Cuando el balón se detiene. Capítulo 10.
No
es la primera vez que salgo de fiesta con Josh pero, no sé por qué, hoy no
estoy cómoda. A estas horas de la noche nadie sabe dónde está ni cómo se llama.
Idioteces, chicas vomitando y chicos creyéndose ser los mejores intentando
impresionar a las chicas es lo único que queda. Y uno de esos chicos es Josh.
Me sorprende verle así, no parece él. Y lo peor es que desde que llegamos aquí
no hemos hablado.
·
¿Te
gusta? - me pregunta un chico apoyándose en la misma mesa en la que estoy
apoyada.
·
¿Perdona?
- le miro. Es un chico rubio de ojos azules, vestido con un vaquero y una
camisa desaliñada de color celeste.
·
El
chico al que miras - señala a Josh que anima a alguien a beberse una cerveza de
un trago-, el que lleva la corbata azul en la cabeza.
·
Es
mi novio - le digo sin quitar la vista de sus ojos.
·
Ah
- dice sorprendido y decepcionado.
·
Se
supone - aparto la mirada de esos ojos azules para mirar a Josh.
·
Ah
- repite.
·
¡¿Qué?!
- le miro.
·
Nada
- me devuelve la mirada esbozando una leve sonrisa.
·
Dime,
nadie se entera. Seguro que ni saben dónde están - señalo a los borrachos de mí
alrededor.
·
Guapa
y divertida - me sonríe jugando con unas llaves.
·
No
te va a servir, tengo novio.
·
Que
está más pendiente de otras que de ti.
·
Si no me lo dices no me doy cuenta - pongo los
ojos en blanco.
·
Si
fueras mía no te dejaría sola en una fiesta como ésta.
Río.
·
Tú
también eres divertido.
·
No
he dicho nada divertido - me mira anonadado.
·
No
soy una niña, sé cuidarme sola.
·
Estoy
seguro de ello pero debería ser delito dejar que una chica como tú esté sola y
aburrida - me guiña un ojo-. Que te sea leve la espera - y se marcha.
Lo
observo para ver dónde va. No quiero que termine la conversación y no sé porqué.
Ni si quiera sé su nombre. Le pierdo el rastro y sin saber el motivo el techo
de esa casa se me desploma encima.
Voy al encuentro de Josh para pedirle que deje de beber y avisarle de que me voy a casa pero no me hace caso. Ni a una cosa ni a la otra.
Voy al encuentro de Josh para pedirle que deje de beber y avisarle de que me voy a casa pero no me hace caso. Ni a una cosa ni a la otra.
Decido
dejarlo con su borrachera e irme. Es tarde y si llamo a mi padre para que venga
a recogerme lo hará, pero no me apetece que vea así a Josh.
Cuando me encamino a la salida reconozco, en algún lugar de esa casa medio vacía, la voz del rubio de ojos azules. Es inconfundible. Dulce y Sexy. Y no sale de mi cabeza.
Me acerco al lugar del que procede la voz, la cocina, y está hablando con una chica. Los ojos del misterioso chico están llenos de rabia, de impotencia.
Cuando me encamino a la salida reconozco, en algún lugar de esa casa medio vacía, la voz del rubio de ojos azules. Es inconfundible. Dulce y Sexy. Y no sale de mi cabeza.
Me acerco al lugar del que procede la voz, la cocina, y está hablando con una chica. Los ojos del misterioso chico están llenos de rabia, de impotencia.
·
Vas
ciega. No sabes ni dónde estás.
·
Claro
que lo sé. Estoy en una fiesta - ríe-, ¡diviértete! - le da un golpe en el
hombro - no seas un muermo.
·
Vámonos
ya, no quiero que te pase nada - pide.
·
¡Déjame
y lárgate! - Dice cogiendo la primera botella llena que pilla.
·
¡Joder
Marta! - grita impotente al ver que la chica se aleja bebiendo de la botella.
Entrelazando
sus dedos en su pelo da vueltas por la cocina y al girarse me ve. Sonríe y su
mirada se dulcifica.
·
¿Lo
haces mucho? Lo de escuchar detrás de las puertas, digo - aclara rápidamente al
ver que frunzo el ceño.
·
Em
sí, de vez en cuando - sonrío -. ¿Tu novia? - pregunta mi boca sin que mi
cerebro le dé permiso.
·
¡Oh,
no, Dios! - dice sacudiendo la cabeza como si intentara borrar ese pensamiento.
·
Lo
siento.
·
Es
mi hermana.
·
Ah.
·
Me
llamo Riccardo - se acerca.
·
Yo
Hazine.
Sonrío.
Sonríe.
·
Bonito
nombre...y... – se calla sin saber que decir.
·
¿Raro?
·
Sí
- se sonroja-. ¿Qué tal tu novio?
·
Creo que a la par que tu hermana - río.
·
¿Le
estás esperando para que te lleve a casa? - pregunta alarmado.
·
¡No,
ni loca! En su estado jamás me subiría con él a la moto.
·
¿Y cómo vas a volver a casa?
·
Llamaría
a mi padre pero no creo que le haga mucha gracia ver que Josh me ha dejado sola
así que no me queda otro remedio que irme en taxi - tuerzo el labio.
·
Si
quieres puedo llevarte.
·
Creo
que eso le haría menos gracia- sonreímos.
·
A
estas horas estará dormido - mira el reloj.
·
Será
mejor que cuides de tu hermana.
·
Ella
ha querido quedarse, que se busque la vida.
·
No
digas eso, es tu hermana y yo una simple desconocida. Llamaré a un taxi, igual
gracias - sonrío.
·
¿Segura?
·
Sí,
no te preocupes.
Llevándome
sólo una amena conversación, su nombre y la imagen de esos ojos salgo de la
casa para llamar a un taxi. La verdad, no tengo ni idea de dónde estoy, veo el
buzón y me acerco para mirar la dirección.
Cuando
estoy a punto de meterme al taxi para volver a casa oigo la voz de Riccardo
gritando mi nombre. Me giro y viene corriendo. Le digo al taxista que espere y
espero a que el chico de ojos azules llegue.
·
Me
gustaría volver a verte.
·
Riccardo,
tengo novio.
·
Sí,
uno que hoy se ha olvidado de ti.
Miro
hacia otro lado porque sé que tiene razón.
·
Por
favor - me agarra del mantón y me gira la cara-. Simplemente para saber que
llegas bien a casa – se preocupa clavando sus ojos azules en mis ojos marrones.
·
Mañana
estaré por el Bernabéu.
·
¿A
las 8 te viene bien?
Sonrío
y asiento como una auténtica boba enamorada.
·
¿A
las 8 en la puerta de la tienda del Bernabéu?
·
Gracias
- me da un beso en la mejilla. Puedo sentir una sonrisa en su boca.
Llego
a casa sana y salva y antes de subir a mí habitación paso por la cocina para
beber un poco de agua encontrándome a mi padre comiendo a escondidas. Cosa que
me hace gracia.
·
¿Ya
estás aquí? - mira el reloj de la cocina que marca las 2:47.
·
Si
quieres me voy - contesto cogiendo la jarra de agua.
·
Igual que tu madre - dice cuando paso por
detrás de él. Le doy un beso en la mejilla.
·
¿Sabe
mamá que te estás comiendo la tarta?
·
Seguramente
sí - sonríe-. ¿Qué tal te lo has pasado?
·
Bien
- sonrío, al recordar a Riccardo.
·
¿Sólo
bien? - me mira sin dejar de comer tarta.
·
Sí.
·
¿Y
Josh?
·
Me
imagino que en su casa.
·
Despiértate
a la hora que quieras, pero no tardes mucho en acostarte - se levanta y se
acerca a mí-. Dulces sueños pequeña - me da un beso en la cabeza.
·
Buenas
noches papá.
Camiseta
blanca de 'Los Ramones', short vaquero y unas Converse bajas blancas. Todavía
queda una hora. He quedado con mis amigos y después de la borrachera que se
pilló anoche no sé si Josh aparecerá. No he tenido noticias de él en todo el
día así que me imagino que no estará. Sentada en la silla del escritorio no
dejo de mirar el dibujo que hice está mañana al despertarme. La mirada de
Riccardo.
Llaman
a la puerta. Rápidamente guardo el dibujo en el bolso negro que está encima de
la mesa.
·
Pasa
- es mamá.
·
¿Estás
bien? - me pregunta asomando la cabeza por la puerta.
Niego
con la cabeza. Entra y cierra la puerta.
·
Ven
- me extiende la mano para que me siente en la cama junto a ella-. ¿Problemas
con Josh?
·
Puede
- digo triste-. Durante la cena estaba bien, atento y cariñoso como siempre, y
al llegar a la fiesta era todo lo contrario. Se emborrachó y es como si yo no
existiera, iba a perseguir a otras.
·
¿Has
hablado con él?
·
No,
no me contesta las llamadas.
·
Ay
mi pequeña - me abraza.
Qué
bien me sienta estar entre los brazos de mi madre en estos momentos. Sea el
problema que tenga siempre está ahí, siendo objetiva e intentando hacer lo
mejor para mi felicidad.
·
Espera
- me suelta y me mira -, llegaste casi a las tres. ¿Por qué no viniste antes si
estabas incómoda?
Sonrío.
Me mira y sonríe también.
·
Creo
que tiene nombre de chico.
·
Tal
vez - me sonrojo.
·
¿Y
cómo es? ¿Es simpático?
·
Se
llama Riccardo y no sé nada más. Bueno sí, que, como mínimo, tiene 18 años y
tiene una hermana.
·
¿Volverás
a verle?
·
Igual
hoy. No sé. Me dijo que quería verme hoy y como insistió le dije que a las 8
estaría en el Bernabéu pero no sé si hice bien.
·
Cuando
tomas una decisión no sabes si saldrá bien hasta que la realizas.
·
¿Crees
que tomé la decisión correcta al quedar con él?
·
Decidas
lo que decidas tiene que ser lo que de verdad quieras y ser sincera contigo
misma, con Josh y con el chico. Tienes que decirle que tienes novio.
·
Ya
lo sabe.
·
Eso
es bueno - me coloca un mechón de pelo detrás de la oreja-. Lo que hagas que
sea por tu felicidad. Piensa en ti.
·
Gracias
- sonrío y la abrazo.
·
¿Has
quedado con Riccardo en el Bernabéu porque papá estará ahí?
·
Sí
- río.
·
Si
le necesitas le llamas.
Me gustaaaaaa sigue muy pronto :)
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