Cuando el balón se detiene. Capítulo 7.
Sentados en un lado
de la habitación Mesut, Gonzalo, Nayelin y Lara, expectantes, escuchan y
observan la reacción de Sergio y Alicia en cada una de las palabras que
pronuncian.
De pie. Uno en
frente del otro se observan.
·
Desapareciste cuando
terminaste el curso y no volví a saber de ti hasta que me dijisteis que
estabais juntos.
·
Solo tuve noticias
de una persona que me buscaba y esa persona fue Mesut. Ni estando en Madrid me
buscabas.
·
Siempre le quisiste
más a él – se lamenta Sergio sentándose.
·
Yo te quería Sergio
– se sienta junto al que una vez fue el hombre de su vida-. Lo eras todo para
mí.
·
Lo destruiste todo
– mira fijamente el suelo como si de un agujero negro se tratase.
·
Yo…
·
Cambiaste – la mira
a los ojos-. Eras otra, no te reconocía. Nadie lo hacía. Deambulabas de un lado
a otro sin tratar con nadie. De casa a clase y de clase a saber dónde.
Aparecías en casa y te metías a la cama, me despertaba y ya no estabas. Ni si
quiera me preguntabas por los entrenamientos, partidos o lesiones
·
¿A caso me
preguntaste tú cómo estaba?
·
No me dejabas. Te
cerrabas.
·
¡¿Cómo querías que
estuviera?! ¡Perdí a mi hijo!
·
Nuestro.
·
¡¿Qué?! – grita
Lara.
·
Calla – le tapa la
boca Gonzalo.
·
Era mi primer hijo y de la mujer de mi vida, ¿crees
que a mí no me dolió? ¡Claro que me dolió!
·
Ya lo veía. Esa
pérdida te la cubría una sí y otra también.
·
No solo perdí
nuestro hijo también te perdí a ti.
·
No te esforzaste en
intentar no perderme.
·
Tampoco me diste
más opciones.
·
¿Ya han terminado
de hablar? – pregunta Lara tras el incómodo silencio que invade la sala.
Sentados el uno al
lado del otro observan el suelo. Callados. Esperando a que el otro diga o haga
algo. Recordando el momento que desmorono sus vidas dejando un gran vacío.
·
No derramaste ni
una puta lágrima – rompe Sergio el silencio-. ¡Joder!
·
Eso no significa
que sufriera menos.
·
Ni una – la mira-. Un
abrazo, un beso, una mirada… ¿Por qué no? ¡¿Por qué?!
·
No sé – limpia una
lágrima que cae por la mejilla de Sergio.
·
Dame ahora una
explicación – la mira agarrando la mano con la que Alicia aún seca la mejilla
de Sergio.
·
No la hay.
·
Alguna hay. Tiene
que haberla.
·
No sé Sergio.
Cuando se fue se llevo mis sentimientos, deje de sentir. No sentía nada.
·
Sabías que podías
apoyarte en mí.
·
En ti y en las
otras ¿no?
·
No vayas por ahí.
·
Lo intentaba, de
verdad que lo intentaba. Quería un abrazo tuyo, lo necesitaba pero tu
comportamiento en público me lo impedía. Solo llorabas cuando nadie te veía. Ni
siquiera delante de mí.
·
Al menos lloraba.
·
¿Me devolvería a mi
hijo llorar?
·
No.
·
¿Y tus
infidelidades tenían excusa? – continua Alicia preguntando después de unos
minutos de silencio.
·
No te fui infiel.
·
Un día estabas con
Sole, otro con Lara, otro con otra. Y así todos los días. Que no hablara no significa
que fuera tonta.
·
Ya no estábamos
juntos.
·
Sí lo estábamos
Sergio, antes de… - traga saliva – antes de que Pablo se fuera ya te veías con
ellas. Y después ya no estábamos juntos de cuerpo pero sí lo estábamos. En ese
momento todavía no nos dijimos adiós.
·
Tampoco te falto
mucho tiempo para decírmelo.
·
¿Qué querías que
hiciera? Era como si no nos conociéramos.
·
No lo dirás por mí.
·
No. Siempre me he
reconocido que tengo parte de culpa de todo lo que pasó.
·
¿Qué nos pasó? – la
mira.
·
No lo sé – le contempla
la mirada.
·
Tal vez el destino
lo quiso así.
·
Tal vez tú no
estabas preparado para formar una familia.
·
Si tú eres parte de
ella cualquiera podría formar una familia – acaricia las mejillas de Alicia
esbozando una sonrisa.
·
Sergio – gira la
cabeza hacia el frente evitando la mirada y el contacto de Sergio.
·
No, enserio – la
agarra la mano - me alegro mucho de que estéis juntos.
·
Mentiroso – sonríe
echándole una mirada rápida.
·
De verdad, espero
que seáis felices y duréis toda la vida – echa un vistazo a Mesut con el
rabillo del ojo-. Sé que Mes te cuidó, te cuida y te cuidara como yo no supe
cuidarte.
·
No está siendo
fácil.
·
Lo empezará a ser
pronto – le besa la mano que le sujeta-. Además, hacéis buena pareja.
·
Eso te ha dolido –
ríe Alicia.
·
Un poquito – admite
Sergio sonriendo.
·
Gracias por esta
conversación – agradece a apoyando la cabeza sobre el hombro del Sevillano.
·
Si que se agradece
sí.
·
¿Ha terminado ya el
numerito? – grita Lara rompiendo la tranquilidad del reservado.
·
¡Dios! ¿Cómo puedes
aguantarla? – susurra la periodista.
·
Déjalos - le pide Gonzalo.
·
No hables con la
boca llena – le ordena Nayelin.
·
Pensaba que estabas
con la Rubio – retoma Alicia la conversación después de observar a su novio y a
sus amigos-. Aunque cada temporada se te ve con una.
·
No encuentro a
ninguna como tú – apoya la cabeza sobre la de Alicia.
·
Ni la encontraras –
sonríe Mesut cuando se planta junto a ellos.
·
¿Celoso? – bromea
Sergio levantando la cabeza.
·
En absoluto. Solo
quiero agradecerte que hayáis hablado, por fin podrá dormir tranquila.
·
Así que le quito el
sueño a tu novia eh – ríe.
·
Muy gracioso – le
sacude el pelo.
·
Id a celebrar.
·
Vente tú también,
no te quedes aquí pensando – le pide Alicia dándole un beso en la mejilla.
·
Claro – le dedica
una sonrisa-, ahora iré.
Cogidos de la mano
y siendo observados por Sergio, Alicia y Mesut, abandonan el reservado y
vuelven a con el resto de invitados.
Después de no hacer
caso a Alicia y pensar durante un rato en la sala sin que nadie le moleste sale
junto al resto de presentes que celebran los títulos conseguidos y lo primero
que ve es a su amigo Mesut y su ex novia Alicia abrazados, bailando, susurrándose
y sonriendo.
·
Ya habéis hablado,
pasa la página – le recomienda Gonzalo.
·
No quedan más.
·
Pues si querés te
regalo yo uno. Han pasado 3 años. Duele sí, pero perdiste tu oportunidad, deja
ya de hacerlos culpables y de lamentarte.
Tras una noche de
fiesta y celebración Mesut se despierta con la alegría de saber que durante unas
semanas antes de volver a ver a sus amigos y compañeros de selección va a
disfrutar unos días con su novia en la playa.
Alicia y Mesut Özil
amanecen, una mañana más, en una lujosa suit de 'Rocabella Mykonos Art Hotel'
con la isla de Mykonos, en Grecia, a sus pies. Al futbolista no le desaparece
la sonrisa de la cara. Después de meses de duro trabajo y ver a su novia con
cuentagotas por fin despierta junto a ella rodeados de tranquilidad.
En breves momentos llegará el desayuno y Alicia todavía sigue durmiendo. Sentado junto a ella la observa dormir.
En breves momentos llegará el desayuno y Alicia todavía sigue durmiendo. Sentado junto a ella la observa dormir.
·
Buenos días
dormilona - dice cuando Alicia abre los ojos-. A la ducha.
·
Que vista más
bonita al despertar - sonríe.
·
La verdad es que
sí, Grecia es maravillosa - sonríe señalando las vistas que se ven por la
ventana.
·
Tonto - le da un
golpe suave con la rodilla.
·
Golpes bajos no eh
- coloca el dedo índice sobre los riñones de Alicia.
·
Para Mesut - le
sujeta la mano para que pare.
·
¿O sino qué?
·
Te quedas sin
postre - le guiña un ojo.
·
¿Y si lo robo y me
lo como antes?
·
No creo que le haga
mucha gracia al doctor que te saltes la dieta.
·
No creo que afecte
mucho a mí dieta - recorre el cuello de Alicia con los labios.
En el momento en el
que sus cuerpos se unen para convertirse en uno sólo el servicio de
habitaciones interrumpe llamando a la puerta.
·
¡Joder! - maldice
en español.
·
Si me hubieras
dejado dormir cinco minutos más podríamos haber sudado antes de ducharnos.
·
Un segundo - grita
en inglés-. Espérame en la ducha - le pide al oído.
La besa y sonriendo
abre rápidamente la puerta. Le indica al botones que deje el desayuno en la
mesa y vuelve al baño para seguir disfrutando de su novia.
·
¡Alicia! - corre
hacia ella al encontrarla sentada en el suelo, apoyada en la pared y pálida
junto al váter.
Alicia señala el
váter con la cabeza y Mesut responde con un beso en la frente y un abrazo.
·
Voy a tener que
pedir una dieta para ti - sonríe apartándole el pelo de la cara-, espera.
Mesut se levanta,
coge la toalla de manos, la moja y en menos de un minuto vuelve a arrodillarse
junto a Alicia.
·
Ya te avisé que no
era bueno no comer nada un día y comerte todo el siguiente - le pasa la toalla
húmeda por los labios.
La joven periodista
vuelve a inclinarse en el retrete para vomitar y cariñosamente, Mesut, le
sujeta el pelo.
·
¿Mejor? - pregunta
cuando termina. Alicia asiente-. ¿Una tila? - le vuelve a humedecer los labios
con la toalla.
·
No.
·
Ven, vamos a
bañarnos - le tiende la mano para ayudarla a levantarse.
Un largo baño con
múltiples charlas han provocado que el desayuno lleve casi media hora encima de
la mesa.
Mesut observa como la mujer de su vida arrasa con los croissants y las tostadas frías.
Mesut observa como la mujer de su vida arrasa con los croissants y las tostadas frías.
·
Cariño - cruza los
brazos sobre el cristal de la mesa.
·
¿Sí? - le devuelve
la mirada ofreciéndole que muerda la tostado. Mesut niega con la cabeza.
·
¿Qué pasa?
·
Nada - sonríe.
·
Dime qué pasa - le
quita la tostada de la mano.
·
Anula la cita de
submarinismo - dice con la voz baja, la cabeza agachada y mirándole de reojo.
·
¿Por qué?
·
No me apetece.
·
Hasta donde yo sé
siempre has querido bucear rodeada de peces - le coge la mano para que se
levante y se siente en su regazo-. ¿Por qué has cambiado de opinión? ¿Qué
ocurre? - recorre la espalda de Alicia con la mano.
·
Estoy embarazada.
·
Igual es una falsa
alarma.
·
No Mesut no. No es
una falsa alarma.
·
¿Cómo estás tan
segura?
·
Lo sé y punto,
¿podemos terminar de desayunar tranquilos? - Alicia se levanta de las rodillas
de Mesut y vuelve a sentarse en su silla.
·
La noticia que
Mesut ha conocido durante el desayuno a trastocado los planes y ahora se
encuentran con las chanclas en la mano paseando por la orilla de la playa.
·
¿Hace cuánto lo
sabes? - pregunta Mesut en un tono tranquilo.
·
Desde que llegamos aquí.
·
Eh... - la mira-,
entonces no es seguro - se detiene dejando a su vez a Alicia.
·
Sí Mesut, es
seguro. Al llegar una señora...
·
La rara -
interrumpe haciendo memoria.
·
No seas faltón - le
da un pequeño golpecito en el pecho.
·
Pero a que es ella
- sonríe satisfecho.
·
Sí - sonríe a la
vez que le da un corto beso.
·
Sigue - pide rodeando la cintura de Alicia con
los brazos.
·
¿Con la historia
que has interrumpido o con los besos? - posa el brazo derecho, libre de
sandalias, en su cuello.
·
Me gusta más la segunda opción - la acerca más
a él - pero creo que aquí me tengo que quedar con la primera - le da un beso en
los labios.
·
La mujer me dijo
'enhorabuena y tenga cuidado' a la vez que me miraba la tripa - cuenta cuando
Özil separa los labios de los suyos.
·
Eso no quiere decir
nada.
·
Me hice un test y
dio positivo.
·
¿Cómo? ¿Cuándo? No
nos hemos separado desde que llegamos.
El futbolista
observa a Alicia que baja la mirada para evitar que los ojos de
su novio sé clave en los suyos.
su novio sé clave en los suyos.
·
Alicia - la agarra
del mentón para poder mirarla a los ojos.
·
Cuando te pusiste a
jugar fútbol con los niños me escapé unos minutillos.
Özil sonríe y sin
perder la sonrisa la abraza.
A la hora de la
cena pone sobre la mesa las dudas que le quedan respecto el tema que durante
todo el día ronda en su cabeza.
·
Llamarás a tu jefe
para decir que no vas, ¿no?
·
¿Qué no iré dónde?
·
A Brasil a seguir
el mundial.
·
¿¡Cómo!?
·
Que no vas a ir a Brasil a trabajar - repite.
·
¿Y por qué tendría qué dejar escapar ésta
oportunidad?
·
Por tú salud, vuestra salud.
·
Me voy a dormir - tira la servilleta de tela
en la mesa y se levanta.
Sin rechistar Mesut
observa a Alicia meterse en la habitación. Decide terminar de cenar y dejarla
pensar. Tranquilamente se mete en la cama y le da un beso, al no recibir
respuesta esboza una sonrisa.
·
Sé que estás
despierta - le susurra al oído-. No te enfades, sólo me preocupo por ti -
recorre el cuello con los labios.
·
No hagas eso - le
advierte apretando la mano que Özil tiene sobre el vientre de Alicia.
·
¿Por qué?
·
Porque estoy
enfadada contigo.
·
No te enfades.
·
¿Cómo no me voy a
enfadar? - se gira para mirarlo.
·
Sabes porque te
pido que no vayas más a trabajar.
·
Sí, lo sé
perfectamente - pone los ojos en blanco.
·
Y también sabías lo
que te iba a pedir, ¿verdad? - le acaricia la mejilla. Alicia ausente-. Por eso
no me lo querías decir - Alicia vuelve a asentir-. Ya no podemos ocultarnos
nada - sonríe.
·
¿De verdad quieres
que me quede en España mientras tú estás en Brasil?
·
Mesut se tumba en
la cama bocarriba y suspira.
·
Claro que no quiero
que te quedes en España mientras yo estoy allí jugando el mundial - dice
rápidamente.
·
¿Pero? - le mira.
·
No quiero que
perdamos a nuestro hijo.
·
Eso no pasará -
apoya la cabeza sobre el pecho del futbolista.
·
Si te paseas de
sede en sede por todo Brasil buscando jugadores de la premier para
entrevistarlos sí que pasará.
·
¿No confías en mí?
- levanta la cabeza para mirarlo.
·
No digas tonterías,
claro que confío en ti pero si estudiando pasó lo que pasó imagínate lo que
puede pasar trabajando como trabajas tú. Porque sé como trabajas. Eres perfeccionista
y si no está perfecto no lo dejas hasta que lo esté. Sólo quiero que descanses,
que te lo tomes con calma y trabajando no lo vas a conseguir.
·
Ósea, que no sólo
me pides que no vaya a Brasil sino que deje el trabajo que tanto me costó
conseguir en Londres.
·
Sí - afirma sin que
le tiemble la voz.
·
¿En serio quieres
que deje por el camino uno de mis sueños por un capricho? - se sienta en la
cama con la piernas cruzadas.
·
No es un capricho -
se sienta junto a ella.
·
¿Dejarías de jugar
un mundial, una Eurocopa o una final de la champions si te lo pidiera yo? - lo
mira.
·
Si es por mi salud
sí - confiesa sin pensarlo ni un segundo a la vez que la rodea por la cintura
con los brazos-. Es más, si algún día pasa quiero que lo hagas.
·
Lo dices para que
no vaya a Brasil y yo jamás podría prohibirte eso.
·
Quiero que dejes de
trabajar durante un año, sólo eso.
·
Un año en el que se
juega un mundial y yo participo como periodista.
·
Que cabezona te
parió tu madre - suspira y se deja caer sobre el colchón.
·
Mesut, no puedes
pedirme que me quede en casa tan lejos de ti. Ya hemos estado demasiado tiempo
lejos - se gira para quedar frente a él.
·
No te estoy
pidiendo que te quedes en casa, sólo que si vas a Brasil no trabajes.
·
No puedo decirle a
mi jefe que no voy a ir a Brasil a trabajar y luego me fotografíen. Si
voy a Brasil es para trabajar.
·
No. Dile a tu jefe
que te tomas un año sabático.
·
Si le pido un año
de vacaciones me despide.
·
Pues que te
despida, buscas trabajo en Madrid y punto, dentro de un año claro.
·
No es tan fácil, si
voy a Brasil es como periodista.
·
No - la agarra de
la mano y se arrodilla frente a ella y mirándola a los ojos continúa-, ven a
Brasil como mi prometida.
wowwww como me encanta esta pareja con ganas de leer el sgte capitulo.
ResponderEliminarOoooooooh qué final!!! :_)
ResponderEliminarMe encanta!!!!