Cuando el balón se detiene. Capítulo 15.
Ambos
se miran fijamente a los ojos que brillan mostrando el deseo que sienten en
cada poro de sus cuerpos. Con el consentimiento uno del otro se funden en un
apasionado y erótico beso que les hace flotar. Mesut agarra las nalgas de
Alicia y la levanta, ella, automáticamente, enrosca sus piernas en las caderas
del hombre que está haciendo suyo. Sin separarse ni un sólo centímetro llegan
hasta la enorme cama de ese encantador y sencillo hotel que sin dejar de mirarse
a los ojos, buscándose a cada segundo y con un frenesí de necesidad Mesut,
dulcemente, se deshace de las ropas de Alicia. Haciendo ella lo propio con las
del joven de 23 años.
La
inmersión total uno en el otro. Uno dentro del otro. Juntos son uno. No existe
nadie más en el resto del universo.
Dentro
y fuera, tratando de mantener las cosas con calma al principio, tratando de
saborear cada trazo exquisito de su exuberancia. Sin dejar de sentirse,
observarse, olerse, tocarse y saborearse llegan hasta el éxtasis.
·
¿Por
qué siento que el miedo me ha abandonado? - pregunta Alicia sin quitarse de
encima de Mesut.
·
Tal
vez porque ya no lo sientas - recorre la espalda desnuda de la chica de la que
no quiere separarse nunca.
·
No
quiero irme - levanta la vista para mirar los ojos de Özil.
·
Pues
yo quiero irme cuanto antes de Turquía.
·
No.
·
Pensaba
que no te gustaba estar cerca de mi familia - la mira exhausto.
·
Ellos
me dan igual.
·
Ahora
soy yo el que no te entiende, Alicia.
·
No
quiero irme de tú lado - se incorpora para tener la cara frente a la de Mesut.
·
No
lo hagas - coloca sus manos sobre las mejillas de Alicia- nunca - la besa.
Alicia
se levanta dejando a Mesut tumbado en la cama tal y como llegó a este
mundo.
·
¿Te
vas a vestir? - observa a Alicia que se acerca al armario.
·
No,
¿quieres que lo haga? - se gira para mirarlo.
·
No
- sonríe-, me gustas mucho más así- observa como coge la rosa-. Pero cerca mío
- le pide con la mano que vuelva a la cama.
Con
la rosa en la mano Alicia se tumba, otra vez, encima de Mesut y pasa la sabana
por encima de ambos.
·
Me
gusta estar piel con piel - la abraza por la espalda.
·
Está
rosa todavía guarda pocos secretos - le acaricia la mejilla con los pétalos de
la rosa.
·
Pues
habrá que empezar a llenarla de secretos.
·
Y
que nunca deje de llenarse.
Toda
la noche hablando y durmiendo tan abrazados, que continúan siendo un solo
cuerpo, amanecen. Sin querer separarse.
·
¿Y
si nos quedamos aquí hasta que tenga que volver a Madrid? - propone Mesut.
·
No
podemos.
·
Somos
mayores para hacer lo que queramos.
·
Mesut,
tengo que subirme a ese avión y a ti te espera tu familia - pone cordura tras
una noche de ensueño.
·
Ya
te has saltado demasiado las reglas, ya vuelve la Alicia perfeccionista- bromea
Mesut.
·
Cuando
menos te lo esperes me las volveré a saltar - sonríe.
·
¿Ducha
y desayuno o desayuno y ducha?
·
¿Qué
tal un bañodesayuno?
·
Llena
la bañera que voy a por el desayuno.
Antes
de llevar a Alicia al aeropuerto me ha pedido ir a mi casa a despedirse de mi
familia. ¡De mi familia! Es un disparate. A mi familia no le cae bien Alicia y
a Alicia no le cae bien mi familia. Al aparcar el coche frente a la puerta
quiero que la tierra me trague.
·
¿Estás
segura que quieres despedirte de ellos?
·
Sí
- dice seria.
·
¿Por
qué? No te cae bien mi familia.
·
¿Quién
ha dicho que me caiga mal tu familia?
·
Creo
recordar que querías alejarte de la mirada de mi padre - dice Mesut con una
media sonrisa.
·
Ante
todo educación.
Educación
es lo único en que se basa la despedida entre mi familia y la mujer a la que
quiero. La más efusiva es Duygu, que adora a Alicia, cada dos días me
preguntaba si sabía algo de ella; se ponía más triste que yo. Y mi madre, ay mi
madre. Parece que le cae bien pero es como si no pudiera dar su opinión.
Sentados
en los asientos del aeropuerto Alicia y Mesut se gastan bromas, se hacen
carantoñas y ríen. Ríen como una pareja. De camino a la puerta de embarque
hablan.
·
¿Hasta
cuándo estarás en Madrid?
·
Hasta
el 10 de enero más o menos.
·
¿Dónde
estarás?
·
En
casa de Mac.
·
¿Nos
veremos cuando vuelva?
·
Te
has despertado muy preguntón hoy - sonríe Alicia tocándole la nariz.
·
Me
he despertado muy feliz.
·
Seguiré
en Madrid cuando vuelvas - confiesa con una sonrisa de oreja a oreja.
·
No
te subas a ese avión y viaja mañana conmigo - le pide abrazándola.
·
No
podemos, nos vemos en Madrid - promete dándole un beso en la mejilla.
Son
ya varios días los que Mesut y Alicia llevan en la misma ciudad e
intercambiando mensajes, sin verse. Mesut no entiende por qué Alicia no quiere
verle. Con ayuda de Macarena, Mesut, consigue hacerle una encerrona a Alicia.
·
¿Seguro
que te dijo que iba a venir a comer?
·
Sí
Mesut. Cuando llame al timbre nos vamos.
·
Muchas
gracias Mac.
·
Mientras
tú tampoco le hagas daño os ayudaré.
·
Ahí
está - dice Jesé levantándose para abrir la puerta-. Es ella.
·
Pues
nosotros nos vamos - dice Macarena levantándose-. Mucha suerte.
·
Suerte
crack - dice Jesé con la puerta medio abierta mientras Macarena coge su
chaqueta y el bolso-. Coge mi chaqueta porfa - le pide a su novia Macarena.
Alicia
llama al timbre y se encuentra con que es Mesut quien le abre la puerta. Al
verle sonríe. Deja el bolso y la chaqueta sobre el sofá y dice:
·
¿Qué
haces aquí?
·
Tú
fuiste a Turquía yo vengo a casa de Mac.
·
Podríamos
haber quedado en otro sitio.
·
Aquí
es más discreto.
·
¿Qué
quieres?
·
Verte.
·
Mesut,
que nos conocemos.
·
¿Dónde
vas a pasar mañana la noche?
·
Aquí
con...
·
Con
nadie - interrumpe Mesut.
·
No,
con Mac.
·
No
mientas, sé que se va a casa de Jesé. ¿Por qué me mientes?
·
No
somos nada, Mesut. No tengo porque decirte que hago o dejo de hacer.
·
No
quiero que estés sola, cambiemos de año juntos. Solos tú y yo.
·
Dónde,
¿en tu casa con tu primo? ¿Aquí en una casa que no es nuestra? No Mesut. No
puede ser.
·
Parece
que te olvidas de con quién hablas. Puedo pagar una suit en el mejor hotel de
Madrid.
·
Eso
es lo que no quiero. No quiero estar contigo por quién eres.
·
Lo
sé, siempre me has tratado como un chico normal y no como Mesut Özil jugador
del Real Madrid. Déjame tratare como a una princesa. Quiero que el último día y
el primero lo pases sonriendo y no pensando.
·
Pero
tú no…
·
Pero
tú sí y no voy a dejarte sola. Sólo quiero estar contigo, no creo que vaya a
morirme.
Son
las ocho de la tarde y Mesut pasa por casa de Macarena para recorre a Alicia.
Está sola.
·
Dejo
abierto arriba - dice Alicia por el telefonillo - entra sin llamar.
Mesut
llega arriba y cierra la puerta. A los cinco minutos Alicia sale con un vestido
negro anudado al cuello y por la mitad del muslo, con unos zapatos de tacón
negros en la mano. Preparada pero no lista para marchar.
·
Hola
- se acerca para darle un beso en la mejilla.
·
Vas
muy sencilla, estás preciosa.
·
Gracias.
·
¿Ya
estás lista?
·
A
medias.
·
¿Qué
ocurre?
·
Me
has dicho que coja una maleta pequeña con cosas de aseo y tal.
·
Sí,
cepillos, cremas, ropa interior, ropa para cambiarte esas cosas.
·
Ya,
ya. El problema es que todavía no la he hecho - sonríe tímidamente.
·
Vamos
te ayudo - sonríe metiéndose la llave del coche en el bolsillo.
·
Tú
también vas muy sencillo y guapo - dice cuando entran en la habitación. Va con
un vaquero, una camisa y una americana. Todo de negro-. Van a pensar que vamos a
un funeral - bromea Alicia.
·
Que
piensen lo que quieran. Bien guapos vamos - dice acercándose a Alicia para
abrazarla.
·
Que
creído te has vuelto - rodea la cintura de Özil con los brazos a la vez que
sonríe.
·
¿Lista
para pasar otra noche inolvidable? - pregunta apartando un mechón de pelo de la
cara de Alicia.
·
Sí
- sonríe tímidamente.
Con
la mente puesta en disfrutar de la compañía, Alicia y Mesut cenan sin acordarse
de nadie, sólo caben bromas, buenos recuerdos, sonrisas, caricias y miradas que
delatan amor.
Conversación tras conversación. Achuchón tras achuchón han cambiando de año sin darse cuenta.
Conversación tras conversación. Achuchón tras achuchón han cambiando de año sin darse cuenta.
·
Gracias
por esta noche - sonríe Alicia levantándose de la silla.
·
¿Te
vas? - se levanta también Mesut.
·
Sí.
·
No
te marches.
·
Tu
objetivo era que no cenase sola y lo has conseguido.
·
Yo
no te dije que quería cenar contigo, te dije que quería pasar la noche contigo
- se acerca a ella.
·
¿Y
qué piensas hacer?
·
Como
si estamos tirados en el suelo - posa las manos sobre las mejillas de Alicia-,
me da igual lo que hagamos mientras sea juntos.
Y
la besa. La besa volviendo a encender la pasión que ambos sienten dentro de su
cuerpo.
Abrazados
y desnudos. Cubiertos únicamente por la fina sábana que sobrevive en la cama de
una de las siete suites privadas del hotel ‘Casa de Madrid’
·
Feliz
año. Gracias por hacerlo perfecto.
·
Feliz
año preciosa – le susurra Mesut al oído.
·
Cada
vez que te veo tienes más músculos - dice Alicia apoyada en el pecho de Mesut
mientras recorre los abdominales con la mano izquierda.
·
Pasa
mucho tiempo, y eso no me gusta.
·
No
lo estropees Mesut - pide quitándose de encima suyo y apoyándose en la
almohada.
·
Vale,
vale - promete levantándose-. Tengo hambre, ¿quieres algo?
·
No
gracias - lo observa salir de la habitación de la suite ‘Las Hojas De Abril’ de
25m2.
Tras
un par de minutos Özil vuelve a la habitación con un cuenco lleno de fresas. Se
encuentra a Alicia con su camisa puesta y sentada en el suelo frente a la
ventana. El futbolista se sienta detrás de la joven.
·
¿Quieres?
- le ofrece abrazándola.
·
No,
gracias - sonríe.
·
Me
gusta ver tus ojos llenos de vida.
·
¿Por
qué dices eso?
·
Estaban
apagados. Tristes.
En
silencio, dos locos esperando frente al vendaval mirando juntos desde la
ventana no saben si esconderse o dejarse llevar.
·
¿Qué
pasará ahora con nosotros? - pregunta Mesut.
·
¿Qué
quieres que pase?
·
Quiero estar contigo para siempre.
·
Mesut,
yo no quiero un para siempre de unos meses, yo quiero un poco a poco que nunca
acabe.
·
Pues
déjame darte ese poco a poco sin final. Déjame hacerte feliz.
·
No
será fácil.
·
¿Hay
algo fácil en la vida? - pregunta retóricamente dándole un beso en el hombro
desnudo de Alicia.
·
Hablo
en serio, Mesut. Ahora vivo y trabajo en Londres y a ti te fotografían con
alguna chica cada X meses.
·
Ali,
habrá otras chicas - la gira para tenerla cara a cara. Alicia enrosca sus
piernas en la cadera de Mesut-, claro que sí, y te llamaran mamá- acaricia su
cara-. Tú y las chicas que te llamen mamá son las únicas mujeres que quiero en
mi vida.
·
Yo
también deseo eso con todas mis fuerzas pero hay muchos obstáculos por medio.
·
Juntos
saltaremos todos esos obstáculos.
·
Tu
familia es el más grande.
·
Soy
yo el que quiere estar contigo, el que te ama y es algo que ellos no pueden
resolver.
·
¿Me
amas? - pregunta mirándole a los ojos.
·
Más
que nada en este mundo - y la besa.
·
Te
amo - dice Alicia sin separar sus labios de los de Mesut.
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