74. De nuevo comienza la rutina.
Alicia vuelve a la rutina, levantarse temprano, ir a clase, comer mal en la cafetería de la universidad. Al terminar sus nuevas clases junto a Nicole y sus nuevos compañeros se marcha a tomar algo a una cafetería del centro de la ciudad. En el trayecto Alicia llama a Marta para saber como esta Marquitos, le dice que no están en Madrid. Preocupada vuelve con los chicos. Aunque el partido empieza tarde como las primeras horas no tienen clase deciden cenar y verlo ahí.
Queda una hora y media para el partido y como le prometió en la estación, Alicia sale del bar y llama a Sergio.
- Sabía que no me ibas a fallar.
- Te lo dije en la estación, y lo que digo lo cumplo. ¿Ya habéis llegado?
- Hace 5 minutos.
- ¿Ya sabéis quien juega?
- Si, pero no te voy ha decir quien juega.
- Solo dime si vas a jugar.
- Si, pero no te voy a decir cuando.
- Que malo eres.
- ¿Qué has hecho hoy?
- Si me hubieras llamado lo sabrías – dice con recochineo.
- Estado hablando con Gerard y descansando. ¿Te ha molestado que no te llame?
- No, la verdad es que tampoco te lo hubiera podido coger.
- Ya veo que has empezado con tú rutina.
- No es mi rutina habitual.
- Cierto que ahora tienes más clases.
- No lo decía por eso, pero tampoco esta tan mal tener un par de clases más a la semana.
- Mas adelante cuando llegues a casa no te me quejes.
- Eso si completaría mi rutina diaria.
- Vuelve mañana a casa por favor.
- Antes de volverme a meter a tú casa tenemos que hablar.
- Tú casa.
- Pues eso he dicho, tú casa.
- No, también es tú casa, es de los dos.
- ¿Y que hago con la nueva? Por cierto, muchas gracias.
- No tienes que dármelas y la nueva casa que se la quede tú hermana.
- Ali nos vamos a otro lado que aquí no sirven cenas – se acerca Nicole con su chaqueta y su bolso.
- Espera peque – dice al teléfono-. Entro a pagar lo mío y salgo – cogiéndole sus cosas.
- Ya esta pagado.
- ¿Quién lo ha pagado? – Mirando al resto del grupo.
- Yo – dice un chico gritando – me debes una –se ríe.
- La cena te la pagas tú pero luego te invito yo.
- ¿Hablas con Sergio? – Le susurra Nicole.
- Si – sonríe Alicia mientras camina junto a ella.
- ¿Quién es? ¿Ya sabe lo nuestro?
- ¿Qué nuestro? – Se ríe.
- Y dale, te comerás tus propias palabras.
- Lo sé.
- ¿Quién es?
- Es Nicole una nueva compañera de clase.
- Y amiga – grita Nicole.
- Y saber…si lo sabe, se lo contó el baby.
- Sergio va, a cambiarse – le dice Xavi Hernández.
- Mucha mierda.
- Te llamo antes de subir al avión. Te quiero pequeña.
- Un beso.
- Que envidia me dais – le dice Nicole viendo como se pone la chaqueta.
- ¿Por qué? No somos novios.
- Si lo sois – sonríe.
- No. Lo fuimos.
- ¿Te has visto? Si se te cae la baba cada vez que hablas con él. No se como será vuestra relación, pero.
- ¿Pero?
- Siempre creí que los futbolistas y sobre todo los del Madrid iban de flor en flor.
- Que equivocada esta la gente.
- ¿De que habláis? – se acerca Santiago.
- De su novio – señala Nicole a Alicia.
- Que no somos novios.
- Tiempo al tiempo – se ríe a la vez que se adelanta para ir con el resto del grupo.
- ¿Os conocíais de antes?
- No, el mismo día que nos conocimos hicimos amistad.
- Tanta amistad que se su secreto mas preciado – grita desde adelante.
- Si os conocéis hace dos días – se sorprende Santiago-. ¿Cómo va a conocer ya un secreto tuyo?
- Es muy lista y una cotilla – se ríe resaltando la última palabra.
Llegan al bar, buscan una buena mesa para poder ver el partido y piden una ronda antes de cenar.
Soledad y Mesut se encuentran en una modesta cafetería, a pesar de que hay poca gente a Sole esta incomoda. Siente como esos ojos la observan, Mesut se da cuenta y le pone solución.
- No te hace mucha gracia estar conmigo.
- ¡Que dices! Si estoy cómoda – sonríe.
- Pues yo no noto eso.
- ¿Tanto se me nota?
- Así que es cierto – levantándose.
- No espera – lo agarra de la mano-. No eres tú, es que la gente nos mira.
- ¿Te incomoda que nos vean juntos? – Se sienta.
- No es que me incomode, lo que me incomoda es que lo saquen en la prensa y piensen que ahora tú le…- se caya.
- Engaño a Alicia, puedes decirlo.
- ¿No te molesta?
- ¿Quieres que nos vayamos a otro lado? – Cambia de tema.
- ¿A dónde? Si va a haber gente en todas partes.
- No se a mi casa o a la tuya. Allí podremos hablar tranquilos.
- ¿No íbamos a ver el partido?
- Se pueden hacer las dos cosas – se ríe.
Los dos salen de la cafetería y cada uno va a lugar donde han aparcado sus respectivos coches. Soledad sigue a Mesut, no sabe a donde quiere llevarla, pero se fía de él – no creo que me haga daño – dice mientras conduce. Escuchando 14 Ghost Love Scoren llega, detrás de Mesut, a su destino.
Tras el cristal ve mucho verde, y casas, unas alejadas de las otras, se imagina que lo ha llevado a su casa. Le parece bien.
- Menos mal si llegamos a ir a la mía que no dirían los vecinos – sigue hablando sola en su coche.
Aparca donde Mesut le indica, enfrente de la puerta, y baja del coche. Entran y no hay nadie, solo un perro que se acerca a saludar a Mesut.
- Nunca entenderé porque los futbolistas necesitan una casa tan grande si se pegan todo el día viajando.
- No te creas – abre la puerta – pasamos mas tiempo en casa de lo que la gente cree – dejándola pasar.
- Gracias – le sonríe a la vez que entra.
- ¿Te apetece comer algo? – quitándose la chaqueta.
- Lo que quieras.
- Ponte cómoda, estas en tú casa – quitándole la chaqueta.
- Me vas a tener que guiar para no perderme – se ríe.
Aunque no prestan mucha atención a la enorme televisión entre palomitas, conversaciones y risas ven los partidos. Al finalizar todos Mesut acompaña a Sole al coche.
- Gracias por esta tarde – le agradece-. Hacia mucho que no desconectaba del trabajo.
- Yo también me lo he pasado bien, aunque no le hayamos echo mucho caso a los partidos.
- Estaban aburridos – se ríe ella.
Mesut por un momento se pone serio y deja de prestar atención a Sole que se da cuenta que esta ido. Mira hacia el punto donde mira Mesut y ve que mira como un taxi, que segundos antes ha pasado por delante de ellos, se aleja.
- ¿Quién iba dentro? – Mirándolo - ¿Lo conocías?
- Era Alicia.
- ¿Alicia? – Volteando a mirar el taxi que ya ha desaparecido de la calle-. ¿Cómo? ¿Han vuelto?
- Eso parece – dice él terminando con un suspiro.
- La cuestión es joder a todo el mundo – muy molesta.
Sergio antes de subir al avión llama a Alicia, la conversación es breve, puesto a que ella no le hace mucho caso.
- Estaba apunto de irme a dormir.
- ¿No estabas en un bar con unos amigos?
- Si, pero me pillaba cerca de casa. Hablamos mañana.
- Necesito hablar con alguien después del espantoso partido.
- Pues llamas a tú hermana. Hasta mañana.
Después de dos horas, enfadado por el desastroso partido con la selección y triste por la actitud de Alicia llega a casa. Sin encender ninguna luz, siendo la casa alumbrada solo por los focos del jardín que entran a través de las ventanas, va directo a su habitación. Al abrir la puerta la poca luz que entra por la ventana deja ver una silueta encima de la cama. Sabe quien es, pero sin encender la luz y sonriente se dirige al vestidor.
- Estas loca – admite de espaldas al percibir su presencia dentro del vestidor.
- ¿Estas bien? – pregunta ella desde la puerta del vestidor.
- Ahora si – dice quitándose la camiseta.
- ¿Pensabas que te iba a dejar solo en esta situación? – se acerca a él que aun sigue de espaldas.
- De ti ya me espero cualquier cosa – poniéndose un pantalón corto.
- No estés mal por el partido, era un amistoso – lo abraza por detrás.
- Pero somos los campeones, para nosotros todos los partidos son importantes – dándose la vuelta para mirarla.
- Es normal, acumuláis bastantes partidos.
- Necesitaba tanto un abrazo tuyo – abrazándola fuerte por la cintura.
- Shh…No digas nada – dándole un beso en su hombro descubierto.
Se quedan bastante rato abrazados hasta que Sergio la agarra del mentón, suavemente intenta besarla en la boca pero Alicia no se deja.
- No lo estropees - le dice mirándolo a los ojos.
- ¿Entonces para que has venido? – separándose de ella.
- No preguntes, no digas nada... solo mírame a los ojos y abrázame.
- Gracias –haciendo lo que le pide.
- No tienes porque dármelas, no he hecho nada.
- Si. Has venido y para mi es suficiente – abrazándola fuerte.
- Me costaba mucho estar lejos de ti.
- No nos separemos más.
- No quiero sufrir más.
- No vas a sufrir. Eres mi princesa y te voy a tratar como tal.
- Me encerraras en una torre alta y tendrán que pasar años y años hasta que me rescate un príncipe, que este dispuesto a que mi melena larga, larga le caiga encima – haciendo gestos exagerados.
- Eso no va ha pasar Rapunzel – cogiéndola.
- Pues me gustaría que pasara – enroscando sus piernas en la cintura de Sergio - y que seas tú el príncipe que me rescate – mordiéndole la oreja.
- Definitivamente estas loca – yendo hacia la cama.
- Por ti. No vamos ha hacer nada, estas castigado.
- Lo sé porque la castigada eres tú – soltándola en la cama - por decirme que te ibas a dormir cuando te he llamado.
- Idiota – dándole una patada en el culo.
- Ya veo que has traído provisiones – cogiendo una bolsa de deporte de encima de la cama.
- Tenia que venir preparada – observándolo tumbada en la cama.
- ¿Y si te llego a echar? – dejando la bolsa en el vestidor.
- No hay huevos – le reta.
- Si dos, pero no para esas cosas – va hacia el baño -. ¿Te vas a cambiar?
- Si – cogiendo una camiseta de debajo de la almohada.
- ¿Qué te has traído? – pregunta desde el baño.
- Poca cosa lo de la uni, mudas, mucha ropa, mis zapatillas, mis cepillos, todas mis cremas, todo mi maquillaje – dice mientras se cambia.
- Que vacilona eres – asomándose a la puerta con la boca llena de pasta de dientes.
- Vas a manchar el suelo – yendo hacia el vestidor donde Sergio había dejado su bolsa.
- Mira lo que me importa – cepillándose los dientes frente al espejo.
- Claro como luego no limpias tú – entrando al baño.
- Ni tú tampoco, lo limpia Juana - enjuagándose la boca.
- Lo que ensucies lo limpiaras – habla mientras se cepilla los dientes.
- Aplícate al cuento – dándole una cachetada en el culo.
- A que te escupo – le amenaza sonriendo.
- Anda venga termina de cepillarte los dientes y a dormir – le da un beso en la mejilla, girando ella la cara para besarle en la boca.
- Dame otro – agarrándola por detrás por la cintura y besándola por el cuello.
- ¿Te ha gustado? – enjuagándose la boca.
- Todo de ti me gusta – estirando el brazo izquierdo para coger una toalla y dársela a Alicia.
- Gracias – limpiándose.
- Te espero en la cama – sale del baño con cara de pillo.
- Escaquéate, escaquéate – recogiéndolo todo.
- Déjalo y ven ya. Que mañana madrugas.
- No – apagándola luz del baño y cerrando la puerta-. Entro mas tarde – metiéndose en la cama.
- ¿Te han quitado horas? – abrazándola.
- No – apoyando la cabeza en el pecho descubierto de Sergio-. Las dos primeras horas tengo con la nueva clase pero las han dejado para por la tarde para hablar del viaje a Barcelona.
- ¿Cómo que te vas a Barcelona?
- No yo no, la clase, yo acabo de llegar y el viaje es para un concurso o no sé que.
- ¿Seguro que no te van ha hacer ir? - acariciándole el brazo.
- Espero que no – dándole un beso en la mejilla.
Apagan la luz y se ponen a dormir, cuando Alicia ya casi esta dormida, cuando menos se lo espera Sergio enciende la luz.
- Sergio te mato – volviéndose hacia el otro lado de la cama y tapándose la cara con la almohada.
- Tenemos que hablar – acercándose a ella y pasándole el brazo por la tripa.
- ¿Y tiene que ser ahora? Estaba dormida – poniendo su mano encima de la de Sergio.
- Lo siento – besándola en la mejilla – pero quiero saber donde estuviste el día en el que mi vida empezó a ser el infierno.
- Si te digo la verdad no tengo ni idea. Cuando salí del coche me puse a caminar, empezó a llover y lo siguiente que recuerdo es despertarme en el hospital.
- ¿Cómo que en el hospital? – girándola para que lo mire.
- Si, me llevo un chico que me encontró tirada en la calle. Y bueno así es como me entere de que – tocándose la tripa – vamos a ser papas – termina con una sonrisa.
- ¿Por qué no me lo dijiste? – acariciándola la cara.
- Iba ha hacerlo, pero saliste con lo de las fotos de Mesut.
- Soy un estúpido – dejándose caer en la cama.
- Pequeño – levantándose y mirándolo – es normal que me lo reprocharas, yo también te reproche cosas que sabia que no eran ciertas.
Se miran a los ojos y Sergio la abraza y le da un beso en la mejilla.
- A partir de ahora solo vamos a estar, tú, yo y la pequeña Alicia – le dice al oído.
- ¿Cómo que la pequeña Alicia? No, va a ser un niño.
- No va a ser una niña y va a ser tan guapa y buena como su madre.
- Eso si, pero va a ser un pequeño…- se calla.
- ¿Un pequeño qué? – La mira-. Un pequeño Sergio.
- Si eso - se ríe.
- ¿Cómo que eso? ¿Qué nombre quieres ponerle?
- Sergio, Sergio – disimula.
- En quien estarás pensando…
- En ti idiota – le da un beso en la boca.
- Si ahora viene un pequeño Sergio, mas adelante vendrá la pequeña Alicia.
- Uuf pobre de mi pequeña estará vigilada por Sergio y el pequeño Sergio – apoyándose en su pecho.
- Que tonta eres. Queda bonito, Alicia Ramos Martín.
- Queda más bonito Pablo Daniel Ramos Martín.
- Ya salió el otro chico – se ríe.
- En mi vida solo hay tres chicos y ninguno se llama así.
- Debo de tener unos cuernos que no caben en la habitación – se ríe - cada vez salen mas.
- Si, yo que tú iría mañana ha cortármelos, le puedes hacer daño a alguien – dándose la vuelta.
- No te enfades tonta – acercándose a ella y abrazándola por detrás.
- No me enfado, quiero dormir – girando la cabeza y dándole un beso.
- ¿Has puesto el despertador? – estirando el brazo para apagar la luz de su mesilla.
- Si – cogiendo el móvil y poniendo la alarma.
- Ya te vale – volviéndola a abrazar.
- Eres tú que me despistas - dejando el móvil en la mesilla.
- Te quiero – le dice al oído terminando con un beso.
Amanece y Sergio se despierta antes de que la alarma de Alicia pueda sonar, coge una camiseta del vestidor y baja a la cocina ha preparar el desayuno, cuando lo tiene listo lo sube a la habitación, deja la bandeja a los pies de la cama y se sienta a lado de Alicia. Con un dulce beso en la mejilla y susurrando la despierta
- Buenos días pequeña.
- Que despertar tan bonito
- Te he preparado algo ligero para que no te sienta mal – cogiendo la bandeja.
- ¿Qué haría yo sin ti? – levantándose.
- Comer porquerías – sentándose en el lado izquierdo de la cama.
- Seguramente, no te lo voy a negar - yendo hacia el baño.
Cuando Alicia sale del baño se sienta junto a Sergio y ambos, entre carantoña y dándose de comer el uno al otro se ponen a desayunar. Hasta que una llamada al móvil de Sergio los interrumpe.
- ¿No lo coges? – unta mantequilla en una tostada.
- Es Lara y paso de hablar con ella. No me deja en paz.
- Cógelo – mordiendo la tostada.
- No que te enfadas – dándole un mordisco a la tostada de Alicia.
- ¿Por qué me voy a enfadar? Si no tengo nada que envidiarle a ella – quitándole la tostada de la boca.
- Como no te voy a querer - dándole un beso en la boca.
- Cógeselo que sino cuando llame hare que se trague el teléfono – se ríe.
- ¿Quién? – dice poniendo el altavoz.
- No hace falta que lo pongas – le dice Alicia al oído casi sin que Sergio lo pueda escuchar. Él le contesta con un beso en la mejilla.
- Sergio, ¿estas bien? – dice Lara al otro lado del teléfono.
- Si. Muy bien – cogiendo la taza de café que posteriormente le quita Alicia.
- ¿Qué haces despierto a estas horas?
- Desayunar – observando como Alicia echa azúcar a la taza que le ha quitado.
- Tendrías que estar durmiendo ayer debiste de llegar tarde y mal a casa.
- No te importa como estoy o dejo de estar.
- No seas malo, habla con la chica – dice Alicia dándole un beso en la mejilla con sonido.
- ¿Quién es esa? – pregunta Lara mosqueada.
- Soy su abuela – contesta Alicia levantándose.
- ¿A dónde vas? – La sujeta Sergio de la mano-. Termina de desayunar.
- Si capitán – hace el gesto riéndose.
- Ven aquí – tirándola encima de él.
- ¿Sergio? Eres un maleducado, no te lo voy a perdonar – dice Lara al teléfono antes de colgar.
Alicia y Sergio se miran y se ponen a reír a carcajadas.
- Se lo tiene que hacer mirar, no pienso compartir a mi chico - agarrándolo y besándole por el cuello.
- No lo harás – besándola en la boca.
- Me quedaría así toda mi vida.
- Yo también pero tienes que ir a clase – levantándose sin soltar a Alicia.
- ¡Noooo! – abrazándolo mas fuerte.
- Si. Venga va a la ducha.
- Méteme tú – mordiéndole la oreja.
- Que manía con morderme la oreja, de cabeza vas.
- ¡Bieen! – grita.
Después de ducharse y vestirse la lleva a la universidad no antes sin ir a su casa a coger las cosas que necesita para dar clase.
aaawww!
ResponderEliminarq lindos!! q bellos!!
me encanta, me encanta!! xD
esa Lara... me cae pesimo..
me encanto ese nombre!! --> Pablo Daniel Ramos Martin... suena bonitooo!!
oye.. me podrias pasar tu e-mail.. quiziera hablar contigo.. de algo... es para recomendarte un foro..
PUEDES ENVIARLO AL E-MAIL DEL BLOG sangresabormerengue@hotmail.com
ResponderEliminarGRACIAS.
AL FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!!!
ResponderEliminarALI Y SERGIO JUNTOOOOOS!!! TwT
Que feliz soy! Gran Capi Soniaaaa y Feliz cumpleeee!