76. No todo es lo que parece II.
Llegan a casa de los Fernández y por el telefonillo Marta dice que Marquitos no quiere que Alicia suba, Sergio se queda mirando a Alicia y puede ver en su rostro que esas palabras le han hecho daño, la abraza y se la intenta llevar hacia el coche, pero ella la frena. Quiere que suba a ver a Marquitos. Le quita la llave del coche de la mano, se sienta en el asiento del copiloto y mirando a la nada a través del cristal espera a que Sergio vuelva.
Al cabo de 20 minutos Sergio abre la puerta del copiloto, se agacha y abraza a Alicia.
- ¿Cómo esta Marquitos? – apoyando la cabeza en el hombro de Sergio a la vez que él la abraza.
- Muy bien - dándole un beso en la cabeza sin dejar de abrazarla.
- ¿Cómo que muy bien? – Separándose del peco de Sergio y mirándolo.
- Marta le ha dicho que estas de viaje con la universidad.
- ¿Por qué le ha dicho eso?
- No te lo voy a decir – levantándose.
- Sergio - agarrándole de la mano y alzando la cabeza para mirarlo.
Sergio se vuelve ha agachar para ponerse a la altura de Alicia, la agarra de la mano y después de un corto suspiro, dice.
- Marta no quiere que vuelvas a ver a Marquitos, cree que lo de la fundación es mentira y que los has utilizado para acercarte a nosotros.
- ¿Cómo puede de…?
- Déjalo así – le pone el dedo en la boca.
- Pero…No es así y tú lo sabes.
- Lo sé – poniendo sus manos en las mejillas de Alicia-. Tú sigue ayudándolos, haz lo que sientes y lo que sabes – acabando con un beso en la mejilla y un abrazo.
- Soluciono una cosa y me viene otra – abrazándolo fuerte por la cintura.
- Yo estaré contigo – dándole otro beso en la mejilla-. Y ahora vayamos a hacer tú maleta y a casa a cenar y a dormir, que no quiero que te pase algo mañana – terminando con un beso en la boca.
Muy serios se dirigen a casa de Alicia a por la maleta y despedirse de Manchita, posteriormente van a casa de Sergio, a cenar y a dormir.
Al terminar el entrenamiento Mesut ha convencido a Soledad para ir a tomar algo, como ya sabe lo que opina de los lugares donde hay mucha gente la lleva a un lugar el cual conocen a todos los jugadores y están a salvo de que los miren y hablen de ellos.
Llegan al lugar y Soledad quiere irse, no quiere que Mesut crea que pueda tener algo con ella para poder olvidar a Alicia. Antes de entrar le dice.
- ¿Por qué me traes a este sitio?
- Para que no estés incomoda.
- ¿Por qué iba a estar incomoda en un lugar normal?
- Esto es un lugar normal.
- Normal para ti que seguro que vienes todos los días.
- Claro, que suelo venir casi todos los días es el restaurante donde solemos venir los del equipo – abriendo la puerta -. ¿Entras o te vas a quedar ahí parada?
- Seguro que no soy yo a quien te gustaría traer hoy aquí – mirándolo cruzada de brazos.
- ¿A quien sino? – Estirando el brazo-. Bueno Adriana Lima estaba ocupada, me he tenido que conformar contigo – se ríe.
- Yo no soy un segundo ni un tercer plato – dándose media vuelta para irse.
- Espera – yendo hacia ella y agarrándola del brazo - entra que hace frio.
- Mira tú que problema – caminando.
- Soy capaz de ir a buscar comida basura y hacértela comer por embudo – siguiéndola.
- ¿Qué crees que soy una de tus amigas para que me hables así?
- ¿Así como? Te he hablado normal.
Soledad se mete a su coche y deja a Mesut, solo, mirando como se aleja el coche. No sabe lo que ha hecho o que ha dicho que le haya podido sentar mal sin darle mas vueltas se dirige a su coche y pone rumbo a su casa. Va al baño se desnuda y se tira en la cama. Días atrás le costaba mucho dormir pero esta vez es caer en la cama, cerrar los ojos y despertarse con la luz del sol.
Son las 6:30 de la mañana y Alicia se levanta cuidadosamente para no despertar a Sergio, se ducha en otro baño para no molestarle y antes de bajar a desayunar pasa por la habitación ha darle un beso.
Pensativa desayuna en la cocina, cuando un ruido del pasillo la asusta, sale a ver que pasa y se encuentra a Sergio delante de la maleta quejándose del pie.
- No te rías – se queja siguiendo a Alicia hasta la cocina.
- Ponte una camiseta y vuelve a la cama – sentándose en la banqueta.
- ¿Sin despedirme de ti? – abrazándola por detrás–. Ni loco – besándola por el cuello.
- Es muy temprano – cogiendo una magdalena.
- Me da igual, quiero desayunar contigo – quitándole la magdalena de un bocado.
- No quiero irme – apoya la cabeza en el pecho de Sergio que aun sigue detrás de ella.
- Yo tampoco pero tienes que ir – dándole un beso en la mejilla.
- ¡Ah! Baboso – limpiándose las migas de la magdalena de la mejilla.
- ¿Cómo que baboso? – dándole un beso vaca en la mejilla.
- Cerdo – dándole un codazo en la tripa.
- Has terminado organizándolo tú – yendo hacia la cafetera – y por lo que me dijiste anoche es la única oportunidad que tenéis para que tomen en cuenta esa clase – preparando una taza de café.
- Oblígame a quedarme en casa y estudiar mi carrera de periodismo - apoyando la cabeza en el mármol.
- Eso también es para tú carrera – acercándose a ella con una taza de café.
- ¿Por qué eres tan bueno? – girando un poco la cabeza para mirarlo.
- Por que te quiero – acariciándole el pelo-. Y ahora tomate el café, que quiero que llegues sana y salva a Barcelona – dándole un beso en la cabeza.
- No – apartando la taza de café.
- Se que no te gusta pero tómatelo para despejarte.
- ¿Sabes que me puedes volver adicta?
- Asumiré ese riesgo, pero prefiero que te vuelvas adicta al café a que te pase algo – dándole la taza-. Échale mas azúcar si quieres – acercándole el azucarero.
- ¿Cuántas has echado? – cogiendo la taza.
- Dos – sentándose junto a ella.
Alicia empieza ha echar azúcar pero en la tercera cucharada Sergio la frena, se toma la taza de café de dos tragos, porque Sergio la impide que se lo tome de un tirón.
- Estas loca de verdad.
- De un tirón duele menos – cogiendo una magdalena.
- Deja de comer que te va a sentar mal – levantándose.
- Tenemos hambre – con la boca llena-. Que ahora como por dos.
- Te meto chocolatinas al bolso – yendo al pasillo con un montón de chocolatinas.
- De acuerdo – vuelve la cabeza hacia la puerta.
- Pero te las comes con moderación – entra comiéndose una chocolatina – que te conozco.
- ¿Cómo me vas a vigilar? – lo mira.
- Tengo mis armas – acercándose a ella.
- Lo siento – sale corriendo con la mano en la boca.
Sergio sabe que va a devolver así que aprovecha para ir a la habitación, cuando la escucha andar por el pasillo sale a su encuentro.
- ¿Ves porque no quería conducir? – acercándose a él.
- Cuando vayáis a salir te llamare para hablar con Nicole y que no te deje conducir todo el viaje – abrazándola por la cintura.
- ¿Quién me va a cuidar estos días? – abrazando a Sergio por el cuello.
- Cuando vuelvas te cuidare por todos estos días que no lo he hecho – dándole un beso en la boca.
- Te quiero – le devuelve el beso en la boca.
- Toma – cogiéndole la mano – esta vez si que no va a desaparecer de este dedo – poniéndole el anillo que Alicia tiro en el garaje del Bernabéu.
- ¿Estas seguro? – mirándolo.
- Tan seguro como que estoy enfrente tuyo ahora mismo – abrazándola.
- Te quiero, te quiero, te quiero – besándolo en la boca entre te quiero y te quiero.
- Venga que vas a llegar tarde y cuanto más tardes en irte mas me cuesta separarme de ti.
Sergio la ayuda a ponerse la chaqueta, coge la pequeña maleta y la acompaña al coche.
- Sergio – dejando de jugar con Odie.
- Dime pequeña – cerrando el maletero del coche.
- ¿Me vas a esperar? – acercándose a él.
- Qué pregunta más estúpida – abrazándola por la cintura.
- ¿Me vas a esperar o no? – mirándolo a los ojos.
- Estos 5 días y siempre, si fuera un año o 10 años también te esperaría - agarrándola del mentón y mirándola a los ojos-. Llevaba toda mi vida esperándote y ahora no te voy a perder - besándola en la boca.
- Ahora si que no me voy – abrazándolo fuerte por el cuello y apoyando su cabeza en el pecho de Sergio que aun sigue descubierto.
- Si no fuera porque no nos dejarían tranquilos en cuanto pisara la calle le gritaría al mundo que te amo.
- Hazlo – mirándolo sonriente.
- ¿Estas segura? Tendríamos siempre una cámara detrás.
- Pues nos quedamos en casa – besándolo en la boca-. Hazlo – mordiéndole el labio.
- Te amo – susurra Sergio.
- Pero no me lo digas al oído díselo al mundo di, yo Sergio Ramos amo a Alicia Martín – imitando su voz.
- Te lo digo al oído porque tú eres mi mundo – grita mirando al cielo con los brazos abiertos.
- ¡Te amo! – grita colgándose de su cuello con mucha efusividad provocando que los dos caigan al suelo.
Después de unos minutos tirados en el suelo y besándose Sergio le aparta el pelo de la cara y mirándola a los ojos dice.
- Que suerte tuve al encontrarte.
- Así me lo pones más difícil – pegándole en el pecho-. ¡No quiero irme! – grita.
- Anda tira – dándole un beso en la boca-. Vamos a tener toda la vida para que escuches todas estas cosas de mi boca, porque no me cansare nunca de decírtelas.
Se levantan y de la mano Sergio la lleva hacia la puerta del coche.
- Cuida de mi hermana, vale – subiéndose al coche.
- Lo hare – dándole un beso en la mejilla.
- Y de Marquitos.
- El cinturón – señalando el cinturón de seguridad.
- Y de Manchita – poniéndose el cinturón de seguridad.
- Me la traeré aquí y tú come bien y hacer una parada.
- Ponte una camiseta que luego te resfrías.
- Si te encuentras mal que conduzca otro – dándole un beso en la boca-. Te amo.
- Te amo.
- No corras por favor – grita mirando como Alicia sale de la casa.
Alicia pone rumbo a casa de Nicole y de allí a la universidad. Se ponen de acuerdo quien va con quien y después de que Santiago, Iván, Macarena y Nicole eligen ir con Alicia y quedar en parar dentro de dos horas ponen rumbo a Barcelona por detrás de los otros dos coches liderados por el coche del profesor. Alicia le pide a Macarena que saque el móvil del bolso que esta en los asientos de atrás, se lo da y posteriormente se lo da a Nicole, que esta en el asiento del copiloto. Le pide que le haga una perdida a Sergio. Sergio contesta al instante y ambos se ponen ha hablar, le pide que la cuide, que si Alicia quiere le contara porque se lo pide. Entre música y risas continúan el viaje.
Mesut se levanta como siempre, se ducha y desayuna. El entrenamiento lo tiene por la tarde así que, camuflado, decide irse con su hermano y su amigo a pasear por Madrid.
A pesar de estar camuflado algunos aficionados lo reconocen, le dan muchos ánimos, saluda a cada persona que lo saluda y se hace fotos con cada uno que se lo pide. Para estar tranquilos deciden salir del centro de la ciudad e ir a comer al restaurante de la urbanización donde suele comer. Durante la comida Mutlu y Ümit le hablan pero el solo come mirando a las musarañas hasta que Mutlu le da una suave torta y Mesut reacciona.
- ¡Qué! – saliendo del trance.
- ¿Qué te pasa? Llevas unos días que es como si no existieras.
- No me pasa nada.
- Últimamente pasas desapercibido por casa – dice Ümit.
- Por que trabajo.
- Antes la casa estaba llena, si no era Gonzalo, era Sergio, o sino la chica esta.
- No tenemos porque estar siempre juntos, cada uno tenemos nuestra vida.
- ¿No era tú profesora? – Pregunta Mutlu.
- Era.
- ¿Por eso estas tan mal? ¿Por qué ya no es tú profesora de español?
- No, eso ya me da igual, ahora doy clases con Sami.
- ¿Alguna chica?
- Mas o menos.
- No pregunto mas que se que no vas a contarnos nada.
Mientras Ümit come, Mutlu observa a su hermano que no deja de mirar la comida. Cuando de un momento para otro y sin que Ümit se meta en la conversación Mesut le confiesa a su hermano lo que le pasa.
- Ayer la cague con una persona.
- ¿Alguien del club?
- Trabaja en el club pero no en lo deportivo.
- ¿Es Alicia?
- No, bueno a medias.
- Explícate mejor porque yo no estoy en tú cabeza.
- Llevo dos días saliendo con una chica.
- ¿Tienes novia y no sabíamos nada?
- ¡Qué dices! ¡No! Saliendo a tomar algo, en realidad solo ha sido una vez que estuvimos en casa viendo el futbol y la de ayer que salió fatal.
- ¿Te gusta esa chica?
- No, no se. No nos conocemos solo hemos hablado unas cuantas veces.
- ¿La estas utilizando para olvidarte de Alicia?
- Cuando estoy con ella me olvido de Alicia.
- ¿Y que problema hay? No tiene porque enterarse ella.
- Ese es el problema que creo que Sole lo sabe.
- Que paranoico eres ni que fueran amigas – mirando a su hermano que pone cara de circunstancia-. No me digas que son amigas.
- Si, la primera vez que hable con ella fue cuando Alicia estaba mal con Sergio.
- Sergio y Alicia ya han vuelto, ¿verdad?
- Si, pero a mi ahora eso me da igual, lo que quiero saber es si Sole esta bien.
- Las mujeres no son cromos de fútbol que cuando te cansas de uno lo cambias. Desde que estas en Madrid juegas con las mujeres.
- Yo no juego con ellas – molesto por las palabras de su hermano-. Sabes como soy y yo no soy así, ellas son amigas.
- Llama a Sole – dice Ümit sin inmutarse.
- Pensaba que no estabas escuchando – lo mira Mesut.
- Llámala y haz como si no ha pasado nada – insiste Ümit.
- No tengo su número – se lamenta.
- ¿Y hay alguien a quien se lo puedas pedir sin que te haga preguntas? – Pregunta Ümit sin dejar de comer.
- Alicia – dice Mutlu mirando a Mesut.
- No creo que me lo de.
- ¿Has tenido algún problema con ella?
- Desde el otro día que cenamos juntos no he vuelto ha hablar con ella.
- ¿Y por qué si os llevabais muy bien?
- Son cosas nuestras.
- Sea lo que sea que le has hecho seguro que te lo da sin reprocharte nada.
- Si Alicia es muy buena niña y no se la ve rencorosa – añade Ümit.
- ¿Estáis seguros?
- Si, y si no te lo da pues lo intentas de otra forma, pero seguro que si te lo da.
Mesut sale a la calle para poder hablar tranquilo llama a Alicia pero no le contesta ella.
- Alicia esta conduciendo.
- Me da igual necesito hablar con ella.
- Llama un poco mas tarde lleva 5 horas conduciendo y solo ha parado media hora.
- Es por allí – se escucha por detrás.
- Mac pon el altavoz por favor – le pide Alicia-. ¿Qué quieres? – dice en alemán.
- Dame el número de Sole.
- Un momento que lo busco – contesta en español.
- Tú no buscas nada – dice Macarena-. Búscalo tú Nicole – girando la cabeza hacia atrás donde Nicole esta haciendo el tonto con los chicos.
- ¿El que? – Las mira - ¿Qué tengo que buscar?
- Déjala que no se entera de nada – se ríe Alicia.
- ¡Me lo das o no! – dice Mesut en español alzando la voz.
- Ya o busco yo – se ofrece Macarena.
- Gracias - sonríe-. En mi monedero hay una tarjeta que pone Soledad dile los números que pone por detrás.
- ¿En español? – buscando la tarjeta.
- Si – contesta Mesut rápidamente.
Macarena le dicta los números y en cuanto los dicta Alicia le pide que se los diga en alemán para ver si los ha apuntado bien, una vez echo amable mente se dan las gracias.
- ¿Qué mal royo no? – dice Macarena metiendo el móvil y el monedero en el bolso.
- Por fin llegamos – suspira Nicole.
- Son unas movidas un tanto largas.
- No hay quien entienda su vida – añade Nicole – con eso de que es amiga de los del Madrid.
- Mi vida es muy normal – la mira mal-. ¿Aparco detrás de ellos? – pregunta Alicia a la vez que mira como los profesores salen del coche.
- Claro – dice Santiago.
Bajan del coche y van a inscribirse y a pedir toda la información necesaria. Por otro lado, en Madrid, Mesut llama a Soledad.
- ¿Quién?
- Soy Mesut – contesta con miedo.
- ¿Quién te ha dado mi número?
- Tengo mis contactos – se ríe.
- Quien te lo ha dado – dice enfadada.
- Se lo he pedido a Alicia.
- A claro, quien si no. ¿Qué quieres? Tengo trabajo.
- Hablar contigo.
- No puedo ya te he dicho que tengo trabajo.
- Que vas a tener que trabajar si es la hora de comer – mira el reloj en un acto reflejo.
- Tú tendrás tú tiempo para comer pero yo no.
- ¿Te puedo llamar cuando salga del entrenamiento?
- ¿Por qué tanto interés?
- Necesito hablar contigo de lo que paso anoche.
- Anoche no paso nada.
- Si pasó y lo sabes. Por favor hablemos, pásate por el hotel esta tarde o mañana por la mañana.
- Cuando estés libre me llamas.
Mesut con cara de póker vuelve a la mesa, su hermano y su amigo no le preguntan nada por si acaso reacciona mal y sale corriendo. Terminan de comer y después de llevarlos a casa Mesut se dirige al entrenamiento.
jajajajaja
ResponderEliminarsin comentarios, muajajajaja
buenaaaaaa ;)
pero q.... mi*erda con Soledad.. esa actitud me esta empezando a cansar!!
ResponderEliminarq lindos Ali y Sergi... <3 !!