lunes, 29 de agosto de 2011

Fic LXXI


 71. Las cosas más importantes no se piensan; se dicen.



Son casi las nueve de la noche y Mesut deja de jugar con los chicos para llamar a Alicia y pasar a buscarla para ir a cenar.

    - ¿Me aceptas la invitación a la cena?
    - Si, pero pagamos a medias.
    - No.
    - ¿Por qué no me dejas?
    - Porque te invito yo. Si quisiera que pagáramos a medias te habría dicho vamos a cenar y pagamos a medias. Pero no es el caso.
    - Pues tendrás que esperar porque me tengo que cambiar.
    - ¿Te paso a buscar en media hora?
    - Oye majo que no tardo tanto.
    - Yo también me tengo que cambiar.
    - Bueno si es así, en media hora ¿en el portal de mi casa?
    - Te haré una perdida así no tengo que aparcar.
    - Vale, una cosa, ¿como me visto?
    - Con las manos.
    - Ja, ja, ja me parto.
    - Como quieras.
    - Como quiera no. ¿Me visto elegante porque vamos a ir a un superrestaurantecaro - diciéndolo rápido - o informal porque vamos a ir al Mcdonald?
    - Normal como tú te vistes. Seguro que te vistes muy bien.
    - Me vas ha hacer pensar capullo.
    - No será para tanto - riéndose-. Nos vemos en media hora.

Alicia se levanta del sofá y se dirige a su habitación, ahora invadida por su hermana, a cambiarse. Esta un rato sentada en el suelo frente al armario pensando que ponerse cuando su hermana Vanesa la interrumpe.

    - ¿Que haces? - mirando su cara de pensar.
    - Ver que me pongo.
    - Si el armario esta vacío, solo tienes cuatro trapos.
    - Estoy pensando como tenia la ropa para ver que me pongo.
    - Jodo maña que rara sigues siendo.
    - ¡Ya sé que ponerme! - se levanta gritando-. ¿Qué querías? - Acercándose a su maleta.
    - Ha venido Jaime - abriendo la puerta.
    - Me cambio y salgo.
    - ¿A dónde te vas?
    - Me voy ha cenar con Mesut. Esta habitación es un desastre.
    - ¿Y Sergio?
    - En Portugal.
    - ¿Como va lo vuestro?
    - No puedo decirte nada porque no lo se ni yo.
    - Se os veía muy bien el otro día.
    - Se hace lo que se puede. Y ahora, ¿me dejas cambiarme?

Alicia se pone a buscar la ropa por las maletas, se viste a medias y sale al baño a peinarse y acicalarse. Cuando esta en el baño su hermana grita.

    - ¡Te suena el móvil!
    - Cógelo, esta tirado por el sofá - grita desde el baño.
    - ¡Es Sergio! ¿Lo cojo?
    - ¡Si!

Cuando sale por la puerta del baño se choca con su hermana.

    - ¡Pero chica te quieres vestir!
    - Voy vestida solo me estoy cambiando. Trae - quitándole el móvil.
    - Tienes que hablar con Jaime.
    - Cuando me vista hablaré con él - cerrando la puerta de su habitación.
    - ¿Como es eso que vas sin vestir?
    - Hola, ¿que tal? Yo bien ¿y tú? Muy bien el entrenamiento me ha ido genial - dice Alicia imitando la voz de Sergio.
    - No, va, en serio ¿cómo es eso que vas denuda por casa?
    - ¿Tas tonto o qué? ¿Cómo voy a ir desnuda por casa? Si fuera la tuya aún - se ríe.
    - ¿Esa una proposición?
    - Para el carro. Las cosas de Palacio van despacio, además ya me has visto.
    - ¿Dónde te vas que te estas cambiando?
    - Voy ha cenar con Mesut.
    - De acuerdo que te lo pases bien,
    - Me invito ayer pero como nuestra conversación se alargo lo hemos dejado para hoy.
    - Pequeña no te he pedido explicaciones, puedes hacer lo que quieras. Aunque quiera volver a estar contigo aun no lo estamos.
    - Pero yo quiero decírtelo. Si queremos estar bien la sinceridad es lo primero. Y yo voy a ser sincera contigo.
    - Yo también quiero ser sincero contigo y voy ha decirte lo que siento. Te quiero.
    - ¡Joo! No me digas esas cosas. Así no me podré resistir.
    - ¿Resistir a qué? - Se ríe.
    - Pues a abrazarte cuando te vea.
    - Tendré que decirte mil cosas bonitas como tú para que me des mil abrazos.
    - No sigas que ahora te debo dos.
    - Vale ya paro, seguiré cuando te vea.
    - Idiota.
    - ¿A donde vais a ir a cenar?
    - No losé porque mañana me espera un día muy, muy largo.
    - ¿Qué tienes que hacer para que sea un día tan largo si solo tienes clase por la mañana?
    - Ahora ya no, también voy por la tarde.
    - ¿Para recuperar las horas perdidas?
    - No, me he apuntado a las clases de imagen y sonido y estoy a prueba una semana para ver si lo puedo llevar.
    - Aunque seas capaz no me gusta que lo hagas por dos razones. Una porque te estresarás y la pagaras conmigo y dos porque tendremos menos tiempo para estar juntos.
    - Erre que erre, tú tienes tú vida y yo la mía.
    - No porque mi vida eres tú.
    - Lo haces adrede.
    - Te juro que no, me sale solo.
    - Voy a colgarte.
    - ¡NOOO!
    - Tengo que terminar de vestirme.
    - Pon el altavoz.
    - No estoy sola en casa.
    - Qué más da, no vamos ha hablar de algo que este prohibido. Aunque si quieres hablar de las estrategias para robar un banco entonces eso es otra cosa.
    - ¡A la! Ya se ha enterado todo el vecindario - buscando unos zapatos en una caja.
    - ¿As puesto el altavoz?
    - Si. Pero para que no te enfades ni la tomes con alguno de tus compañeros. .
    - Yo nunca pago mi mal humor con el resto.
    - Aquí están - sacando unos botines rojos de la caja
    - ¿El qué?
    - Nada. Y noo que va... - alargando el ultimo 'a' - lo descargas en el fútbol dando patadas a los rivales.
    - ¿Enserio? ¿Así me ves?
    - En tú trabajo si. Eres un pelín agresivo.
    - Si tú me ayudas dejaré de serlo.
    - Yo no te he dicho que dejes de serlo - se ríe.
    - Te gusta que les pegue eeh.
    - Mucho. Sobre todo cuando se lo merecen.
    - ¿Que voy ha hacer contigo? No vas a cambiar nunca.
    - No, por eso me enamoré de ti porque me quieres tal y como soy.

Alicia frente al espejo mirándose echa un vistazo al móvil que esta encima de la cama y piensa en lo que acaba de decir. Se acerca a la cama, se sienta, coge el móvil le quita el altavoz, se lo pone en la oreja y dice.

    - Sergio, te quiero mucho.
    - Yo también te quiero mucho pequeña.
    - Sergio, vamos ha hacer la entrevista - se escucha de fondo.
    - ¿Qué entrevista? - pregunta Alicia.
    - Una que nos van ha hacer para un nuevo programa de cuatro. Que nos están grabando a todos.
    - No me quiero imaginar lo que puede salir ahí.
    - A mí no me veras nada raro, el que mas peligro tiene es Capde que le han dejado la cámara para que grabe.
    - Madre mía. Pues te dejo además tengo que irme ya.
    - Ojo con lo que comes.
    - Si papá - se ríe. Y tú besugo, haber si dejas de comer salmón seguro que hoy cenas eso.
    - Lo digo enserio.
    - Losé tendré cuidado, pero las nauseas son consecuencias que todas las mujeres que están en este estado tienen.
    - Hablamos más tarde. Te quiero.

Alicia mete lo necesario al bolso, coge los zapatos y sale al salón.

    - Jodo ya era hora - dice Vanesa desde la cocina-. ¿Que estabais haciendo? ¿Leer la Biblia?
    - Algo parecido - le da dos besos y un abrazo a Jaime.
    - ¿Cómo te va todo?
    - A mí bien ¿y a ti? ¿Qué raro que hayáis desaparecido todos no?
- Sentándose en el sofá.
    - Hemos estado dando unos concierto por España.
    - Mira tú que bien
- poniéndose los zapatos.
    - ¿No te molesta?
    - ¿Por qué me iba a molestar? Ya no formo parte del grupo podéis hacer lo que os de la real gana.
    - ¿A donde te va a llevar Mesut que no te has arreglado tanto?
    - Voy normal pero presentable. Con un vaquero negro, una camiseta blanca con rayas y una chaqueta negra - intentando ponerse el botín rojo.
    - Y tacones para aparentar más elegante - dice Jaime echándose agua en un vaso.
    - Pues claro faltaría menos.
    - ¿Quieres un calzador? - Dice Vanesa riéndose de Alicia desde la cocina.
    - No. No hace falta ya casi esta - metiendo el botín a la fuerza levantando la pierna.
    - Te va a costar.
    - No. Porque ya esta.
    - Como se nota que no estas acostumbrada a llevar tacones - se ríe Jaime a la vez que se sienta en el sofá.
    - Iros un rato a la mierda - levantándose con el otro botín en la mano-. Si queréis os hago un mapa para que no os perdáis - coge sus cosas enfadada.
    - ¿Ande vas? - Dice Jaime mirando a Alicia - ponte el otro zapato, que parece que vas cojeando.
    - Que os den - sale de casa cabreada.

Una vez en la calle se sienta en el banco y se pone el zapato, esta vez le cuesta un poco menos.

    - ¿Problemas? - Se acerca Mesut riéndose.
    - ¿También tú? - Mirándolo de reojo.
    - ¿Por que no te lo has puesto en casa?
    - No podía ponérmelo y mi hermana y Jaime se estaban riendo de mi.
    - Es lo que pasa cuando no sueles llevar tacones.
    - Otro igual - resopla - a que te pego - se levanta.
    - Sera posible - se ríe.
    - Siento haber tardado tanto-. Le da dos besos.
    - ¿Seguro que te apetece ir a cenar?
    - Claro. A no ser de que ya no te apetezca.
    - Si no te llevo a cenar después de tardar tanto en ponerte los zapatos me matas.
    - Vamos anda - entrelaza su brazo con el de Mesut-. ¿Donde me vas a llevar?
    - Sorpresa - caminan los dos juntos hacia el coche.

Escuchando música llegan a su destino; un restaurante sencillo no a la vista de todo el mundo.


Sergio Ramos e Iker Casillas están en uno de los halls del hotel grabando el reportaje sobre la selección española que saldrá en el nuevo programa 'Conexión Samanta' de 'cuatro'. Jugando a las cartas y tomando un refresco, los tres, conversan sobre el mes que pasaron en Sudáfrica y lo difícil que es mantener una vida privada. Terminan la entrevista y todo el equipo se pone a cenar. Sergio, sin hacer mucho caso a nadie metido en sus pensamientos, se fija en cuatro personas: Iker que no deja de mirar el móvil muy nervioso; y en Piqué, Cesc y Puyol. No le interesa la conversación puesto que no entiende lo que hablan porque hablan en catalán pero dos nombres le hacen poner atención a la conversación. Terminan de cenar y cada uno se va a su habitación. Sergio antes de irse a dormir llama a su familia y a Alicia.

    - Dime.
    - ¿Aún estas cenando?
    - No - girando la cabeza hacia Mesut que no quita la vista de la carretera - estamos yendo hacia casa.
    - ¿Te lo has pasado bien? ¿Has cenado bien? ¿Te ha sentado todo bien?
    - Si a todo - se ríe girando la cabeza hacia su ventanilla - ¿Y tú? ¿Que tal el salmón?
    - Me gusta más el tuyo pero muy bueno como siempre.
    - Si yo no te he cocinado salmón.
    - Seguro que esta muy bueno, pero el de hoy casi no me sienta bien.
    - ¿Y eso? - Alarmada - ¿estas bien?
    - Si, estoy bien pero el ambiente no me ha gustado.
    - ¿Qué han echo ahora los del barça?
    - No es lo que han echo, sino de que estaban hablando.
    - O te explicas o te explicas.
    - Piqué, Puyol y Fabregas estaban hablando en catalán.
    - Han hablado mal de ti - afirma.
    - No, o no se espero que no. No entendía nada solo he entendido dos nombres.
    - ¿Cuales?
    - Vanesa y Paris.
    - Seguro que les estaría contando lo que pasó el otro día. No te preocupes que no será nada.
    - ¿Segura?
    - Si. Además no se conocen solo de ese día. ¿Ha pasado algo más o solo eso?
    - Es Iker no lo he visto bien.
    - ¿Has hablado con él?
    - No ahora iré cuando termine de hablar contigo.
    - Ves ya.
    - Pero yo quiero seguir hablando contigo.
    - No seas niño ves ha hablar con él te necesita más que yo. Yo estoy muy bien.
    - Te llamo mañana, ¿vale?
    - Vale. Buenas noches.
    - Que tengas dulces sueños. Te quiero pequeña.

Alicia cuelga y guarda el móvil en el bolso.

    - Lo siento - mira a Mesut.
    - ¿Era Sergio?
    - Si.
    - ¿Habéis vuelto? - Mirando hacia atrás para aparcar.
    - No.
    - Por como habláis parece que si - apaga el motor.
    - Poco a poco. No quiero volver a pasarlo mal - lo mira.
    - ¿Tú estas bien?
    - Muy bien - sonríe.
    - Si en algún momento dejas de serlo estaré contigo para que vuelvas a ser feliz.
    - Losé - dándole un abrazo-. Sabes que conmigo también puedes contar para lo que sea.
    - También losé-. Le da un beso en la mejilla.
    - ¿Quieres subir? - señalando el edificio.
    - No ya es tarde y tú mañana tienes clase.
    - Un ratito - pone ojitos - así ves a Manchita. Porfaplis.
    - Solo 15 minutos-. Sacando la llave del contacto.

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