Cuando el balón se detiene. Capítulo 9.
Quedan 20 minutos
para que una de las semifinales del Mundial Brasil 2014 comience. Sentada en la
grada Alicia observa a
Duygu hablar con su familia. A los 5 minutos la tiene al lado sonriendo.
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¿Qué haces aquí?
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No voy a dejar que
veas sola el partido.
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Vuelve con tus
padres. Tu hermano ya tiene problemas con ellos, no quiero que los tengas tú
también.
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Ya soy mayor para
tomar mis propias decisiones y me caes bien.
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Gracias - sonríe
dándole un abrazo.
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Además Mesut me
pidió que estuviera contigo si venías sola.
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¿Lo sabes?
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Se te nota -
sonríe.
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¿Mucho? - pregunto
asustada.
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No. Me lo dijo Mes
- ríe-. Y tranquila que no lo sabe nadie.
La selección
alemana se enfrentará a la selección española en la final del mundial 2014.
Después de vencer a la selección de México los jugadores de la Die
Mannschaft tienen el día libre. Paseando por Río de Janeiro Mesut
se da cuenta de que a su prometida le preocupa algo.
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¿A qué le estás
dando vueltas?
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Es tu día libre y
estás conmigo.
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Claro - sonríe-.
¿Con quién otra iba a estar? - la mira.
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Con tu madre - le
devuelve la mirada.
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Ali, eso ya está
hablado.
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Pero no me parece
justo. No quiero separarte de tu familia.
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No lo estás
haciendo, son ellos los que se apartan solos.
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No es lo que ellos
piensan.
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Me da igual lo que
piensen.
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Tiene que
importarte lo que piensen, son tus padres.
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Me da igual lo que
piensen y hasta que no te acepten me seguirán dando igual.
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No me parece bien.
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Siempre estás
pensando en el resto del mundo.
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En el resto del
mundo no. En ti. Me importas tú.
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Lo mismo que te
importo yo me importas tú y si no ven lo importante que eres para mí es que no
les importo lo suficiente.
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Que cabezón nos va
a salir el niño - sonríe Alicia tocándose la tripa.
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Esperemos que no de
cabeza – ríe Mesut-. Y dejemos ya el tema, por favor, sólo quiero disfrutar con
mi prometida el día libre que tengo antes de jugar la final – sonríe.
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¿Sabes? Pase lo que
pase creo que al terminar el partido harás una cosa.
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Pase lo que pase lo
primero que haré con el silbido final será ir a buscarte.
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¿Sí?
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Por supuesto. Así
todo el mundo sabe que la chica más guapa del estadio es mía - la abraza
sonriendo.
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No pensaba que ibas
a decir eso - le besa en los labios.
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¿Qué creías qué iba
a decir?
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Nada, déjalo - le
vuelve a besar.
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Ibas a decir que
iría a por mi madre - sonríe.
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Sí, y es lo que
deberías hacer.
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Déjalo Ali. No
insistas, ahora tú eres la persona más importante de mi vida y la única que no
me deja de lado cuando me equivoco.
En el estadio de Maracaná junto a su hermana Vanesa que
está con su hija Paris y los abuelos paternos, los padres de su amigo Ander
Herrera y, Macarena y la familia de su novio Jesé, también jugador de la
selección española, Alicia, nerviosa, observa la final.
Quedan 5 minutos
para que finalice el partido y el marcador marca 1-0 a favor de los españoles.
Rodeada de afición española Alicia está feliz porque la selección de su país
está a punto de volverse a proclamar campeona del mundo consecutivamente pero
triste porque el hombre más importante de su vida está en el equipo que pierde.
Los alemanes no dan
el partido por perdido y suben al ataque teniendo que aguantar patadas de
algunos de los jugadores españoles. Una patada de Sergio Busquets a Mario
Götze, que lo deja fuera, cerca del área provoca que la selección alemana tenga
la última oportunidad de forzar la prórroga. Mientras Iker Casillas coloca la
barrera Marco Reus y Mesut Özil deciden, junto al balón, quién tira la falta.
El jugador del Real Madrid se aleja del balón dejando toda la responsabilidad a
Reus. Marco chuta y para la sorpresa de los jugadores de 'La Roja' le pasa el
balón a Özil que desde la media luna pequeña tira a puerta estrellando el esférico
en el fondo de la red forzando, en el último minuto, 30 minutos más de partido.
Los 30 minutos de
la prórroga están reñidos. Ambos equipos quieren ganar y ninguno consigue
debilitar a la defensa contraria llegando así a los penaltis.
Con dos fallos para
los españoles y uno para los alemanes. Mario Gómez camina hacia el punto de
penalti para tirar el último y decisivo balón. Si falla continúa la tanda, si
acierta, los alemanes se proclamaran por cuarta vez en su historia campeones
del mundo.
Mario Gómez no
falla.
Todos los jugadores
de la selección alemana corren hacia el córner donde Mario está celebrando el
penalti que les da la victoria.
Mesut Özil consuela
a los amigos que tiene en la selección española y rápidamente va al encuentro
de Alicia, que alejándose de los aficionados españoles y familiares de
jugadores, se acerca sonriendo a la valla para abrazar y felicitar a su
prometido.
Enfrascados en un
abrazo y lágrimas de felicidad.
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El gol y el título
va para vosotros dos - susurra emocionado-. Gracias por estar siempre.
Duygu aparece junto
a ellos y emocionada abraza a su hermano. Alicia se da cuenta de que con la
mirada busca a su familia.
·
Ve - le anima
Alicia con una dulce sonrisa.
Mesut le devuelve
la sonrisa y con un beso le da las gracias.
Después de un par
de días celebrando por Berlín y recibiendo homenajes Mesut está de vacaciones y
Alicia a conseguido que la familia Özil este reunida alrededor de una mesa.
Tras la insistencia de Mesut la joven periodista no consigue eludir la cena.
Tras la insistencia de Mesut la joven periodista no consigue eludir la cena.
·
¿Qué hace ella
aquí? - pregunta Mustafa en turco al ver que su hijo llega al restaurante con
Alicia.
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Si no os importa no
habléis en turco, por favor - pide en alemán a la vez que le ofrece la silla a
Alicia-. Y ella, como tú la llamas, es mi prometida - se sienta junto a Alicia
desafiando a su padre- y si no la respetáis me levantaré, me iré de vacaciones
con mi futura mujer y no me volveréis a ver hasta que lo hagáis - advierte
sosegadamente.
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¿Cómo que
prometida? ¿Quién te ha dado permiso para comprometerte?
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Mi corazón.
·
El corazón - ríe Mustafa-,
eso no existe en un matrimonio musulmán.
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Alicia no es
musulmana y por eso no la aceptáis. Desde que nací teníais planeado que me
casara con la hija de un buen amigo, pero os equivocasteis y casi acabáis con
mi carrera.
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Mesut - le mira
Alicia- son tus padres no les hables así - dice en español.
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¿No había que
hablar en alemán? - recrimina Mustafa mirando a Alicia.
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Ha dicho que no os
hable así - le traduce Duygu al alemán.
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¿Enserio? - se
sorprende Gulizar.
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¿Qué te sorprende
mamá? - mira Mesut a su madre que contempla a Alicia.
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Que nos defienda
así a pesar de todo.
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¿Por qué? ¿Por qué
no es musulmana? Es mucho más honrada que muchos musulmanes y quedó demostrado
con Eylem.
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Mesut ya basta- le
pide Alicia mirándole.
Durante unos segundos
se contemplan la mirada hablándose sin decir nada. Entonces es cuando su madre
se da cuenta de que su hijo ya es un hombre hecho y derecho y que ha encontrado
a la persona adecuada para compartir el resto de su vida. Una mujer que lo ama
y que nunca permitirá que sufra, y si sufre estará ahí para tenderle la mano.
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Gracias – dice
Gulizar sonriendo a Alicia.
La palabra de
Gulizar provoca que Mesut y Alicia dejen
de contemplar al otro para mirarla. De repente se convierte en el centro de las
miradas de la familia Özil.
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Gracias por estar
con mi hijo – continúa cuando capta la atención de Alicia-. Yo acepto esta
relación – sonríe a su hijo.
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¿De verdad? –
pregunta Mesut con una gran sonrisa.
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Claro hijo.
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¿Por qué? – le
pregunta su marido molesto.
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Mesut hijo, ¿eres
feliz?
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Muy feliz – sonríe
mirando a Alicia.
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Eso me es
suficiente. Si es feliz no le voy a hacer infeliz.
Mesut se levanta y
camina hacia el lugar donde está su progenitora y le da un beso y un abrazo.
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Que a tu madre y a
tu hermana les caiga bien tu novia no quiere decir que seamos una familia feliz
– dice Mustafa.
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Prometida –
rectifica Mesut-. Vámonos – le tiende la mano a Alicia.
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Adiós – se despide
Alicia educadamente-, lo siento – se disculpa mirando a Gulizar que asiente con
la cabeza.
Antes de alejarse
de la mesa Mesut se gira, les da un beso a su madre y a sus hermanas y tras
mirar unos segundos a su padre, sin soltar la mano de Alicia, dice;
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¿Estás seguro de
tus palabras?
·
Sí, hasta que no la
dejes no serás bienvenido en mi casa.
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Perfecto. Pues
hasta otra. Y que sepáis que vamos a ser padres.
Sin esperar la
reacción de su familia y agarrados de la mano Mesut y Alicia abandonan el
restaurante.
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