jueves, 8 de septiembre de 2011

'RealPepe'


Comienza una temporada nueva y con ella 'Real...' Ya teníamos muchas ganas de conocer mas personalmente a nuestro equipo. Esta vez le ha tocado a Pepe.


De niño nadie apostaba por que fuera futbolista profesional, pero Kléper Laveran Lima, más conocido como Pepe, no sólo se ha convertido en uno de los mejores centrales del mundo, sino que se ha ganado al madridismo a base de entrega y sacrificio, dos constantes en su vida. Detrás del futbolista hay una persona humilde, alegre y apasionada por su trabajo, que anhela hacer historia en el Real Madrid: “Este es el año que más fuerte veo al equipo”. Un sueño, el de triunfar con la camiseta blanca, que comenzó cuando era niño y consiguió una camiseta de McManaman a cambio de unos cuantos peces.

'Like u do', de Chrishan, es la canción favorita de Pepe. ¿Cuál es la razón?
Es una canción que me inspira, me prepara para los partidos y también me motiva.

Hoy es un día muy especial para alguien muy cercano a usted. Le agradecemos que esté aquí porque es 8 de septiembre y es el cumpleaños de su novia Sofía…
Es verdad, hoy es su cumpleaños. Para mí es un placer estar aquí y compartir este momento con vosotros. Es un día más de su vida y un año más que estoy con ella. Espero que sean muchos.

Supongo que habrá preparado algo especial porque Pepe es un romántico, ¿no?
(Risas). Ese momento es para cuando llegue a casa. Es una cosa sencilla, pero que creo que tiene mucha importancia para nuestra relación.

¿Qué es lo más bonito que ha hecho Pepe por su novia?
Algunas cosas. Una de ellas fue cuando empecé con Sofía. En vacaciones fui de Portugal a Brasil tres veces. En la última le dije que no podía estar en Brasil solo. Ella estaba haciendo un examen nacional para entrar en la universidad y, cuando terminó, cogimos un vuelo y nos fuimos a Brasil.

¿Tuvo que viajar como Willy Fog para conquistarla?
(Risas). He hecho algunas cositas… Es una mujer que me encanta y que está siempre de mi lado.

¿Qué significa tener al lado una persona especial, que apoye y esté en los buenos y malos momentos?
Es muy importante. Tanto cuando he hecho cosas buenas como malas, Sofía siempre ha estado de mi lado y nunca ha estado de acuerdo cuando he hecho algo mal. Así me lo ha hecho saber y me ha dicho que rectifique. Le agradezco mucho todo lo que ha hecho para que yo pueda estar ahora en el Madrid y triunfar aquí. Es una persona muy importante para mí.


Pepe también es especial. Siempre digo que la gente no le conoce verdaderamente. ¿Por qué cree que la gente puede tener otra imagen que no es realmente la suya?
En el campo soy una persona completamente diferente a la que soy fuera. Dentro del campo procuro ayudar al equipo y dar el máximo de mí para ganar el partido. No me gusta perder. Me gusta entregarme de corazón a lo que estoy haciendo y pongo mucho sentimiento en lo que hago. Muchas veces las personas interpretan de manera diferente cada jugada que encaro porque lo hago como si fuera la última para poder ganar y ayudar a mi equipo.

¿Cómo es el Pepe persona?
Soy un privilegiado. Soy una persona muy feliz y muy familiar. Me gusta mucho estar con ellos y con mis amigos. Son la cosa más importante. Procuro tratar bien a las personas que están a mí alrededor porque son ellos los que me inspiran y me dan fuerza para seguir mi camino.

Siempre digo que Pepe es como un niño porque está continuamente haciendo el trasto, riéndose…
Es verdad. No me gusta estar serio. Veo la vida con mucha alegría y humildad. Una cosa que tengo clara es que detrás de una sonrisa siempre hay una persona que te puede hacer feliz.

¿Qué le queda a este Pepe adulto de aquel niño que nació en Brasil?
La humildad, que es para mí lo más importante y lo que me hace mejor persona. Me acuerdo de que mi padre me llamó un día y me dijo que nada había cambiado en mi vida, solo el trabajo, y que tenía que seguir siendo el mismo de siempre.

¿Cómo era Pepe de niño?
Muy inquieto. Me gustaba mucho estar en la calle. Mi madre ha sufrido mucho porque nunca me ha gustado estar parado en casa. Siempre con mis amigos jugando y haciendo cosas de un chico de esa edad. Tuve una infancia muy buena en Brasil y luego en Portugal.

¿Cómo era el barrio en el que empezó a dar sus primeros pasos en el fútbol?
Un barrio muy humilde donde todo el mundo se conocía. Se llamaba Benedito Bentes. No hacía falta tener la puerta cerrada. Entrábamos en casa de los amigos sin problemas. Jugábamos mucho con el 'sotapipa', una cosa que en Brasil se usa mucho. Es una especie de 'papagayo' que se queda en el aire (como una cometa). Me gustaba mucho, pero no a mi madre, porque decía que era peligroso por los cables de electricidad.


¿Cómo era su grupo de amigos? ¿quiénes eran?
Era muy amigo de Everthon, un chico que estudió conmigo. Toro, Marcelo... Andábamos siempre juntos haciendo bromas. Hoy día tengo la oportunidad de mantener esa amistad.

¿Qué hacen ellos en sus vidas?
Uno trabaja de seguridad, el otro no trabaja. En Brasil es un poco difícil. Pero lo más importante es que tengan salud y luego las cosas llegarán. Si un día les puedo ayudar lo haré de todo corazón.

¿Y el primer campo de fútbol en el que empezó a jugar cómo era?
Era un campo de tierra. Yo tenía 8 ó 9 años y jugaba con chicos de 15 y 16, y mi padre estaba preocupado. Me decía que si llegaba lesionado me iba a pegar porque no le hacía caso. A mí me encantaba jugar con mayores, ya que era la única forma de mejorar. Me daba coraje enfrentarme a gente más mayor.

¿Cómo es posible que un chico de esa edad jugara con gente mucho mayor?
Cuando llegaba a casa tenía un balón y, para ganar fuerza, chutaba contra la pared. Así gané fuerza para enfrentarme a los mayores.

Cuando era niño nadie apostaba por que usted llegara a ser jugador profesional.
Es extraño porque en mi familia nunca ha salido ningún jugador. Mi padre llegó a ser entrenador y fui a probar con un equipo de mi barrio. A pesar de la edad que tenía era una persona muy responsable y con disciplina. Siempre me quedaba más tiempo entrenando y a ellos les gustaba mi actitud.

Hablar de Pepe de niño es hacerlo de una playa, la de Maceió. A usted le encantaba entrenar en esa playa…
Me gustaba hacer los ejercicios que el míster me mandaba. Ejercicios de salto y velocidad. Cuando llegaba al barrio para jugar con mis amigos estaba mejor preparado que ellos. Trabajaba la velocidad en la arena y el salto en el agua con pesos en el tobillo.


Ese es un secreto que quería que contase…
Me ponía pesos en los tobillos dentro del agua y saltaba. Fuera del agua lo hacíamos con y sin peso. Así fui ganando el salto que tengo ahora. Lo hice con 12 ó 13 años y fue bastante importante para mi formación.

Le encantaba estar siempre con su padre.
Para mí, mi padre y mi familia han sido las cosas más importantes. Cuando no tenía medios mi padre dejaba de trabajar para llevarme a los entrenamientos y los partidos. Siempre iban mi padre, mi madre y mis hermanas a verme. Al principio me daba vergüenza porque venía toda la familia. Cuando jugaba bien mi padre me regalaba un helado. Escuchar el reconocimiento de mi padre siempre fue importante.

Necesita tener alrededor a la gente que le quiere…
Sí, porque la familia es una cosa muy importante y una base fundamental para el ser humano. Son personas que saben cómo soy yo y me dan fuerza para seguir adelante.

¿Cuánta culpa tiene su familia en el hecho de que haya llegado a ser jugador profesional?
Han sido muy importantes. Mi madre quería que estudiara y luego jugara porque ha visto muchas injusticias en el fútbol y no quería eso. Un día, cuando terminé un partido, al volver a casa le dije que no quería jugar más al fútbol por cosas que habían pasado en el encuentro. Ella se quedó espantada y me dijo que de eso nada, que ahora iba a jugar al fútbol porque era lo que había elegido y que tenía que seguir adelante.

Creo que llegó a estudiar fisioterapia...
Sí, tuve la oportunidad de estudiar un año esa carrera.

¿Cuál fue el primer equipo serio de Pepe?
En Segibe fue cuando hice mi primer test. Me pagaban el transporte y la comida. Me entrenaba dos veces al día. Fue un club importante. Allí empecé a hacer entrenamientos en la playa y eso me facilitó jugar campeonatos en Sao Paulo y contribuyó a mi formación.


Nos ha contado que viene de un barrio humilde. ¿Es verdad que cambiaba los tickets de transporte por comida y se marchaba al entrenamiento en bicicleta?
(Risas). Tengo un amigo que jugaba conmigo. Se llama Marcos. Vivía cerca de mí y negociábamos con el chico del autobús. El club nos dejaba dos tickets, uno de ida y otro de vuelta, pero como teníamos hambre los cambiábamos por comida, por un plato del día. Nos daba sólo para un trozo de carne pero, al ser dos, también negociábamos para que nos diesen dos. Tengo mucho cariño por esa persona porque lo ha compartido todo conmigo, tanto las cosas buenas como las malas.

También iba al colegio en bicicleta y había días que se quedaba dormido de lo cansado que estaba...
Es que me despertaba a las seis de la mañana. Mi padre salía a las seis y media de casa y aprovechaba para ir con él. Llegaba de entrenar más o menos a las seis de la tarde y luego entraba a las siete en el colegio… Tenía que ir a casa, cambiarme, coger la bici… Cuando llegaba al colegio ya llegaba muerto. Muchas veces me quedaba dormido.

Fíjese si era inquieto de niño que, además de ir a entrenarse, ir al colegio y coger la bici tenía tiempo para criar peces y pájaros. ¿Qué le falta por hacer?
(Risas). Yo conocía las dificultades que pasaban mis padres. Las cosas no eran nada fáciles y encontré una solución para ayudar a mi madre, para comprar el pan y contribuir en casa. Monté un vivero de peces y pájaros en casa.

Con ese dinero ayudaba a su familia…
Era una necesidad. Cuando lo necesitamos hacemos de todo para comer algo. Nunca hay que pasar por encima de los demás y hay que ir siempre con honestidad. Es una cosa que valoro mucho.

¿Ha llegado a pasar hambre?
No he pasado hambre, pero muchas cosas que hoy tengo antes no las tenía. Era un tipo de comida distinta. Mis padres han trabajado y mi madre ha hecho un esfuerzo muy grande para cuidar de nosotros. Ella salía de madrugada a trabajar y yo me quedaba con mis hermanas. Cada uno tenía su tarea dentro de casa para mantenerla y poder comer.

Usted es el único chico. Imagino que tendría también un papel de protector…
Mi padre siempre me decía que cuando no estuviera él en casa yo tendría que cuidar de las cuatro mujeres. Me decía que todo lo que yo hablara era también su palabra. Siempre procuré hacer lo que creía que era correcto.


Qué felicidad poder devolver a su familia todo lo que le ha dado...
Sí, es verdad. No sólo por la cuestión financiera. También por el cariño. Tengo una familia maravillosa y soy capaz de dar mi vida por ellos. Cuando mi madre dejó de trabajar yo empezaba a jugar y a ganar un poco de dinero, y le dije que no se preocupara porque iba a ser jugador y no iba a trabajar más. Lo que ganaba se lo daba a ella para ayudar en casa a mis hermanas a comprar algún vestido. Ellas también lo hacían conmigo.
Luego me fui a Portugal para seguir con mi formación y mi madre me dijo que, si no saliera bien, las puertas de casa estarían siempre abiertas. Para mí eso fue una felicidad muy grande.

Se emociona un poco…
Sí, porque son cosas que pasan en tu vida y marcan. Muchas veces lloré. Me quedé en Madeira triste y solo y tenía que llamar y decir que todo iba bien para no preocupar a mi madre y a mis hermanas. Son cosas que pasan en la vida que nos hacen ser mejores personas.

¿Qué consejo no va a olvidar nunca?
Muchísimos. Ellos siempre me han dado consejos. Mi padre me ha dicho siempre que tienes que proteger a tu familia y ser buena persona.

Se marchó al Marítimo de Portugal con el pie roto…
Me quedaban dos partidos en Brasil y firmé contrato con el Marítimo un mes antes de partirme el tobillo. En el último partido en Brasil, en el minuto 88, una entrada me partió el tobillo. Me fui al hospital y me querían operar, pero mi madre dijo que con 17 años no me operaban. Me recuperé con buena alimentación y muchos cuidados.

¿Cuánto tiempo tardó en recuperar ese tobillo?
Seis meses. Llegué al Marítimo y estuve haciendo fisioterapia. El médico de allí me dijo que no hacía ya falta operar por el tiempo que había pasado, ya que el hueso se había soldado bien. Luego fue todo muy rápido. Llegué en juveniles y jugué 12 ó 14 partidos. Entonces, el míster del primer equipo nos llamó a los dos centrales a cuatro partidos para el final. Nos dijo que teníamos hasta el jueves para demostrar que podíamos estar ahí. Yo tenía disciplina. Al término de las sesiones me quedaba con un entrenador. Al final, el míster nos llamó y nos dijo que yo era el que me lo había merecido e iba a jugar el sábado. A partir de ahí, me quedé en el primer equipo y jugué los cuatro partidos.

¿Cómo fueron esos primeros meses en el Marítimo sin su familia?
Ha sido uno de los peores momentos de mi vida. No tenía nada. Salía de un barrio humilde para Europa. Una cultura completamente diferente, a pesar de ser la misma lengua. El otro fue cuando me lesioné de la rodilla aquí. Han sido dos momentos que han marcado mi carrera y que me han hecho mejor.


¿Qué ha aprendido de esos dos momentos?
Valorar mucho la vida, el momento, la gente que está cerca de ti. No dar mucha importancia a lo que diga la gente y, sobre todo, que hay algunas personas que siempre te quieren hacer mal. Antes lo pensaba mucho, pero ahora encaro el fútbol de una manera más coherente y tranquila.
Después de triunfar en el Marítimo llega el Oporto. Ahí sí que empieza a decir que esto va en serio…
Jugué el último partido con Marítimo. El Sporting (de Lisboa) quería fichar un central y ahí conocí a Cristiano. Luego me fui del Sporting y el presidente del Oporto me dijo que, si seguía trabajando así, me ficharía. Me quedé encantado. Ellos acababan de ganar la UEFA. Sabía que era un equipo que ganaba títulos. Trabajé mucho y me pude ir al Oporto. 

Muchos equipos de Europa se fijan en Pepe y Pepe elige al Real Madrid. ¿Qué significa para usted jugar en el Real Madrid?
Mucho, porque desde Brasil veía al Real Madrid. Allí cambiábamos cosas y cambié a un chico unos peces por una camiseta de McManaman. Siempre había querido una camiseta del Real Madrid y no me acuerdo de por cuántos peces la conseguí, pero valió la pena, porque desde pequeño siempre me ha gustado el Real Madrid.

¿Qué significó la renovación para usted?
Mucho. Todo lo que he hecho para llegar hasta este punto, el día de la renovación, lo he hecho con el máximo de cariño para ayudar al club. Me hizo mucha ilusión el día de mi renovación y poder firmar el nuevo contrato. Estoy en el mejor club del mundo, tanto por la institución, que para mí es lo más grande, como por los compañeros, que son los mejores.

Parte del mérito de su felicidad en Madrid también es de Jorge, su cuñado.
Está siempre conmigo. Es una persona con mucha paciencia. Sigue yendo a verme entrenar, aunque sea solo. Le encanta estar ahí, con la gente que trabaja en el club.

En su casa tiene un pequeño museo en el que hay objetos muy exclusivos como una camiseta de Fernando Hierro…
Cuando llegué aquí tuve la oportunidad de comer en la sede de la Federación y Fernando Hierro me regaló una camiseta. También tengo los guantes de Iker. Me los regaló el primer año aquí, cuando fuimos campeones. Son regalos que tienen mucha importancia para mí.


¿Qué le gusta hacer cuando no se está entrenando?
Me gusta mucho Madrid. Procuro estar en casa cuando estoy muy cansado. Salgo con Sofía. Me gusta estar en contacto con la gente de la calle. Me recuerda a la gente de Brasil, donde todo el mundo habla y vive la vida. Me gusta ir a comprar también las cosas de casa.

A pesar de tener que volar habitualmente, el avión no es algo que le guste…
Por eso a Sofía tengo que darle mucho valor (risas). En el Marítimo volé mucho y me da miedo, pero tengo que hacerlo.

¿Ha tenido muchos sustos en avión?
Sí, en Madeira. Salimos para Oporto después de jugar un partido y el avión intento aterrizar, pero no pudo. Volvió a subir y dio otra vuelta para aterrizar. Tampoco lo consiguió porque no pudo frenar a tiempo y la pista se acababa y estaba el mar. Tuvimos que ir a la isla de Puerto Santo y esperar a que mejorara el tiempo. Lo intentamos por tercera vez, pero no pudimos. Al final nos fuimos a Lisboa porque no nos quedaba combustible.

¿Cuál es el sueño de Pepe cuando se retire del fútbol?
Abrir una clínica. Sofía está estudiando medicina. Es nuestro sueño. Ella se está esforzando mucho y queremos ayudar a las personas en un futuro.

Marcelo ha dicho que otro de sus sueños es dar la vuelta al mundo en caravana…
(Risas). Me gusta mucho la carretera. Mi padre ha sido conductor. Lo hablo con Sofía y espero ponerle una caravana a mi hijo para que se vaya a conocer el mundo. Tengo la voluntad de hacerlo.

Me han enviado Cristiano Ronaldo y Marcelo un mensaje para que se lo transmita a usted. Algo así como está 'bafao'. ¿Qué significa eso?
Casillas viajó a Brasil estas vacaciones y estuvo muy cerca de donde vivo yo. Cuando llegué a Madrid hablé con Iker y hacía tiempo que no hablaba castellano. Quería decir que el tiempo estaba húmedo y en Brasil se dice que está 'bafao'. Marcelo estaba al lado y, desde entonces, todo lo que pasa está 'bafao'.


Hay buen ambiente en el vestuario, ¿verdad?
El equipo está muy fuerte y hay muy buen ambiente. Tenemos a los mejores, la mejor plantilla. El Madrid es un equipo mucho más fuerte y estoy seguro de que vamos a luchar por todos los títulos. Estamos demostrando en cada partido que estamos bien.

Hay mucha gente que está intentando enredar con la relación entre Carvalho y Pepe…
Mucha gente tiene envidia del Madrid. No tengo problema con él. Ha sido una situación que él ha pasado en la selección. Somos compañeros y amigos, y tengo mucho respeto por él y por lo que ha hecho como futbolista. Es un profesional ejemplar.

Lo que no sabe la gente es que Pepe apoya a toda persona que lo necesita dentro del vestuario, sean estrellas o jóvenes…
Sí, porque hicieron eso conmigo. Procuro hacer eso con los chicos de la cantera y con la gente que lleva más tiempo. Yo siempre tuve gente importante que vino a hablar conmigo. Procuro ayudar porque, si el Madrid está bien, yo también.

¿Qué sensaciones le transmite el Real Madrid de esta temporada?
Muy buenas. De los años que llevo aquí es el que más ilusión me hace porque estamos muy fuertes. Somos una familia y nos entendemos bastante bien. Si pasa algo siempre tenemos a un amigo al lado para que nos dé la mano.

Y Mourinho es el capitán ideal para este barco…
Es una persona que nos conoce muy bien y que sabe sacar lo mejor de nosotros. Está muy presente.

¿Cómo ha podido llegar Pepe a tener esa conexión con el Bernabéu?
La gente me trata muy bien. Al principio, cuando llegué, los primeros meses fueron difíciles. Cuando he demostrado mi entrega al club me han reconocido. Se han portado muy bien conmigo y agradezco el cariño del madridismo.


Es quizás un poco pronto, pero Pepe sueña con Cibeles, con hacer algo importante esta temporada…
Sueño con hacer historia en el Real Madrid. Con la Décima, con la Liga... Es un club preparado para disputar todos los títulos. Vamos a luchar mucho porque estamos preparados para todo.

¿Qué deseo tiene Pepe para esta temporada a nivel personal y de equipo?
Lo primero es que antepongo el equipo a lo personal. Si el equipo va bien, lo personal va bien. Nos entregamos en cuerpo y alma al Madrid. El año pasado lo demostramos y vamos a mantener esa misma línea. Si el Madrid gana, nosotros vamos a ganar mucho.

¿Qué mensaje lanzaría al madridismo?
Me quedó una cosa muy bonita tras el partido de la final de Supercopa de España del año pasado. Sentí realmente lo que era el madridismo. Ese espíritu que nosotros tenemos que tener. Si todos (futbolistas, directiva y afición) estamos unidos, nadie va a entrar en nuestra familia para desviarnos. Sentimos el apoyo del madridismo.

realmadrid.com

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