¿Y la valentía del Barcelona?

Más claro, el agua. El barcelonismo alardea de ser tolerante y respetuoso con los demás equipos. Incluso achacan una supuesta soberbia en el entorno madridista. Sin embargo, son los propios aficionados barcelonistas quienes encienden la mecha. Y es que desde la Ciudad Condal se pide a gritos una final en el feudo merengue.

Jugar y ganar la final en el Santiago Bernabéu. Los seguidores azulgranas no tienen la menor duda que saldrían victoriosos en el caso de que el estadio blanco albergara la final. Así muestran su faceta más prepotente. No hay nada como no saber ganar. No obstante, cabe destacar que la temporada es muy larga y que aún, pese la superioridad actual de los culés, queda mucho por disputarse.

Porque el sentir madridista sabe reconocer los méritos de los demás. Pero por Historia, el conjunto blanco no se rendirá. Por ello, seguirá peleando en Liga pese a la distancia de siete puntos, buscará la conquista de la Copa y soñará con ganar la Décima. Es la grandeza que diferencia a los buenos de los más grandes.

Ahora, el técnico de Santpedor quiere prevenirse de una posible derrota ante el conjunto de José Mourinho y alerta a su parroquia: el Real Madrid es temible, el peor rival posible.

"A medida que se acerque la final el optimismo irá bajando. El Madrid genera mucho respeto a los culés. Es el rival más duro y difícil que nos podemos encontrar. La dinámica actual es tirar de la exageración, a medida que se acerque la final cada uno irá a su sitio", dijo en referencia a la excesiva euforia del entorno culé.

No obstante, Pep Guardiola no se detuvo ahí y explicó el porqué rechaza jugar en el Bernabéu: "Por conocimiento del campo. Aunque hayamos sumados muchas victorias fuera de casa, yo prefiero jugar en mi entorno, en mi vestuario. El año pasado sólo perdieron contra nosotros. Tendrían ventaja ya que serían más fuertes".

Mientras tanto, los aficionados pueden seguir soñando con otra manita en la final de Copa. Cuánto más alto se sube, más grande será la caída. Lo peor que les puede pasar es encontrarse a un Real Madrid enrabietado, el club más grande la Historia.

¡ORGULLO VIKINGO!