viernes, 21 de septiembre de 2012

NUEVO RUMBO

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Cuando el balón se detiene. Capítulo 5

ABRIL 2014

A Mesut Özil le queda un mes para terminar la temporada con su club. Es el mes crucial. El mes en el que se deciden todos los títulos y en las tres competiciones importantes en las que un equipo español puede participar siguen vivos y a un paso de seguir tocando el cielo y no estamparse contra el suelo.

Desde que Mesut llego a Madrid en agosto del 2010 su estancia ha sido buena. Fichar por el club blanco es lo mejor que le ha podido pasar incluyendo los días malos, pero este año está pasando por el mejor momento de sus cuatro años en Madrid, incluso de su vida. Profesionalmente le sale todo perfecto y personalmente también.

La relación que quiso desde que la conoció cada vez va a mejor.

·         ¿Cómo puedes mantener una relación así?
·         No es tan difícil – contesta Mesut mirando a Karim.
·         Yo no podría tener una relación así con mi gatita.
·         ¿La engañarías? Yo jamás le haría eso a Ali.
·         ¡No! Ni loco. Me refiero a que yo no soportaría no poder dormir a su lado,…
·         … que su cara no sea lo primero en ver al abrir los ojos por la mañana, no compartir el tubo de pasta de de dientes, no pelear por quien prepara el desayuno – dice Mesut a la vez que Karim.
·         Despierten locos – dice Gonzalo dándoles en la cabeza-. ¿De qué hablan? – se sienta como si no hubiera hecho nada.
·         De mi gatita – dice Karim babeando.
·         No mientas – dice Esteban asomando los ojos por encima de un libro.
·         Siempre leyendo vos, ¡eh! – lo mira Gonzalo-. Hasta en la comida lees.
·         Sí, hablamos de mi gatita – insiste Karim.
·         Lleváis tres años juntos, ¿cómo podes babear aún por ella? – lo mira Gonzalo.
·         Amor amigo, amor – le devuelve la mirada con una sonrisa.
·         Ahí tienes mi respuesta – dice Mesut de la misma manera que Karim mira a Gonzalo; sonriendo.
·         Es distinto nosotros estamos juntos todos los días, vosotros no.
·         Hasta hace una semana estaba acá – dice Gonzalo – pero no te enteras de nada boludo – bromea Gonzalo con Karim.
·         Para tu información hemos estado juntos.
·         Ha estado un mes aquí y vuelve hoy un par de días – dice Mesut sin borrar la sonrisa de su cara.
·         ¿Qué vas a hacer este mundial sin ella? – pregunta Esteban dejando el libro encima de la mesa.
·         Lo mismo que en la Eurocopa – contesta riendo.
·         Si en el 2012 estaba con las motos, al igual que en el 13 y este año.
·         Vino alguna vez y si me disculpáis me voy a buscarla al aeropuerto.
·         Salúdala – dicen los tres a la vez.

Alicia aparece por la terminal uno de Barajas y rápidamente corre a los brazos de su chico.

·         A ver si te van a quitar la maleta – dice agarrándola de la mano y dirigiéndose hacia donde Alicia ha tirado la maleta.
·         ¿Solo me vas a decir eso? – dice siguiéndole sin soltarle la mano y sin dejar de sonreír.
·         Lo de siempre – coge la maleta del suelo-. Esta maleta es más grande, aquí hay cosas para más de dos días – la mira con una sonrisa de oreja a oreja.
·         ¡Vuelvo a España! – grita.
·         ¡Por fin! – grita él también cogiéndola por la cintura para alzarla por los aires-. ¿Cuándo? – sonríe -¿Por qué? – la deja en el suelo - ¿Te han despedido? – la mira serio.
·         ¡No! – sonríe – me han cambiado de sección, voy  Brasil a seguir a los jugadores de la premier.
·         ¡No!
·         ¡Sí!
·         Estaremos juntos – la vuelve a agarrar de la cintura y elevarla.
·         Sí, aunque no es definitivo que me quede en España porque no sé a qué sección me enviaran en septiembre.
·         Pero lo importante es que vamos a estar cinco meses juntos sin que nos separen – la besa.
·         Eso sí, ahora me quedo para dos días. Tengo que seguir en las motos para ayudar al chico nuevo a adaptarse.
·         ¿Un chico? – pone cara de celoso.
·         Tonto – le da un suave golpe en el brazo.

Cuando el entrenamiento se lo permite Alicia y Mesut están todo el tiempo juntos. Solo tienen dos días hasta que Alicia vuelva a España o Mesut pueda viajar a Londres y cada segundo es oro. Cada segundo que pasan juntos es poco tiempo.
Desayunos, comidas, meriendas y cenas acompañadas de películas, juegos, conversaciones, silencios, la compañía del otro y su hogar es suficiente. ¿Qué mejor sitio para pasar dos días con la persona que es tu mitad? Ninguno.

Llega el día de la despedida y no es triste. No es triste porque no es un adiós, tal y como quedaron. Aprovechando que el aeropuerto está al lado de la ciudad deportiva del Real Madrid Mesut lleva a Alicia hasta la terminal uno.

Ahora, por órdenes de, en estos momentos, la mujer más importante de su vida solo puede pensar en el tramo final de la temporada.

Toda la plantilla del Real Madrid está terminando el último entrenamiento en el escenario del partido, mientras el míster y Mesut Özil compadecen en rueda de prensa el resto de jugadores se duchan, se cambian y para no dejar la costumbre a un lado hablan, la lían y se ríen.

Se ríen de ver y escuchar las contestaciones que su entrenador José le da a algunos periodistas.

Özil entra al vestuario y algunos de sus compañeros enseguida se le tiran encima sin dejar de reírse.

·         A veces me gustaría no saber español – dice Casillas mirando a Mesut.
·         ¿Por qué lo dices? – pregunta Callejón – el español es el idioma más bonito.
·         Claro, como no sabes otro – dice Cristiano riendo y dándole una amigable colleja.
·         ¿Por qué has dicho que a veces te gustaría no saber español? – pregunta Varane.
·         Por la prensa, para que se ahorren preguntas personales.
·         No te creas que es lo mejor –dice Mesut - te las harían en tu idioma.
·         Mira a Mesut – dice Arbeloa – creen que no sabe español y se las hacen igual.
·         Lo que me parece increíble es que llevando aquí cuatro años se sigan creyendo que no lo entiendes bien – dice Marcelo.
·         Siempre hay que guardarse un as bajo la manga – sonríe Mesut.

El entrenador José Mourinho entra al vestuario provocando que todos los jugadores que todavía siguen dentro le miren sonriendo.

·         Esas preguntas no son para hacer aquí – dicen Cristiano, Marcelo, Pepe, Álvaro y Callejón imitando la voz del míster.
·         Preguntarle a Mesut el porqué de la pregunta – sonríe mirando a Özil.
·         Si lo sabemos – dice Karim.
·         Tanto amor en público no es bueno – sonríe Xabi Alonso.
·         De todas formas – dice Esteban – cualquiera se daría cuenta de que Ali y Mesut están juntos. Siempre montan la misma escena en el aeropuerto.
·         Es cierto – dice Sami.
·         Los periodistas de aquí no es que sean muy inteligentes – dice Callejón.
·         Eh – los frena Iker.
·         Bueno vale, no todos los periodistas – rectifica Callejón.
·         Alicia es la mejor – dice Mesut sonriendo.
·         Ella no cuenta que no trabaja en España – dice Pepe.
·         Aunque no trabaje en España es de las mejores – dice Cristiano-. Yo las motos las veo en inglés para verla a ella – reconoce.
·         ¿No sabéis hablar de otra cosa? – pregunta Sergio enfadado saliendo del vestuario.
·         No sé si le molesta que estés con Alicia o que Lara no sea tan buena en las motos – dice Gonzalo provocando un incomodo silencio en el vestuario.
·         Venga chicos al autobús – dice Mourinho que ha presenciado toda la conversación.

Alicia ha conseguido encontrar un hueco en su apretada agenda para poder viajar a Madrid y ver uno de los partidos más importantes de su novio y no piensa dejarlo solo.

El Real Madrid juega en el Santiago Bernabéu el partido de vuelta de la semi final de champions league. Se juegan estar en la final ante el FC Barcelona. Si quieren estar en el Estádio Da Luz de Lisboa tienen que remontar un 3 – 2 que consiguieron en el Camp Nou. A pesar de ser un mal resultado no es malo. Tienen una gran posibilidad de llegar a la final.

Laureados por toda la afición del Santiago Bernabéu. Su casa. Los jugadores saltan al terreno de juego. Tranquilos. Con un único objetivo; la victoria.

Con el pitido inicial el Fútbol Club Barcelona saca del centro del campo. Toques, toques y toques es a lo único que juega el equipo visitante. Los delanteros locales se desesperan y cada minuto que los defensas tienen la posesión del balón tienen que aprovecharlo bien. Y la mejor manera de aprovechar el balón es realizar su juego a la perfección.

Así, en el minuto 39 de juego, llega el primer gol del partido. Tras una jugada del equipo culé que termina con el balón en las manos de Iker Casillas y un pase largo llega al círculo central donde el 10 del equipo baja el balón con el pecho y con un sutil y elegante taconazo le pasa el esférico a su compañero Cristiano Ronaldo. Con un sprint la estrella portuguesa envía el balón al fondo de la red.

Con un 1-0 en el marcador a favor de los blancos y la eliminatoria ganada llegan al descanso.

La segunda parte comienza movidita. En el minuto 58 una mano inexistente de Xabi Alonso dentro del área termina en un gol de Messi desde los 11 metros. Pero los problemas para los locales no acaban con ese penalti que deja un empate en el marcador y la eliminatoria a favor de los barceloneses. En el minuto 64 un choque fortuito entre Andrés Iniesta e Iker Casillas al borde del área provoca la expulsión del capitán blanco y otro penalti a favor de los azulgranas.
José Mourinho tiene que hacer un cambio imprevisto. Ángel Di María es el damnificado y es sustituido por el segundo portero Jesús Fernández. Con ánimos del cuerpo técnico y jugadores el 13 del Real Madrid se coloca bajo la portería y observa como Lionel Messi coloca el balón en el punto de penalti. Confiante y tranquilo el joven portero atrapa la pelota. Con todo el Bernabéu coreando su nombre niega las felicitaciones de sus compañeros al divisar a cuatro jugadores en el círculo central. Dos rivales y dos compañeros. Sin pensárselo ni una centésima de segundo y aprovechando que los rivales se lamentan por el penalti fallado Jesús lanza la pelota. Gonzalo Higuaín corre hacía la pelota y tan claro como el agua ve el desmarque de su amigo Mesut Özil, le mete la pelota al hueco para que el mago alemán haga el 2-1.

Con ayuda de todo el mundo el Barça intenta empatar el partido y así ganar la eliminatoria. Los locales lo evitan.

Una piña en el centro del campo y enormes sonrisas los jugadores agradecen a su afición el empuje que les han dado.

Para celebrar el pase a la final de la Champions League toda la plantilla se dirige al restaurante donde, pasase lo que pasase, iban a cenar después del partido.

Cuando Özil llega a su coche se encuentra lo único que le faltaba a esa noche para ser perfecta. Su novia. Alicia la espera apoyada con una gran sonrisa.

·         Felicidades por la orgásmica asistencia y el orgásmico gol – dice conforme se acerca su novio.
·         Todo orgásmico – la abraza por la cintura.
·         Tu entero eres orgásmico – le da un beso en la boca.
·         ¿Por qué no me dijiste nada?
·         Quería darte una sorpresa.
·         ¿Y si no llegamos a ganar?
·         Seguiría estando apoyada en este orgásmico coche esperándote.
·         Os esperamos a los dos – dice Arbeloa pasando junto a ellos con su mujer Carlota interrumpiendo el beso.

Mesut quiere aprovechar el poco tiempo que tiene para estar con Alicia así que decide no ir a la cena con sus compañeros y parejas. La chica recién graduada en periodismo no acepta esa actitud de su chico.

·         Esa cena es parte de tu vida y si hay que ir se va – sonríe Alicia-. Tenemos tres días para estar juntos.
·         ¿Solo?
·         Solo.
·         Habrá que aprovecharlos – sonríe besándola por el cuello y subiendo las manos por su cintura.
·         Aquí no – sonríe Alicia-, los aprovechamos en casa.
·         Pimpollos que os quedáis atrás – entran Karim y su novia al coche de al lado.
·         Se nos cortó el rollo – dice Mesut sonriéndole a Karim.
·         ¿Tú vienes? – le pregunta Beht a Alicia.
·         Si el señorito Özil quiere sí.
·         Os esperamos pareja – dice Karim.

lunes, 17 de septiembre de 2012

NUEVO RUMBO

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Cuando el balón se detiene. Capítulo4


Fue la única vez que tras esas paredes no escuchaba reír a mis padres. Tenía solo dos años pero me daba cuenta de que no se hablaban, no se miraban. Me daba cuenta de que durante tres semanas sufrían por estar uno separado del otro. Sin abrazarse. Sin besarse. Tres semanas de verano duras. Con el tiempo supe que no se hablaban por miedo a no decirse nada. Cuando se reconciliaron papa convenció a mama para posar juntos en una revista alemana. La prensa española los critico por no hacerlo en España, pero a ellos les dio igual.

  • ¿Dónde está Marcus? – pregunta papá cuando Sami y mamá se acercan.
  • Cambiándose, ahora vendrá a por el bollo – sonríe Sami.
  • ¿Estás bien? – le susurro a mamá después de sentarme junto a ella.


Me mira, me sonríe y me da un beso en la cabeza. Y no. No está bien. Le duele lo que ha visto.

  • Papá – dice Luna en alemán.


Mamá le da un beso y se la devuelve a su padre.

  • Dame el chocolate – llega Pablo tirando la bolsa al suelo. Justo a los pies de mi madre y míos-. Hola mami – le da un beso y un abrazo.
  • Hola hijo – le contesta Alicia.
  • Terry se está cambiando, ahora viene – le dice a Josh.
  • Toma – le da papá un bollo.
  • No lleva chocolate – lo mira.
  • Hoy no – le dice mi madre poniéndole bien la ropa.
  • No sabe vestirse solo – me río de él.
  • Cállate que por tu culpa hemos tenido que entrenar fuera – me tira del pelo.
  • No soy la única que me gradúo.
  • No sé por qué juegan a baloncesto si siempre van con un balón de fútbol – dice Josh viendo acercarse a su hermano.
  • No sé por qué estas con mi hermana – contesta Pablo.


Comentario que causa gracia a todos menos a mí.

  • Como se nota que es hijo tuyo – mira Sami a mamá-. La misma boquita que la tuya.
  • ¿Venís a jugar? – llega Marcus corriendo.
  • Ni siquiera saluda a su hermana – se queja Sami.
  • Hola tata – dice Marcus en alemán dándole un beso a su hermana pequeña.
  • Cuando se acaben el bollo irán a jugar – dice Alicia refiriéndose a Pablo y a Terry.
  • Y tú igual – dice Sami en español quitándole el balón a su hijo.
  • ¿Adónde nos vamos de vacaciones? – pregunta Pablo sentándose entre papá y yo.
  • Tu madre y yo a Punta Cana para que haga submarinismo y tú con tus tíos. Cuando volvamos nos iremos a la montaña a montar a caballo.
  • ¿Con los culés? No ni hablar. Me niego – dice molesto.
  • Ya hablas como tú hermana – dice papá mirándome.
  • Lo dices como si fuera algo malo – le digo.
  • Para nada – me da un beso en la cabeza.
  • Que os vais del tema – se queja Pablo separándonos – además me aplastáis.
  • Ya me dirás entonces que hacemos contigo.
  • Mamá yo no quiero ir con ellos.
  • Vais a Mallorca, ahí tienes a tus amigos – contesta mamá.
  • A nosotros no nos importa llevárnoslo – dice Sami.
  • ¡Sí! – grita Marcus.
  • Me lo estas malcriando – dice papá.
  • Más de lo que lo malcría su madre imposible – ríe Sami.
  • Estoy aquí – dice Alicia.
  • Tío déjale venir – le pide Marcus a papá.
  • Ya lo hablaremos, ahora id a jugar.
  •  

Marcus, Pablo y Terry salen corriendo antes de que mamá les diga que acaben la merienda.

  • ¡Eh! – grita mamá levantándose y mirando como los tres corren – te mato – gira la cabeza para mirar a su marido y sentarse junto a él.
  • Vamos a verles jugar – dice Mesut levantándose después de darle un beso en la frente a Alicia.


Mesut, Alicia, Sami y Luna se alejan poco a poco del campo de baloncesto para ir al campo de fútbol a ver jugar a Marcus, Pablo y Terry.

  • ¿Al final te dejan ir a Nueva York? – me pregunta Josh acercándose más a mí.
  • Todo apunta a que sí – giro la cara y me encuentro la suya justo enfrente de la mía.
  • Nuestro primer verano solos – dice rozando sus labios con los míos – que ganas tengo – me besa al terminar la frase.
  • No sé si estaremos solos.
  • Claro que si – me coloca el pelo detrás de la oreja – tu prima estará ocupada con las sesiones de fotos y los eventos.
  • Eso da igual.
  • Tus padres no lo saben.
  • ¿Te crees que son tontos? Claro que lo saben.
  • Pues entonces será mejor que te portes bien hasta que estés en el avión – sonríe.
  • ¿Me porto mal o qué?
  • Con lo que ha pasado hace un rato no tienes muchas papeletas para ir – me vuelve a dar un beso.
  • ¡Pareja! – dice Jenny acercándose junto a Alba, Liam, Edu y Caro.
  • Tu padre y Sami están jugando al fútbol con los niños – dice Alba conforme se acerca.
  • ¿Sí? – dice Josh – me voy a jugar con ellos.
  • Gracias pava – le agradezco irónicamente a Alba.
  • Me voy contigo – dice Liam.


Me da un beso en la boca y se va junto a Liam y Edu a jugar al fútbol.

  • Vamos – dice Alba.
  • Eso, a ver si tu madre suelta alguna frase – añade Jenny.
  • Aquí no dirá nada – contesto yo.


Conforme nos acercamos al otro lado del patio del colegio encuentro a mi madre con Luna sentada en los bancos de piedra que hay frente al campo en el que papá y Sami juegan con Terry, Pablo, Marcus y el resto de niños que se acercan.

A mi padre le duele un poco que su hijo no tenga por el fútbol la misma pasión que él tenía y tiene.

Prácticamente los dos nacimos con una pelota de fútbol bajo el brazo, yo lo tengo como hobby y Pablo cambió el balón de fútbol por el de baloncesto. Puede que siendo influenciado por el trabajo de mi madre o por la presión que, disimuladamente, papá le daba, pero ninguno de los dos nos ha obligado a hacer algo que no queramos.

  • ¿En qué piensas hija? – me pregunta mi madre tocándome el pelo.
  • En nada – la miro con una sonrisa en la cara.
  • Josh te ha cambiado por papá.
  • No sólo Josh – se queja Alba sentándose al lado de Alicia con los brazos cruzados.
  • Si no fuera porque hace calor jugaría con ellos.
  • Ya está la tiquismiquis – dice Jenny – como hace calor no juego.
  • Ve en mi lugar – se acerca Sami.
  • No que hace calor – repito.
  • Con tus hijos no se puede jugar – mira Sami a mamá mientras coge a su hija Luna.
  • ¿Desde cuándo tienes otro hijo? – se queda Alba mirando a mi madre.
  • A ese no lo pario se lo encontró – contesta Sami de forma divertida.
  • Ha visto videos de mi padre y vuestros – mira Alba a Sami – y es que Pablo juega igual que Mesut.
  • Si es la primera vez que le ves jugar – dice Jenny.
  • Eso es lo que tú te crees.
  • Son idénticos – contesta mamá mirando a papá y al enano de Pablo con los ojos brillantes.
  • ¿Has visto lo que me acaba de hacer tu hijo? – se acerca papá señalando a mamá.
  • Digo yo que también será hijo tuyo – dice Sami.
  • Te ha hecho una de las tantas que le hiciste a Abidal en aquel partido de la Copa del Rey en el Camp Nou – dice mamá mirando a papá haciendo caso omiso al resto de personas que estamos ahí.
  • La edad empieza a hacer estragos – dice Sami.
  • Soy el único al que no le ha salido un hijo futbolista – se sienta entre mamá y yo-. Le sale fútbol por los cuatro costados – lo mira jugar – no me lo explico.
  • Tendrás que verle jugar en casa y en el parque – le agarra mamá del mentón y le da un beso en la mejilla.
  • Algo tengo que hacer – dice papá apoyando la cabeza en el hombro de mamá.
  • Ajo y agua – dice ella echándole la cabeza hacia atrás con la mano con la que lo agarraba de la cintura-. Bueno – se levanta-, tengo que irme a la reunión.
  • ¿Para el mundial?  - pregunta Sami.
  • Sí – contesta mamá sin mucho entusiasmo mirando hacia el campo.
  • ¿Vas a ir allí? – pregunta Edu.
  • No – contesta mamá mirando a Edu.
  • ¿Cubrir un mundial y una Eurocopa es lo único que te falta por hacer, no? – pregunta Alba a pesar de mis gestos.
  • Albita… - la mira papá.
  • ¡Pablo! – grita mamá con dirección al campo-. Josh, ojo a qué hora la traes – se vuelve para mirar a Josh.
  • No la llevare tarde – sonríe. Que sonrisa más bonita tiene – y… ¿la puedo llevar en la moto?
  • ¡Maa! – llega Pablo gritando y corriendo para abrazar a mamá.
  • Si la llevas siempre sin permiso – dice papá-, menos mal que me caes bien – le da unas palmaditas en la rodilla.
  • ¿Adónde vas? – le pregunta Pablo a mamá.
  • Tengo una reunión de trabajo pero ceno contigo y con papá.
  • ¿Eso significa que Hazine cena en mi casa? – pregunta Alba esperando un sí por respuesta.
  • O en la mía – dice Josh.
  • ¿Y qué tal si cenáis todos en una casa u os vais a un restaurante? – dice papá.
  • Haced lo que queráis pero Hazine te quiero en casa a la hora – me dice mi madre.
  • Paa, ¿podemos ir a buscar a mamá? – se acerca Pablo a papá poniendo ojitos.
  • Claro, pero iremos en taxi – sonríe.
  • Adiós cariño – le da un achuchón a Pablo-, pórtate bien.
  • ¡Pablo ven a juagar! – grita Marcus en alemán.
  • Ve – le da mamá una palmadita en el culo-. No sé cuanto estaremos – se gira hacia nosotros-, cuando acabe te llamo – se acerca.
  • No le des más vueltas – puedo oír que le dice papá al oído después de que mamá le dé un beso en la mejilla-. Ve a trabajar y hablamos por la noche – le sigue susurrando, esta vez abrazándola por el cuello.
  • Me recordáis a cuando erais jóvenes – dice Sami sonriendo.
  • ¿Tú eres joven? – le pregunta Alba.
  • Claro.
  • Pues ellos también – sonríe.
  • No llegues tarde - me dice mamá seria antes de darme un beso en la frente.


Los veranos en los que se juega el mundial de fútbol Alicia no los pasa bien, los que hay Eurocopa los lleva más llevaderos porque trabaja en los JJ.OO.

Todo comenzó en el año 2014, un año antes de nacer yo.


miércoles, 12 de septiembre de 2012

FIC CXII


112.  Tú decides.

Esperando a que sea lo hora de poner rumbo al hotel de concentración Gonzalo, Sergio y Mesut conversan en el gimnasio.

-          Sergio lo digo en serio, necesito hablar con Alicia.
-          ¿No te habla por lo de Male? – pregunta Özil.
-          Sí – afirman los dos a la vez.
-          No te querrá ver ni en pintura – mira Mesut a Sergio.
-          Exacto.
-          Pues necesito verla, tengo que convencerla para que convenza a Male y me coja el teléfono
-          Veré lo que puedo hacer – promete Sergio-. Os dejo chicos.
-         ¿A vos que te pasa? – le pregunta Gonzalo cuando Sergio ha salido del gimnasio-. Nadie diría que tenes novia.
-          No somos novios.
-          Sí, ya, seguro – lo mira-. Va decime qué te pasa.
-          Nada, déjalo.
-          Contáme.
-          Temo encontrarme con Soledad.
-          ¿Se te va a comer o qué? – ríe Gonzalo.
-          Quién sabe, no le cojo el teléfono.
-          ¿Hace cuanto?
-          Bastantes días.
-          ¿Qué querrá?
-          Tal vez una respuesta.
-          ¿A lo de…?
-          Sí.
-          Pues dásela.

Vanesa tiene un fin de semana libre y por fin Alicia puede hablar seriamente con su hermana. Tumbadas en el sofá y con una película de princesas de fondo Alicia observa a su hermana sin saber cómo entablar la conversación.

 -         ¿Podemos hablar?
-          Dime.
-          El domingo hablé con Piqué – presta atención a su reacción.
-          No quiero saber nada de él.
-          Me pidió que hablara contigo.
-          Alicia déjalo. No le voy a dar a la niña.
-          Quiere recuperaros. Aprovecha estas navidades para hablar con él.
-          Si quiere hablar conmigo que me busque, y dejémoslo así.
-          Te buscara – confiesa Alicia.

Ya en el hotel de concentración Cristiano, Álvaro y Marcelo ayudan a Sergio a convencer a Alicia para que hable con Gonzalo y así poder arreglar sus problemas.

Con la decepción de la conversación con su hermana Alicia no quiere volver a tener otra por lo tanto decide no ir a casa de Gonzalo. Pero siendo uno de los mejores amigos de su novio sabe donde vive.

 -    Alicia tienes visita – grita Vanesa dejando pasar a Gonzalo.
-          Hola – dice él entrando y cerrando la puerta que da a la calle.
-          Qué – sale Alicia de su habitación
-          No me eches – suplica Gonzalo antes de que Alicia abra la boca.
-          Gonzalo vete.
-          Si no os conociera pensaría que sois novios – dice Vanesa colocándole el abrigo a Paris-. Habla con el chico que no te cuesta nada – mira a su hermana-. Nosotras nos vamos y os dejamos solos.
-          ¿Quieres algo? – cede Alicia a hablar con él sentándose en uno de los taburetes de la cocina.
-          Agua.
-          Pues te la coges.
-          Que amable – sonríe Gonzalo sentándose frente a ella.
-          A que sí – sonríe irónicamente mirándolo-. Qué quieres – dice seria cogiendo una manzana del frutero.
-          Que me hables. Esta semana ha sido un sufrimiento para Sergio – coge otra manzana.
-          ¿Crees que no lo sé? A mí tampoco me gusta esta situación pero has hecho daño a Male.
-          Lo sé y quiero solucionarlo.
-          Sabes que no puedes.
-          Por eso necesito tu ayuda.
-          Yo no puedo hacer nada, solo tú puedes arreglarlo.
-          Dime cómo, vos conoces a Male.
-          Tú también deberías conocerla.
-          ¿Si pongo empeño me ayudaras?
-          No lo sé Gonzalo, lo único que quiero es que Male no sufra más.

Sentada en la grada del estadio de la ciudad deportiva del Rayo Vallecano Macarena observa el partido entre el Rayo Vallecano B y el Real Madrid Castilla.
Decidió no volver a verle pero la preocupación que ha mostrado estos días se merece una oportunidad.

Con 0-0 en el marcador finaliza el partido,  Macarena espera a que Carvajal termine de cambiarse. Antes de que Daniel salga se encuentra con la persona que temía encontrarse. Con un – hola- y dos besos Jesé Rodríguez se coloca frente a ella.

-       ¿De qué vas ahora? – le dice Macarena sin entender su cariñosa actitud.
-        Tú me dejaste plantado primero.
-          Así que ojo por ojo – ríe Macarena irónicamente.
-          Pues sí.
-          Pues adiós – sonríe Macarena.

Jesé observa como Macarena se aleja y se acerca a su amigo Daniel. Con un cariñoso abrazo y un bezo en la mejilla ambos se suben al coche del lateral del segundo equipo del Real Madrid Club de Fútbol.


Después de comer y tomar una pequeña siesta los jugadores del primer equipo tienen unos minutos libres antes de merendar y tener la charla táctica Karim Benzema y Mesut Özil conversan.

-     ¿Qué tal te va con la chica esa? – pregunta Mesut.
-          Solo hemos quedado una vez.
-          ¿Sólo? Si estabas muy encaprichado con ella.
-          Sí pero el encuentro fue frío.
-          ¿Vas a volver a llamarla?
-          No lo sé. Tal vez.

A pesar de estar enfadada con él le tiene aprecio y es de los mejores amigos de su novio Alicia decide acompañar a Gonzalo durante el partido.

       Me alegro verte acá – sonríe Gonzalo.
-          No te hagas ilusiones, solo he venido porque Sergio me ha dicho que no tienes cuerpo para ir al Bernabéu.
-          En el fondo me queres – pasa el brazo sobre los hombros de Alicia.
-          Encerrado en una habitación – ríe dándole un beso en la mejilla.
-          Gracias por venir – la abraza.
-          ¡Me estrujas!
-          Perdón – afloja el abrazo.
-          Te perdono si me sacas muchas patatas y bollos.
-          Estas en casa de un futbolista.
-          Seguro que tienes culo gordo – le saca la lengua.

Minutos antes de que comience el partido una visita inesperada vuelve a sacar a la luz la tormenta que escasos minutos había llegado a su cauce.

-     No podes comer tanto antes del partido, mira lo que te pasa. No dejas de vomitar – le dice Gonzalo a Alicia quitándole un paquete de patatas.
-          Son gajes del oficio – vuelve a coger el paquete de patatas.
-          Tenes que comer bien.
-          Y tú, y no lo haces – se dirige al salón.
-          Tú estás embarazada.
-          ¿Quién es ésta? – pregunta Alicia al ver a una chica sentada en el sofá.
-          ¿Embarazada? – pregunta la chica levantándose-. ¿Ella es Male? – mira a Gonzalo señalando a Alicia.
-          ¿Tú eres la otra? – mira Alicia a la chica del pelo largo.
-          He preguntado yo primera.
-          Eso es un sí – deja el paquete de patatas sobre la mesa-. Y sí, estoy embarazada así que más te vale que te alejes de nosotros tres – dice con un tono amenazador.
-          Ali no seas mala.
-          He venido por ti pero prefiero irme – coge la chaqueta-, no quiero volver a estar mal contigo – mira a Gonzalo-, y así no lo vamos a conseguir.
-          Ali no te vayas, te necesito por favor.
-          ¿Vosotros que sois? – pregunta la chica interrumpiendo el abrazo que Gonzalo le da a Alicia.
-          Papás – dice Alicia tocándose la tripa y sentándose en el sofá.
-          Ali- la mira-. Somos amigos.
-          ¿Solo amigos? – se acerca a Gonzalo.
-          Guapa tu quién eres para hacer tantas preguntas, ya te ha dicho que somos amigos – dice Alicia volviendo a coger el paquete de patatas-. Y ahora callaros que empieza el fútbol.
-          ¿Ya? – mira Gonzalo el reloj-. Sentate donde queras Naye.

-          
En la primera mitad al Real Madrid le cuesta encontrar su juego ante un Sevilla bien plantado atrás. Aún así, el mejor defensor de los de Manzano es el asistente Juan José Gallego Galindo, que pita tres fuera de juego inexistentes al Real Madrid que evitan tres claras ocasiones de gol. Los de Mourinho que acusaran las bajas de Xabi Alonso y Marcelo,  se descomponen con las constantes interrupciones del juego por parte de los de Manzano y se van al descanso con cierta sensación de frustración. 

La segunda mitad es otra historia. El principal protagonista, Clos Gómez. El aragonés comienza con un recital de errores y, curiosamente, todos en contra del Real Madrid. En el minuto 62 expulsa por doble amarilla a Carvalho por un presunto codazo que no existe, porque el central portugués choca con su cabeza contra la de Negredo. Siguiente error de bulto. Minuto 69 de juego, Escudé agarra de manera reiterada a Granero dentro del área y Clos Gómez no lo ve. Penalti claro. Otro dato: los jugadores del Real Madrid reciben nueve amarillas y una roja, por tres amarillas y una roja para el Sevilla. 

Pese a todo, el Real Madrid no se descompone, todo lo contrario. Se agarra al Bernabéu, a su historia y se lanza a por el partido. El empate no vale para nada. El Sevilla se asusta, se mete aún más atrás y eso le sentencia. En el 76’ de juego, internada de Özil en el área, el balón le llega rechazado a Di María y el argentino, en una genialidad, aguanta la salida de Palop y le bate con suspense. 1-0 y los de Mourinho se ponen por delante con 14 minutos de juego y un hombre menos en el campo. El técnico portugués reacciona rápido, quita a Özil y mete a Albiol.

Los últimos minutos no son ningún sufrimiento para el Real Madrid. El Sevilla, aturdido por la derrota, no es capaz de encontrar la portería de Casillas. El conjunto madridista logra una victoria merecida, agónica y digna de un equipo que nunca se rinde.

Para animar a sus compañeros Gonzalo decide que Sergio y alguno más se pasen por su casa para cenar. Pepe, Ángel, Cristiano, Marcelo y Mesut se presentan con sus respectivas novias.

Nayelin al no conocer a nadie no sabe de qué hablan, se siente desplazada y un bicho raro así  que decide irse. Gonzalo deja a sus amigos y evita que se coloque el abrigo.

-     No te marches.
-          No sé porqué he venido.
-          La verdad yo tampoco, porque me dijiste que no ibas a venir.
-          Me arrepiento de haber venido – mira hacia la mesa clavando la mirada en Alicia.
-          ¿Aún crees que estamos juntos? – mira a Alicia-. ¿No los viste durante la cena? – sonríe al ver a Sergio y Alicia abrazados y riendo en el sofá-. ¿No me crees? – vuelve la mirada hacia Nayelin.
-          Es muy cariñosa con todos – sigue sin quitar la vista de Alicia.
-          Porque es así. Sos muy celosa.
-          Perdóname, pero es que no encajo, no soy como vosotros. Me siento desplazada.
-          Las novias de ellos también piensan que no encajan en un mundo de futbolistas y míralas –señala a todas las chicas que miran revistas de moda en la mesa grande-, hasta Alicia a conseguido soltarse de Sergio. Si queres encajaras. Vos decidís – vuelve con sus amigos dejando a Nayelin pensar.


Al cabo de unos minutos Nayelin entra otra vez al salón y tras dedicarle una sonrisa a Gonzalo se sienta junto a las chicas. Nada más sentarse en la silla Alicia se levanta y vuelve con los chicos.

-     Siempre se ha llevado mejor con los chicos – la excusa  Nicole-. Es muy chicazo – mira a su amiga Alicia dedicándole una sonrisa cómplice.
-          Si ya – dice Nayelin.