahora
sí que la he jodido. Si va a dejarme tiene que decírmelo, no puede irse así,
sin decir nada.
Vuelvo
al jardín y no hay nadie. Otro que se ha ido. Y lo entiendo.
Cojo
el móvil que está encima de la tumbona y me siento. Llamo a Josh, que no me
contesta. Acto seguido llamo a Riccardo, tampoco me contesta.
Suspiro y me dejo caer en la tumbona con la cabeza tocando el césped.
Suspiro y me dejo caer en la tumbona con la cabeza tocando el césped.
·
Hija-
me saca mamá de mis pensamientos-, nos vamos con el tío Sami y la tía Lena.
·
Vale
- digo sin mover un sólo músculo de mi cuerpo.
Noto
sus pasos acercándose.
·
Riccardo
está en el baño de arriba - cambia su tono de voz tranquilo a un tono
esperanzador.
Me
incorporo y me siento.
·
Es
mejor que se marche. Ya me ha dicho que respeta a Josh y a mí. Con él está todo
hablado, hasta que no esté segura será todo distante.
·
Ay
mi niña- se sienta junto a mí y me abraza por los hombros. La abrazo y entierro
la cabeza en su pecho-. Me recuerdas tanto a mí cuando conocí a tu padre- me da
un beso en la cabeza.
·
Pero
tú huiste - ladeo un poco la cabeza para mirarla.
·
Sí.
En Londres siempre estaba dándole vueltas a lo cobarde que estaba siendo, en
ese momento me escondí pero nunca me ha gustado esconderme. Siempre he ido con
la verdad por delante por dolorosa que sea.
·
Al
grano mamá.
·
Tienes
que decir la verdad, ¿ha aparecido otro chico y te has dado cuenta de que te
hace sentir cosas que Josh no te hace sentir? Pues tienes que decírselo. Es
pronto, sí; acabas de conocerlo, pero no sólo te engañarías a ti misma también engañarías
a esos dos chicos. Si te equivocas y te das un estacazo contra el suelo ahí
estaremos tu padre y yo para tenderte la mano y ayudarte a levantarte.
·
Josh
se ha ido y no me coge el teléfono.
·
Dale tiempo, tal vez mañana. Papá me ha dicho
que os a visto en la piscina, por eso ha salido a decirte que tenías visita.
·
Vale
muy bien yo pienso en él, ¿pero pensó él en mí cuando me dejó sola en la
fiesta? ¿O cuando no para de decir que se follaría a esa o a la otra? Yo sonrío
y pongo buena cara pero me duele - noto que mi mejilla empieza a mojarse por culpa
de mis lágrimas.
·
Lo
sé cariño - me acaricia el pelo-, por eso tienes que ser sincera y más en una
relación. Si la primera vez que te molestó se lo hubieras dicho seguramente no
la habría hecho más - me limpia la mejilla que está a su alcance.
·
Iba a hacerlo.
·
¿Por
qué no lo hiciste?
·
Porque
pensaba que él era el único chico que se interesaba realmente por mí y no por
mis apellidos.
·
Ay
mi pequeña - me abraza más fuerte.
·
Mamá
tenemos que irnos - se asoma papá por la puerta.
Le
miro de reojo. Está alarmado. Mira a mamá que mentalmente le cuenta nuestra
conversación. En serio, no sé cómo cojones lo consiguen. Mesut se acerca y le
da un dulce beso en los labios a Alicia. Posa su mano en mi espalda y se
inclina para darme un beso en la cabeza.
·
He
retenido a Riccardo - me susurra.
·
¡¿Nos
vamos?! - grita Pablo desde la puerta.
·
Ya
nos vamos cariño - promete mamá.
·
No
llores - me pide papá dándome otro beso.
Alicia,
Mesut, Pablo y Marcus se marchan paseando hasta el restaurante en el que han
quedado con los tíos. Tíos apegados claro está. Sami es un año mayor que papá
pero es cómo su hermano mayor, siempre han estado muy unidos. Gracias a la
preocupación de Sami por Mesut mamá y él consiguieron espantar sus miedos y
sincerarse el uno con el otro.
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