miércoles, 28 de septiembre de 2011

Fic LXXX



80. Llamadas.


Sami esta que no cabe dentro de si mismo, Mesut termina de contarle como empezó a sentir cosas por Alicia pero él esta que no sabe que decir. Ya sabia que le gustaba pero no hasta ese punto.

    - ¿Y bueno? – espera alguna palabra.
    - Chicos a comer – tocan a  la puerta.
    - Que fuerte – dice Sami en español yendo hacia la puerta.
    - ¿Qué fuerte qué? – aparece Gonzalo por detrás.
    - Nada – contesta Sami sonriéndole.
    - ¿Solo vas ha decir eso? – dice en alemán.
    - Luego hablamos, porque tenemos que hablar – le contesta en alemán.
    - Como estamos…- dice Gonzalo.
    - Llamar a la puerta de Sergio y que salgan todos -  dice Aitor entrando al ascensor.

Cuando pasan por a lado de la habitación de Sergio Gonzalo toca la puerta sin pararse.

    - Qué – sale Sergio.
    - A comer – gira Sami la cabeza sin dejar de caminar.
    - ¿Dónde están los demás? – dice Gonzalo girando la cabeza.
    - No lo se – contesta yendo hacia ellos.
    - Si ha dicho Aitor que estaban en tu cuarto – dice Sami.
    - Se habían ido a otro cuarto a jugar a la play – abrazando por el cuello a Mesut.
    - ¿Dónde esta el resto? – Se acerca Mourinho a ellos.
    - Dale al botón - dice Gonzalo.
    - No sabemos en que habitación están. Estaban en la mía pero han salido todos hace un rato – dice Sergio.
    - Voy a ver donde están, vosotros cuatro bajar al comedor y hasta que no estén todos no empecéis a comer.

Los cuatro se meten al ascensor mientras Mourinho va llamando a todas las puertas. A la mayoría del equipo se los encuentra en la habitación de Pepe asomados a la ventana.

    - ¿Qué estáis haciendo?

Todos se giran y quietos miran al míster sin decir nada.

    - Todos a comer.

Cuando los jugadores pasan por delante del míster este añade.

    - ¿Dónde esta el resto?
    - Estaban abajo – responde Marcelo.

Todos bajan al restaurante y se encuentran a Iker, Granero, Arbeloa, Albiol, Lass y Adán sentados en la maesa junto a Mesut, Sergio Sami y Gonzalo.

    - ¿Vosotros seis donde estabais? – se acerca Mourinho a la mesa.
    - En la salita – contesta Álvaro.
    - Quiero que comáis tranquilos – les avisa.

Tranquilamente comen y hablan, como siempre cada uno con su tema. Mesut, en alemán, no deja de insistirle a Sami que es lo que piensa de lo que le ha contado minutos antes.

    - Que no insistas, que aquí no te voy a decir nada.
    - ¿Por qué no?
    - ¿Tú que crees? – lo mira muy serio-. ¿Tengo que explicártelo?
    - ¿Y sin dar nombres? – insiste.
    - No, después hablamos.

Mesut deja de insistir y en silencio se pone a comer. De un momento a otro se hace un silencio que nadie interrumpe, hasta que llegan los postres.

    - Iker – lo llama Cristiano desde el otro lado de la mesa – cuando lleguemos al estadio tendremos que esperar a Adri y Kimi.
    - Los esperas tú y cuando lleguen me avisas.
    - ¿No te puedes tomar el café mientras los esperas?
    - ¿No puedes venir a la sala cuando lleguen?
    - ¿Por qué no dejáis de pelear? – Dice Arbeloa imitándoles.
    - Eso – se queja Marcelo – ya cansáis con no poneos nunca de acuerdo.
    - Siempre os lo tenemos que solucionar todo nosotros – añade Pepe.
    - Que hagan lo que les de la gana, ya son mayores para ponerse de acuerdo – dice Gonzalo.
    - Tranquilo, tranquilo – le dice Cristiano – no te pongas así.
    - ¿Qué te pasa? – Le pregunta Granero-. ¿Problemas con Male?
    - No – dice serio.
    - ¿Entonces que te pasa? – pregunta Di María.
    - Nada – contesta él.
    - Mesut – lo llama Sergio desde enfrente – ¿que te pasa que estas ido? – pasando la mano por delante de su mirada.
    - Nada, estoy bien. Solo pienso en el partido.
    - En que estará pensando que ha dicho él solito sin que le preguntemos que esta pensando en el partido – dice Di María.
    - Mesut, anoche hable con Ali y me ha pedido que te diga que siente haberte dejado tirado con las clases que cuando vuelva de Barcelona podéis retomarlas si quieres.
    - Gracias pero no, las voy a dar con la misma empresa que Sami – mirando a Sami.
    - Luego en el campo la llamo y lo habláis vosotros. Yo en cosas de trabajo no me meto.
    - No, díselo tú.
    - Hoy estamos todos con los cables cruzados – dice Xabi.

Terminan de comer y el míster los manda a sus habitaciones para descansar antes del partido.  Hoy la tarde en el hotel es mas larga, el partido se juega a las 10 de la noche y hasta las 8 de la tarde no pondrán rumbo al estadio, cada uno amortigua el tiempo como puede.

Después de la siesta y la merienda todos vuelven a sus habitaciones para seguir tranquilo y llegar al estadio relajados.

Mesut quiere saber lo que piensa Sami e intenta hablar con él, en persona no lo consigue así que, a pesar de estar en la habitación de a lado, lo llama.

    - Mesut eres un pesado.
    - Quiero saber que piensas, que me ayudes.
    - No podemos hablar aquí, ni en el bus, ni en el estadio.
    - ¿Entonces cuando vamos ha hablar?
    - Por si lo has olvidado aun vivimos juntos. Y ahora déjame descansar.

Mesut, extrañado, se queda mirando el teléfono después de que Sami le cuelgue, con la mirada puesta en el teléfono y sin él quererlo le viene a la cabeza todo lo que el día anterior le dijo a Soledad, así que busca su número en la agenda del teléfono y lo marca.

    - Mesut déjame en paz de una vez. Si te aburres llama a otras amiguitas tuyas que no tengan que hacer nada pero a mi me dejas trabajar.
    - Solo quiero arreglar las cosas.
    - ¿Qué cosas? No hay nada que arreglar porque no somos nada.
    - ¿Y lo de ayer?
    - Tú me dijiste lo que piensas, yo te dije lo que pienso y punto, no hay más que hablar.
    - ¿Podemos salir esta noche después del partido?
    - ¿Estas loco? El partido termina a las 12.
    - ¿Y qué?, es sábado y podemos salir a tomar algo después de los partidos, nadie nos lo prohíbe y no creo que tú mañana domingo trabajes.
    - No, no trabajo pero si descanso.

Soledad cuelga y Mesut, se vuelve a quedar con la misma cara de póker.

    - ¿Qué les ha dado hoy a todos conmigo para que me cuelguen el teléfono? – dice en alemán.

Para no quedarse con ese mal sabor de boca llama a su familia para saber como están,  pero Mesut no es el único que espera las horas muertas llamando por teléfono.

Gonzalo se encuentra en su habitación hablando con su querida Male.

    - ¿Cómo llevas la espalda?
    - Ahora no me duele.
    - ¿Cómo que ahora no te duele? ¿Te has despertado con dolores?
    - No, me he despertado bien. Sin molestias.
    - Cariño deberías decírselo a tú entrenador, así no puedes jugar.
    - Que estoy bien, seguro que es de alguna mala postura al dormir y se me pasará.
    - Prométeme que si te duele durante el partido pedirás el cambio.
    - Estoy bien, pero de todas formas, este bien o mal, el míster me cambiará. Como siempre.
    - Cariño no estés mal por favor. Y aunque no se como te has levantado hoy se como te levantaste ayer y antes de ayer. No juegues con tu salud por favor.
    - Cariño estoy bien, si me duele te prometo que pediré el cambio y se lo diré al míster.
    - Por favor, con el mínimo dolor que te entre lo pides.
    - Te lo prometo. ¿Al final vas a venir al partido o no?
    - No, lo veré en mi casa.
    - A la porfa ven.
    - Siempre hay cámaras enfocando al palco y no me gusta.
    - ¿Dónde estas ahora?
    - Yendo hacia la escuela de arte.
    - ¿Ya sabes lo que quieren?
    - Para eso voy, para saber que quieren – se ríe.
    - Cuando acabe el partido voy para tú casa.

Mientras continúan hablando, unas habitaciones a lado otras dos personas conversan por teléfono.

    -  ¡Aleluya! Por fin te dejan libre.
    - No es mi culpa que cuanto tú estés ocupado yo este libre y viceversa.
    - ¿Cómo estas pequeña? ¿Cómo te encuentras?
    - Bien, hoy ha sido un día tranquilo.
    - Sigue así, ¿vale pequeña?
    - Lo haré.
    - ¿Has llamado a Ander?
    - Si antes de comer, a él y al resto.
    - Así me gusta que arregles las cosas tontas.
    - ¿A vosotros cuanto os queda para la charla?
    - No creo que tarden mucho en llamarnos. ¿Tú donde vas a verlo?
    - Estamos en una cafetería pero no sabemos si lo van a poner, si lo ponen nos quedaremos y sino pues lo tendremos que ver en la habitación en la tele pequeña que hay.
    - Cuando marque que sepas que va para ti.
    - ¡Venga va! Cuéntame otro chiste – se ríe.
    - No, no te rías que no seria la primera vez que marco.
    - Lo sé, pero desde que se fue Beck te cuesta más. Pero se que volverás ha hacerlo.
    - Empezaré hoy.
    - Si es así sabes que me alegrare mucho y seré igual o más feliz que tú pero hoy tienes que frenar al pequeñajo de Muniain.
    - Lo haré, y también marcaré.
    - Pequeño no te obsesiones con el gol, ¿vale? Cuando menos te lo esperes llegara ese gol que tanto buscas.
    - Me dices las cosas negativas tan positivamente.
    - Te echo mucho de menos.
    - Yo también, cuento las horas que faltan para que llegue el miércoles y poder abrazarte.
    - Te quiero.
    - Te amo.

Una vez Alicia ha dejado de hablar con Sergio vuelve a la mesa con sus compañeros y amigos.

    - Ali, tenemos una buena noticia – le dice Santiago.
    - Nos ha tocado la lotería – se sienta riéndose.
    - Ojala – dice Macarena.
    - No tenemos que buscar otra cafetería porque van a poner el partido.
    - Mira eso es mejor que nos toque la lotería.
    - Pues yo prefiero que me toque la lotería – dice Iván.
    - Yo con tener a mi lado gente que me quiera me conformo – dice sonriendo.
    - Claro como tú tienes… ¡ah! – Se queja Macarena - ¿Por qué me pegas? – mira a Nicole.
    - Nicole lo de ella con él ya lo sabemos – le dice Santiago sonriendo y mirándola dulcemente.
    - ¿Se lo has dicho a ellos y no nos has dicho nada? – mira a Alicia con la boca abierta.
   - Que no somos tontos – sigue hablando Santiago – cuando llegó a la cafetería y vimos sus miradas nos dimos cuenta de que había algo entre ellos.
    - Bueno vale, pero que no se entere la cafetería.
    - Gracias por no decir nada – les sonríe a todos.

Refresco tras refresco y llamadas telefónicas conversan a la espera de que llegue la hora de cenar y del partido.


Los jugadores terminan la charla táctica y ponen rumbo al estadio en el autobús las bromas no cesan.

    - ¿Al final en que habéis quedado? – pregunta Carvalho a Cristiano y a Iker.
    - Cuando lleguen me avisaran – dice Cristiano – así que te puedes tomar tu café tranquilo.
    - Menos mal que esta vez no tenemos que solucionarlo nosotros – dice Arbeloa.

Una vez han dejado sus cosas personales en sus respectivas taquillas Iker se va a la sala a tomarse su café mientras que el resto sale al césped.

    - ¿De que conoces a la Adriana esa? – Le pregunta Arbeloa a Cristiano.
    - De Inglaterra, ha trabajado en todas mis casas. Es una buena amiga.
    - ¿No esta celosa Irina? – bromea Pepe.
    - Son amigas y a Adri la conozco antes que a Iri.
    - ¿Sabéis donde esta Mesut? – Se acerca Sergio al banquillo donde están ellos.
    - Esta en la escalera del túnel hablando por teléfono – pasa por a lado de ellos Esteban.
    - Gracias – sentándose en el banquillo.
    - ¿Para que preguntas por él si no lo buscas? – le pregunta Albiol.
    - Si lo busco pero esta hablando por teléfono, ¿o es que no has escuchado al Pirata?
    - Sergio, ¿tienes mas chupa chups? – le pregunta Sami.
    - Si, en mi maleta – levantándose.
    - Cuidado no os traguéis el palo – dice Álvaro haciéndole la zancadilla a Sergio.
    - Cristiano ve a la sala que se dirigen hacia allí tus visitas – dice Oscar.
    - ¿En la sala donde esta Iker? – levantándose del banquillo.
    - Si.

Cristiano llega a la sala y se encuentra a Iker sentado en el sofá tomándose su café.

    - ¿Se esta bien? – sonríe Cristiano
    - Muy bien – le devuelve la sonrisa.
    - Ya vienen hacia aquí.
    - Gracias tío – le choca la mano.
    - Para eso estamos – correspondiéndole la mano y sentándose a su lado.

A los cinco minutos dos personas entran en la sala.

    - ¿Qué hay?– se levanta Cristiano nada mas ver aparecer a Kimi y a Adriana por la puerta.
    - Gracias por invitarnos – dice Adriana.
    - A vosotros por venir – sonríe dándole dos besos.
    - ¿Qué tal con los coches? – Le pregunta a Kimi en inglés.
    - Hacemos lo que podemos – sonríe.
    - Te ira bien.
    - ¿Dónde esta el afortunado que quiere trabajar con Adri? - Pregunta Kimi.
    - Os presento – acercándose a Iker.
    - Hola – se levanta y los saluda educadamente. A ella con dos besos y a él dándole la mano-. Un placer.
    - Igualmente – contesta ella.
    - Os dejo hablar, yo me retiro. Luego nos vemos, que disfrutéis del partido.

Cristiano se despide de ellos dos y deja a Iker, Adriana y Kimi conversando en la sala.

    - Pues usted dirá – sonríe Adriana mirando a Iker.
    - Tutéeme por favor.
    - Por favor, lo mismo digo, me haces más vieja – se ríe.

Kimi esta sentado en el sofá sin dejar de mirar como su novia Adriana trabaja.

    - Dime que es lo que quieres hacer en la casa.
    - En realidad no soy yo quien quiere modificarla, es mi pareja.
    - Este no es mi estilo de trabajar, pero bueno lo intentaré.
    - ¿Este estilo? ¿Cuál?
    - Así a la torera, sin ver la casa.
    - Eso no es problema, cuando quieras o puedas te pasas por casa, si no estoy yo estará mi pareja.
    - Pues esta semana puedo, mientras él – señalando a Kimi – esta haciendo pruebas yo puedo quedarme aquí en Madrid.
    - Perfecto – sonríe-. Pero lo que me gustaría es que no se haga todo de golpe.
    - Por eso no hay problema, siempre lo hago todo para que el dueño de la casa este cómodo. Si me dices que tengo un mes la casa vacía para mi perfecto y si va a estar ocupada y tengo que hacerlo habitación por habitación también perfecto.
    - Gracias. Mi teléfono lo tienes, cuando tengas un hueco me llamas, te doy la dirección y te digo si hay alguien en la casa.

Mientras ellos ultiman los detalles, en el campo, después de repartir chupa chups Sergio los deja, camina hasta el túnel de vestuarios y se encuentra a Mesut sentado en la escalera mirando fijamente el móvil. Sin decir nada se sienta a su lado. Tras unos minutos en silencio.

    - ¿Todo bien?
    - Si – contesta sin dejar de mirar el móvil.
    - ¿Qué llamada esperas que no te separas del móvil?
    - De nadie.
    - Voy a llamar a Ali, ¿quieres hablar con ella de lo de las clases?
    - Ya no es mi profesora, no tenemos nada de que hablar.
    - Esta llamando – levantándose - ¿Seguro?
    - Seguro – levantando la cabeza para mirarle.
    - Pequeña – caminando hacia dentro del túnel.
    - ¿Ya estáis allí?
    - Si, en un rato nos cambiaremos y empezaremos a calentar en el vestuario – subiendo muy despacio las escaleras.
    - El tiempo, el campo ¿todo bien?
    - Si, todo bien. ¿Y vosotros? ¿Dónde vais a ver el partido?
    - En la cafetería en la que estábamos.
    - ¿No habéis salido de allí?
    - No, ¿a donde vamos a ir? Si esta a lado del hostal.
    - Tener cuidado ¿vale? – Parándose y sentándose en el último escalón – sobre todo tú.
    - Lo tendremos. ¿Has hablado con Mesut?
    - No quiere seguir dando clases contigo, las dará con la misma empresa que Sami – mirando a Mesut sentado escaleras mas abajo
    - Esta bien.
    - ¿Solo dices eso?
    - ¿Qué voy ha decir? El sabrá con quien quiere darlas y con quien aprenderá mejor – con un tono normal.
    - ¿Qué os ha pasado? Si os llevabais tan bien.
    - Yo no tengo ningún problema con él, pero te lo cuento porque no me gusta ocultarte cosas.
    - Me ocultaste una cosa muy importante.
    - Sabes que no fue mi intención. Me moría de ganas de decírtelo.
    - Lo sé, y sabes que me arrepentiré de por vida por eso.
    - Dejemos de hablar de eso, eso ya es pasado.
    - Cuéntame que os ha pasado.
    - ¿Te acuerdas que salí a cenar con él?
    - Si, fue todo bien, ¿no?
    - En la cena si. Lo invite a subir a casa a cenar y se fue.
    - ¿Y por eso no quiere que le des clase? No lo entiendo, menuda tontería.
    - Déjame terminar.
    - Te dejo.
    - No entendí por que se fue pero a los 5 minutos volvió. Estuvo un buen rato dando vueltas por el salón. Me volvió a decir de todo sin entender el por qué me las decía.
    - Espera frena, frena. ¿Cómo que te volvió a decir de todo? ¿Qué te dijo? ¿Qué te has dejado por decirme?
    - Cosas de ti pero no te las voy a decir, no quiero que esto afecte a tu amistad con él.
    - Alicia, dime que te dijo y cuando te lo dijo.
    - Cuando volví de Las Rozas me dijo que tú seguías engañándome, pero no le creí.
    - ¿Por qué te dijo eso? No hay ningún motivo para que te diga eso.
    - En ese momento no lo sabía pero el día siguiente me di cuenta.
    - ¿Cuándo lo invitaste a casa?
    -  Si, se fue, volvió y después de estar dando vueltas por el salón me besó.
    - ¿Te besó?
    - Si, él creía que no íbamos a volver pero le dije que aunque en ese momento no estuviera contigo no significaba que no hubiera dejado de amarte y que no vayamos a intentarlo.
    - ¿Habéis vuelto ha hablar?
    - No, bueno ayer me llamó para pedirme un número de teléfono, pero nada más. No quiero que por mi culpa vosotros no os habléis.
    - No te preocupes que no se lo reprocharé.
    - Sergio al vestuario – pasan Xabi y Esteban molestándole.
    - Te llamo después del partido.
    - Te amo peque.
    - Y yo a ti pequeña.

sábado, 24 de septiembre de 2011

FIC LXXIX



Quiero dar las gracias a cada una de las personas que lee este blog. Y con respecto a 'RealCarvalho' y 'RealCallejón' siento no haberlos puesto, pero últimamente no estoy. Aunque, seguramente, los hayáis leído y visto en la web RealMadrid.com los pondré igualmente.


 79. Desde otro punto de vista.


Cuando llegué a Madrid, era todo nuevo para mí, nuevo país, nuevo idioma, nueva cultura, nueva gente...y lejos de mi familia. Si es cierto que deje Gelsenkirchen por irme a Bremen pero no estaba tan lejos de mi casa y mi familia seguía estando en el mismo país, en España esta a miles de kilómetros.

Anna se paso todo el mes del mundial conmigo en Sudáfrica  y luego se vino a vivir conmigo, no se si fue por que estaba centrado en mi carrera pero su estancia en Madrid fue casi como un infierno insoportable. Entre que no hacia nada, yo casi no estaba en casa y cuando estaba quería descansar. El amor que había entre nosotros dos estaba empezando ha desaparecer.

Después todo el equipo descubrimos a una chica que siempre andaba por la ciudad deportiva. Alicia. La conocíamos de vista pero ninguno la prestábamos mucha atención, nos sorprendía lo profesional que era siendo estudiante, pero nada más. El único que se fijo en ella de verdad fue Sergio que no dejaba de hablar de ella de cuando se animaría ha hablarla.

Un día que Anna me vino a recoger y ella decidió quedarse a ver el entrenamiento desde que comenzó lo único que quería es que acabara ya. Que mal me lo hizo pasar Anna, haciendo semejante escándalo. Ali se encargo de que dejara de molestar, no la hizo mucho caso, pero tuvo paciencia y lo consiguió, eso me alivio por que nos desconcentraba a todo el equipo. Cuando acabo el entrenamiento suspire aliviado por poder salir ya de allí, pero cuando el mister nos llamo…se me cayó el mundo encima, cuando vi que quería que habláramos con Alicia el mundo volvió a su sitio, aunque el tema que eligió Cris me asusto un poco. Empezó ha hablar en alemán…que bien lo hablaba, lo hacia tan fluido que parecía que estaba hablando con algún amigo de toda la vida. Hablaba ella casi todo el rato, pero era inevitable no interrumpirla. Hablaba con tanta dulzura y con tanta cabeza. Me dolió tanto que esa conversación tan interesante y normal acabara en pelea por culpa de Anna. Pero una vez más me sorprendió. Que bien supo manejar la situación con Anna. Lo adulta que era con 20 añitos.

Desde ese momento no pude dejar de pensar en ella era inevitable no preguntarle a los chicos por ella. Cuando Mutlu me llamo y me dijo que Anna la llamo diciéndole que Alicia fue quien la pego, me entro una rabia que deseaba con toda mi alma cogerla del cuello, menos mal que estaba en el hotel y que esto es una familia, me lo pase tan bien el día siguiente que me olvide de ella, que gracia me hizo cuando los chicos contaban lo que paso. Y cuando Ali dijo que Cris y yo íbamos a marcar, y marcamos fue una pasada. Y la cena en casa de Sergio estuvo genial, cenamos riendo, le pedí perdón en persona. Fue tan comprensiva. Cada dos por tres soltaba una de sus frases y al final acabamos todos en la piscina, y los chicos en gallumbos.

Aunque no lo sabia de verdad me fastidio, que cuando me la encontré en el parque y vino a casa Montry no dejaba de decir lo buena pareja que hacia con Sergio…y lo mal que le hablaba Anna a Alicia mejor ni hablamos.

Por la noche vino a pedirme ayuda la vi tan indefensa que no quería verla sufrir por nadie, le ofrecí algo de mi ropa para que se sintiera cómoda, salió del baño con mi camiseta la vi más bella de lo normal, note como me brillaban los ojos al verla. Con esto supe que algo estaba creciendo dentro de mí y la desee demasiado. Nunca pensé que podría sentir esto por alguien, me fui de la habitación y la deje descansar. Mas tarde decidí ir a su cuarto y contarle todo lo que sentía por ella pero la encontré llorando, me rompió el corazón verla así, me imagine que era por Sergio, porque si había venido a esa hora a mi casa es porque estaba en la de Sergio.

Me alegre muchísimo cuando Jorge Valdano me dijo que Ali seria mi nueva profesora. Lo primero que me vino a la cabeza fue que pasaría mucho tiempo a solas con ella, no pensé ni en las clases, ni el idioma, ni en Sergio, solo en que pasaría mucho tiempo con ella. Y verla en Valdebebas con mi gorra y mis gafas me puso feliz, me di cuenta que me quería no como yo la empezaba a querer a ella pero si que me quería.

Se porto tan bien conmigo, le pedí ayuda para que fuese a recoger a mi padre al aeropuerto sin conocerlo de nada y sin rechistar aceptó. Cada vez que habla con Sergio, él me decía algo de su parte y a mi padre le cayó bien. Pero no se por que de camino a Valdebebas me cambio el tema de Alicia por el de Anna, desde ese momento era soltero y yo ni lo sabía, en la comida antes de que Alicia viniera a dar la clase estuve muy egoísta. Trataba a Alicia como si fuera propiedad mía.

Se me notaba mucho que empezaba asentir por ella, o intentaba que no se me notara, pero los que me conocían se dieron cuenta enseguida. Me avisaban de que iba ha tener problemas. Intentaba hacer otras cosas, salir ha cenar con los chicos, intentar conocer chicas, para no pensar en ella pero no podía.

En el viaje a Milán lo pase mal, aunque el míster no les dejaba estar solos cada vez que se miraban era como si el tiempo se detuviera, si solo existieran ellos dos y nadie más. Y con lo que dejaste caer…eso me dejo con la mosca detrás de la oreja.

El día que fuimos a comer me reventó que Sergio se uniera, vale si era normal por que es su novio pero me fastidio verlos toda la comida dándose mimos, carantoñas y besándose. Cuando se perdió me dio un vuelco el corazón y cuando estabais hablando con la decoradora Sergio no dejaba de suspirar y de ir a un lado a otro sin quitarte la vista de encima.

En la cena del equipo sucedió lo que tú decías.

Se le veía tan enamorado de ella que me parecía imposible que la engañara, que mal lo pasó Ali y con ella todos. Después de que tú pegaras a Sergio, cuando me acerque a ver como estaba y me dio ese abrazo, aunque ella estaba tan triste y destroza yo estaba en una nube. Me arrepentí de no haberla ayudado y dejarla ahí sola.

No se que mosca le picaría pero cuando apareció en el entrenamiento totalmente cambiada, vestida de esa manera y maquillada nos quedamos todos boquiabiertos. Entendí que no me quisiera saludar por haberla dejado sola cuando mas me necesitaba, pero reconozco que cuando salí y me abrazo todo se calmo en mi interior, pero seguí fallándola. Me llamo por la tarde por que se puso mala en la universidad y tampoco fui a buscarla, por la noche no podía dormir así que no pude evitar llamarla, cuando me dijo que estaba en casa de Sergio y que iba a olvidar todo lo que había pasado me cabree muchísimo y la pague con todo el mundo y con todo lo que pillaba por delante. ¿Y Sergio? Por favor engañaba a su novia y él tan feliz.

La conversación que tuvimos con Cristiano, Pedro, Marcelo y Pepe no me sentó muy bien. El contenido. La conclusión a la que llego Cristiano. No me lo creía, no podía ser eso verdad Era muy pronto para eso.

Ali tendría que haber empezado a ir a todas las convocatorias, que divertidas son cuando esta ella, aunque hubiera mucha tensión por culpa de Sergio.

En el spa cuando dijiste la palabra enamorado me retumbo tanto en la cabeza que cuando se acercaba la hora del partido estaba mucho mas cabreado, es lo mismo de siempre pero me fastidiaba mucho verlos juntos. Lo que le dije, me salió solo, y me sentía tan mal que quise marcar fuese como fuese para poder dedicárselo a ella. En un principio no quería ir a la fiesta de la MTV pero quería desconectar, conocer a alguien y olvidarme de Alicia pero fue imposible. No dejaba de pensar en ella.

Cuando te fuiste a Alemania Sergio vino a casa ha pedirme ayuda. Alicia había desaparecido y me suplico que fuera a buscarla. Me lo pidió a mí que no la conocía, si no es por él que me dijo donde pondría estar no la encuentro. Me confeso lo que Cristiano sospechaba, en el momento que me lo, en medio de la universidad pronuncio esas palabras que no quería escuchar, cuando escuche: ‘Estoy embarazada’, se me cayó el alma, no pude mirarla a los ojos. Quería reventar todo lo que tenia a mi alcance, cuando la vi llorar no pude hacer otra cosa que abrazarla. No podía dejarla sola. No en ese momento que sentía que me necesitaba cerca. Fuimos a comer juntos y que feliz fui, como me gusto volverla a ver sonreír. Me llevo a un sitio precioso se podía ver todo Madrid y allí me contó su vida. Fui muy dura su infancia. Me alegre tanto de que confiara en mí.
Llegamos a su casa y vimos a Sergio, Alicia dejo de sonreír para empezar a llorar. No deje de preguntarme si Ali era masoca, porque lo único que hacia era sufrir cada vez que se acercaba a él. En ese momento perdimos a la Alicia dulce y como dijo su hermana, se convirtió en una Alicia perrilla.
No sé como un sorbito de champán le puede afectar tanto. Porque no tomo alcohol solo un simple sorbo de champán. Gonzalo, Male, Alicia y yo lo pasamos muy bien en la comida, nos divertimos mucho y celebramos el cumpleaños de Alicia. Era todo normal. Ella era la Alicia que conocía y de la que me enamore, pero...llegamos a la discoteca y cambio. En ese momento que la vi subida a esa barra pensé que todo había acabado, era igual que esas chicas que utilizan su cuerpo para llamar la atención, para que todos la miren y babeen. Una amiga de Gonzalo nos intento ayudar, pero la única solución que encontramos fue llamar a Peter Lion, consiguió que Alicia dejara de hacer tonterías y entre los dos la llevamos a casa. La lleve en mi coche y allí me destrozo verla llorar. Era como si el cielo llorase cuando ella lloraba y se enfadase cuando ella estaba enfadada. Fue súper raro en el trayecto de la discoteca a su casa empezó a llover con fuerza y cuando la conseguimos bajar del coche el rostro de Alicia cambio de uno triste y lloroso a uno seco y con rabia. Al igual que el tiempo.
Nos encontramos a Sergio en la puerta, un Sergio destrozado y sin vida. Como si le hubieran exprimido como a una naranja. Se miraron a los ojos y si hubiera sido una película de disnney hubieran empezado a salir fuegos artificiales.

Subimos a su casa y le contó a Pedro que estaba esperando un hijo de Sergio, se fue y nos quedamos los dos solos en su casa, sentados en el sofá, hablando. Estaba tan a gusto con ella que si me hubiera muerto ahí hubiera muerto feliz.

Llegue a casa a eso de las 12 y me esperaba mi padre con un sermón, diciéndome que Alicia me estaba comiendo el coco.

Por la noche no fue la única discusión que tuvimos. Por la mañana lo lleve al aeropuerto y allí volvimos a reñir, me molestaron tanto sus palabras sobre Alicia que lo deje tirado en el aeropuerto.

    - ¡¿Cómo le haces eso a tú padre?!
    - Solo fueron 10 minutos.
    - ¡Y que! Es tú padre.

Cuando volví al coche llamé a Alicia para invitarla a comer, estaba ocupada, iba a ir a casa de Marquitos y luego a la escuela de Male así que quede más tarde con Gonzalo, acudimos juntos y comimos allí los cuatro. Cuando llegamos a la escuela me sorprendió ver a Alicia es igual a cuando no esta con nosotros. La misma sonrisa, ahí si que tenia una sonrisa enorme de felicidad. Estaba bailando cosa que hacia mucho tiempo que no lo hacia.

     - ¿Cómo sabes eso?
     - Me lo dijo ella el día anterior cuando le confesó eso a Pedro.

Pasamos una muy buena comida como siempre. Ali se puso a recoger y Gonzalo se fue ha hablar con ella, no se de que hablaron me imagino que de Sergio porque volvió contenta, tan contenta que por culpa de Gonzalo casi se mata, la reto ha hacer el pino en la pared. Yo intentaba que no lo hiciera porque conocía su estado, pero es tan cabezota que no hizo caso.

Llego una pareja para que les hicieran un coreografía, que por cierto la chica era muy prepotente. Alicia se fue a otra sala para prepararla, porque Male le pidió ayuda a ella, tardaba mucho fui a buscarla y cuando la vi bailar, esa canción 4 elementos, es como si solo existiéramos ella y yo. Pero se desplomo, eso hizo que volviera a la realidad. Sonriendo volvimos a la sala donde estaban la pareja, Gonzalo y Male la chica se porto muy mal con Ali, no le acepto la coreografía y enfadada se fue sin despedirse de nadie. La acerque a casa de Sergio para que recogiera sus cosas. Tardaba mucho, no se cuantas cosas tenia allí pero no era normal la llame y me contesto con una voz rota. A los 15 minutos salió con una maleta grande, me quede mas tranquilo. Pusimos rumbo a mi casa para dar la clase, después de 4 horas le di mi regalo, una gatita pequeñita, y fuimos a comprar las cosas necesarias para Manchita. Cada vez que lo recuerdo me entra la risa, armamos una…no se como no nos echaron. Se nos escapo Manchita y buscándola destrozamos parte de la tienda, en casa de Alicia cocinamos y cenamos con su hermana y su sobrina.

Nos lo pasábamos muy bien juntos, y cuando Anna la atropelló me sentí muy, muy mal no me lo voy a perdonar nunca, si Anna lo hizo fue por mi culpa, aparte de porque esta loca. Me fui a Alemania sin saber nada de Alicia, sin saber si estaba bien o mal.
Cuando llegue a Alemania vi a toda mi familia, Duygu estaba rara, como si le hubiera echo, en cambio Nesse estaba súper contenta me entrego un revista, pose, me aburrí, recogí el premio, le entregue una a Löw, me aburrí, estuve en el coctel, me hice fotos, me aburrí y al fin cogí el avión.

Volví y nadie me decía como estaba Alicia por la tarde fui a visitarla y después de discutir con Soledad se escapo del hospital intente evitarlo pero fue imposible, en su casa seguía intentando que no se marchara y después de ver en la tele que habían pillado a Sergio con Lara otra vez se enfado mucho por decir que la seguía mintiendo. Me dijo que la prensa no hacia más que mentir y para demostrármelo me dijo que quien iba en el coche con Sergio era ella y me dio una revista en la cual salíamos los dos y podía que éramos pareja, entonces lo entendí todo. Las malas miradas de Sergio, el porque Anna la atropello, y porque mi hermana estaba enfadada conmigo.

No se que le paso en Zaragoza, que le dijeron sus amigos, pero a los dos días, cuando te fuiste a jugar con la Selección me contestó el teléfono, iba ha hablar con Sergio y quedamos a cenar después pero no acudió. Me llamo para dejar la cena para el día siguiente que la conversación con Sergio se había alargado. Yo estaba por allí con Manchita para devolvérsela y allí la insulte. Cuando desperté la llame para pedirle perdón. Sabía que no me lo iba a coger pero me equivoque, me lo cogió y estaba feliz, tranquila.

Fuimos a cenar, nos divertimos mucho, pero yo la cagué. Terminamos de cenar y la lleve a su casa, durante el camino hablo con Sergio, por como hablaban creía que habían vuelto ella me dijo que no y aunque sabia que ella seguía queriendo a Sergio la creí. Me invito a su casa. Nos pusimos ha hablar de Manchita y de su nueva casa pero no aguante me fui. A los poco minutos volví. Y después de dar vueltas por el salón, de discutir y de saber lo evidente me decidí y la bese. Me aparto la cara y me dijo que aunque no estuviera con Sergio iban ha hacer todo lo posible para volver y estar bien.

Salí corriendo y para no variar me levante de mal humor, la pagué con mi hermano. En el entrenamiento éramos pocos y el míster me puso a ensayar tiros libres. Cuando iba a salir para volver a casa me cruce con chica y desde entonces que fuimos a ver el futbol juntos hemos empezado ha hablar. No me estoy enamorando de ella pero si me hace olvidarme de Alicia.
 
SönPL
Muchas gracias