FIC LXXVII

 

77. Tengas más o menos no cambies nunca.

Queda un rato para que la primera plantilla del Real Madrid comience el último entrenamiento antes del partido de Liga en casa ante el Athletic Club de Bilbao.

Los jugadores van llegando y antes de cambiarse se dirigen a la cafetería donde todos juntos charlan amistosamente.

    - Pero que pronto llegáis todos hoy – le dice Cristiano a Mesut conforme entra por la puerta.

    - Pensaba que no iba ha haber nadie – acercándose a la mesa donde tienen los refrescos-. ¿Quién mas ha venido que no suele venir tan pronto? - Preparándose un café.

    - Que raro que haya venido ya Sergio ¿no? – Dice Marcelo quitándole el café a Mesut – Gracias – le sonríe.

    - ¿Alguien mas quiere? – ofrece.

    - ¿Querer el que? – entra Kaká.

    - Café – dice Cristiano mirando el móvil.

    - Yo si quiero – dice Pepe saliendo del baño.

    - Este no me lo quitáis – protege Mesut el café a la vez que se ríe.

    - ¿Quién se va a quedar hasta la hora de ir al estadio? – pregunta Carvalho.

    - Creo que Sergio  - dice Marcelo.

    - ¿Sergio? ¿Esta aquí? – Pregunta Gonzalo.

    - ¿Qué hace aquí Sergio si siempre llega tarde? – pregunta Iker entrando.

    - Se aburría, no tenia nada que hacer – explica Marcelo.

    - ¿Y Alicia? – vuelve a preguntar Iker.

    - De viaje – dice Albiol.

    - Joder – se asusta Cristiano-. ¿Tú cuando te has sentado aquí? – mirándolo.

    - Hace – haciendo una pausa y mirando el reloj – dos minutos.

    - Como te vas ha enterar si no dejas el móvil – dice Mesut que esta sentado enfrente de ellos.

    - ¡A la peña aquí! – dice Arbeloa nada mas abrir la puerta.

    - Dile a Sergio que entre – le pide Gonzalo.

    - No esta – dice Adán entrando por detrás de Álvaro.

    - Si hace nada estaba ahí hablando por teléfono – dice Arbeloa.

    - Ha visto al Pirata a lo lejos y se ha ido hacia él – les aclara Antonio.

    - Seguro que van ha hablar de Larissa – dice Raúl  cogiendo una botella de agua de encima de la mesa-. No se de quien será pero me da igual.

    - ¡Iker! – lo llama Cristiano antes de que salga por la puerta.

    - Dime – volviéndose para mirarlo.

    - Mañana vendrán Adriana y Kimi al partido.

    - Pues muy bien por ellos – riéndose.

    - Me ha dicho que te lo diga que tenéis que hablar de la casa.

    - ¡Hostias es verdad! – Poniéndose la mano en la cabeza - se me había olvidado.

    - Menos mal que trabajas con las mano, porque si tuvieras que trabajar con tú cerebro ibas a ir bueno – dice Albiol riéndose.

    - No os acomodéis mucho – le dice Iker desde la puerta saludando a Canales que entra en ese mismo instante-. Pasa – dejándole sitio.

    - No voy ha entrar – apoyándose en la puerta-, Mesut te busca una chica.

    - ¿Quién va a busca a este? Si no le quiere nadie – bromea Gonzalo que esta a lado de él.

    - Te espera en la recepción.

    - Gracias – levantándose.

Mesut deja a sus compañeros y amigos hablando en la cafetería, de camino a la cafetería se encuentra con Esteban y Sergio que hablando amistosamente lo saludan. Llega a la recepción y allí solo encuentra a la recepcionista. Extrañado le pregunta.

    - Me ha dicho Sergio que una chica ha preguntado por mí.

    - Soledad Holopainen la encargada de una de las fundaciones a estado hablando con el señor Canales pero no se de que. Siento no poder ayudarle señor Özil.

    - Gracias – sale mirando el móvil.

Mesut llama a Soledad pero no se lo coge, ya sea porque esta trabajando o porque no quiere - ¿qué querrá? – piensa.

Con la cabeza en otro lugar comienza el entrenamiento. Al terminar apenas tienen dos horas escasas para hacer lo que quieran.

    - ¿Quién se queda aquí hasta ir al estadio? – Pregunta Marcelo mirando como se cambian sus compañeros-. ¿Nadie? – mirándolos.

    - ¿No has dicho tú antes que Sergio? – lo señala Pepe.

    - No, yo no - poniéndose el reloj - voy a ir a casa de Alicia.

    - ¿Al final no ha viajado? – pregunta Raúl.

    - Si que ha viajado pero tengo que ir a coger unas cosas y ha hablar con Vanesa – recogiendo su pequeño neceser.

    - Voy contigo, que no tengo nada que hacer –  dice Marcelo recogiendo sus cosas.

    - ¿Y tú familia? – Pregunta Esteban.

    - Están en Brasil.

    - Pues vamos me sigues - chocándole la mano a Mateos cuando pasa por su lado-. Hasta luego chicos – yendo hacia la puerta.

Los dos ponen rumbo a casa de Alicia mientras Mesut, sin que sus compañeros lo vean se dirige donde el otro día vio meterse a Sole. Llama a la puerta con disimulo pero insistentemente.  Cuando menos se lo espera alguien le dice.

    - ¿Qué quieres?

    - Hablar – “habla a la puerta”.

    - Habla – aguantando la risa.

    - Cara a cara.

    - Pues date la vuelta – riéndose.

    - ¿Cómo? – Dándose la vuelta-. ¿Por qué no has avisado antes? Me has dejado quedar mal.

    - ¿No te has dado cuenta que la voz venia de atrás tuyo o qué? – Riéndose.

    - Pues no – rascándose la cabeza.

    - ¿Qué quieres? – yendo hacia la puerta y abriéndola.

    - Que quieres tú – observando como Sole entra-. Me han dicho que me buscabas y cuando he ido no estabas – apoyándose en la puerta.

    - Tenía que irme a trabajar, que yo aquí trabajo no vagueo.

    - ¿Y que querías? – mirándola cruzado de brazos.

    - ¿Entras o te quedas ahí? – lo mira.

    - Esa frase me suena – sonríe a la vez que entra y cierra la puerta-. ¿Tienes tiempo libre ahora? – sin entrar mas adentro.

    - No mucho – enseñándole folios.

    - Si esto lo cierran ahora.

    - Este no es el único lugar donde trabajo.

    - En algún momento tendrás que descansar.

    - Si pero no en este momento.

    - ¿No tienes ni 20 minutos para tomar algo? – mirándola sorprendido.

    - Si tengo 20 minutos – levantándose.

    - Pues te…

     - Para ir a mi despacho – le deja con la palabra en la boca mientras recoge sus cosas.

    - Te invito a un café, dime donde esta tú otro despacho y tomamos algo por allí – sonríe muy seguro de que le va ha decir si.

    - Te vas a perder – abriendo la puerta e invitándolo a salir.

    - Pues te sigo – estirando el brazo para dejarla pasar a ella.

Mesut se pone a seguir a Sole sin saber a donde se dirigen, por otro lado, Sergio y Marcelo, uno detrás del otro llegan a casa de Alicia. Casa que dentro de poco ya no volverán a pisar. Vanesa nada mas abrir la puerta dice.

    - Delante de esté – señalando a Marcelo - no te voy ha decir nada- dejándolos pasar.

    - Me lo imaginaba – le da dos besos.

    - Hola -  dice Marcelo saludando con la mano y entrando.

    - Pasa tranquilo, estas en tu casa – le dice Vanesa con sarcasmo cerrando la puerta.

    - Lo sé – sonríe sentándose en el sofá.

    - Ya hablaremos el domingo – dice Sergio parado detrás del sofá.

    - ¿Si sabias que no íbamos ha hablar para que has venido? – Dice Vanesa a lado de Sergio viendo como Marcelo juega con Paris.

    - Para recoger unas cosas de Ali – acercándose a Manchita que esta encima del respaldo del sofá.

    - ¿Lo sabe ella? – sentándose en el sillón.

    - A medias, le he dicho que me llevaría a Manchita a casa pero hoy no porque nos concentramos, mañana después del partido vendré y me la llevaré – intentando que Manchita deje de chuparle la mano.

    - Si estoy dormida te joderás y vendrás el domingo.

    - Tengo llave – enseñándosela.

    - ¿Y para que llamas?

    - Porque no sabía si estabas.

    - Idiota si habíais quedado – dice Marcelo – como no iba a estar.

    - Bueno voy a recoger algunas cosas de Ali y luego nos vamos – le pone la mano sobre el hombro a Marcelo.

    - Una cosa – dice Vanesa haciendo que Sergio se detenga - ¿cómo te vas  llevar a Manchita si te vas a ir a jugar fuera de España?

    - Estará con Odie y tengo asistenta. Los días que viajo se suele quedar, cuando estaba Ali no se quedaba porque la echaba, le decía que se fuera a su casa que fuera cuando yo volviera.

    - Como se nota que siempre se lo ha hecho ella todo.

    - Que pringado eres, pagas a una persona para que no haga nada – se ríe Marcelo.

    - Juana es como de mi familia y también quiere mucho a Alicia – dirigiéndose hacia el cuarto.

Sergio recoge algunas cosas de Alicia para llevarlas a su casa, se quedan un rato jugando con Paris hasta que deciden irse. Marcelo se dirige ya al estadio por aburrimiento y Sergio va a la casa de Marquitos, como le dijo a Alicia cuidaría de él.

Mesut aparca detrás de Soledad que nada mas salir del coche le pide con la mano que no salga, la observa entrar a una cafetería y a los 10 minutos salir con dos cafés. Al ver que con la cabeza le hace un gesto mientras le sonríe decide salir del coche e ir a su encuentro, el portal de un edificio que se ve antiguo, le coge los cafés y comienza a seguirla. Suben unas pocas escaleras y entran a un piso con la puerta abierta. Nada mas entrar se le hace raro que lo lleve ahí pero conforme caminan por un largo pasillo puede ver que las habitaciones no son habitaciones sino despachos.

Al llegar al último Sole coge unos sobres y documentos de una bandeja colgada en la pared.

Entran y ve un despacho mas pequeño que el resto que había visto tras las puertas abiertas del pasillo, a pesar de que es pequeño lo nota muy acogedor. Soledad lo invita a sentarse en una silla enfrente de la que ella se ha sentado. Mesut le da el café y se sienta.

    - Tú despacho es mas pequeño que el resto.

    - Suficiente para que quepa lo necesario – sonríe-. ¿Cuánto tiempo tienes?

    - Em…- mirando el reloj- aun tengo tiempo.

    - Pues venga que querías decirme – dándole un sorbo al café.

    - Quería saber si lo que me dijiste en la puerta del restaurante va por alguien en concreto.

    - ¿Que cosa de todas? – haciéndose la despistada.

    - Lo de – haciendo una breve pausa - seguro que no soy yo a quien te gustaría traer hoy aquí – con tono de chica.

    - ¿Diste por aludida a alguna o qué? – sonriendo.

    - Si a una – mirándola serio.

    - ¿Si sabes por quien iba para que preguntas?

    - Quiero que me lo digas tú – mirando el teléfono que suena.

    - Perdón – descuelga el teléfono-. ¿Dígame?… Dime… – cogiendo un folio del cajón y un bolígrafo del portalápices-. No, no, no todo esto es verdad…Pásamela…Hola mire me ha dicho Sergio que no os creéis lo que Alicia esta haciendo por Marquitos…Puede estar tranquila que Alicia esas cosas se las toma muy enserio…Pues si ya se lo ha dicho Sergio créalo…Si no nos hemos puesto en contacto con ustedes es porque aun esta todo a medio atar…En cuanto tengamos todo mas avanzado les avisaremos…Gracias a usted…No, no hace falta que me lo pase, gracias.

    - ¿Problemas? – la mira colgar el teléfono.

    - No, todo arreglado.

    - ¿Quién era?

    - Es trabajo mío, no te incumbe.

    - ¿Alicia ha dejado de lado la fundación?

    - No se nada de ella, solo que ahora mismo solo piensa en ella.

    - ¿Por que dice eso?

    - Por nada – moviendo folios de un lado para otro sin saber donde dejarlos.

    - Dímelo – agarrándola de la mano para hacer que deje de moverse.

    - No es nada – mirándolo a los ojos.

    - ¿Te ha hecho algo Alicia?

    - Me molesta que Alicia juegue con todo el mundo, primero con Sergio, con Marquitos, con los que la quieren, con Sergio otra vez  y ahora contigo.

    - Alicia no ha jugado conmigo, solo somos amigos.

    - ¿Cuánto tiempo llevas sin hablar con ella? – quitando la mano de debajo de la de Mesut.

    - Hoy la he llamado para que me de tú número.

    - ¿Qué fueron eso? ¿5 minutos? No. Cuanto tiempo llevas sin hablar de verdad sin mantener una conversación de amigos.

    - Se ha ido de viaje, yo estoy con los entrenamientos…tenemos vidas diferentes – apoyándose en el respaldo de la silla.

    - Nosotros dos también y mira aquí estamos. Hablando.

    - ¿Qué sabes que yo no sepa? – sentándose recto y apoyando los brazos en la mesa

    - El otro día te vi feliz con ella en un restaurante y el día siguiente te encontré en el entrenamiento…cabreado.

    - Eso son asuntos nuestros, no tengo porque contártelos – levantándose-. No se que tendrás en contra de Alicia o que tiene ella que tú no tengas o que habrá conseguido ella antes que tú, pero se supone que eres su amiga – dice mirándola desde la puerta.

Los jugadores después de hacer sus cosas llegan al estadio, se cambian y ponen rumbo al hotel de siempre, antes de bajar a cenar hacen lo habitual llamar a la familia y jugar a la play o cartas. En una de las habitaciones, la de Gonzalo, están Sergio Canales, Mesut, Ángel Di María, Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa, David Mateos y Sergio Ramos.

Gonzalo recibe una llamada y los intenta echar a todos de su habitación no tiene éxito así que baja al salón, anda mas salir del ascensor se encuentra con Pedro León se chocan la mano y cada uno sigue su camino, él se dirige al salón para poder hablar tranquilo mientras que Pedro entra al ascensor.

    - ¡Espere! ¡No cierre! – Se escucha la voz de una chica.

Pedro la escucha y rápidamente pone el pie en el sensor para que la puerta no se cierre.

    - Gracias – dice la chica entrando.

    - De nada – dice él tecleando el móvil sin mirar a la chica.

Los segundos pasan y el ascensor va subiendo. Se escucha el ‘tin’ del ascensor Pedro se imagina que han llegado a la planta de la chica puesto a que él va  ala ultima. Se le hace raro que la puerta tarde tanto en abrirse, sin moverse de su sitio alza la vista y ve a la chica cubriendo los botones a la vez que lo mira.

    - ¡Tú! – Dice Pedro levantando la cabeza-.  Pon en marcha el ascensor –aparatándola de los botones y tocándolos todos.

    - Tocándolos todos lo vas a estropear.

    - Que quieres que te lo doy para que me dejes en paz de una puta vez.

    - Eso no quiero. Quiero que vuelvas a ser el mismo que eras cuando jugabas en el Getafe.

    - Soy el mismo – mirándola.

    - No, hace 4 años tú no eras así. Eras humilde.

    - No me conoces para saber como soy – tocando la alarma del ascensor.

    - No me hace falta conocerte, el Real Madrid te ha cambiado, te ha hecho ser un pasota, uno de ellos.

    - ¿Así habla una madridista de su equipo? – Se ríe cruzado de brazos.

    - No soy madridistas, la verdad es que no me gusta el fútbol, pero me gustas tú como futbolista y te he seguido a todas partes – dice avergonzada.

    - ¿A todas? – sorprendido.

    - Bueno, a todas partes no porque no hay dinero pero si en todos los equipos.

    - ¿No estas un poco obsesionada conmigo?

    - Solo quiero eso, que vuelvas a ser como eras y ya te dejo en paz – dándole al botón para abrir la puerta.

La chica sale y Pedro pensativo sube a su planta llega y los chicos no le dejan salir, se suben al ascensor para bajar a cenar. Llegan a la planta del restaurante y Cristiano dice.

    - ¡Ey Peter! ¿Esa no es la chica que te perseguía? – señalando a una chica que sale por la escalera d emergencia.

    - Si es ella –dice Sergio mirándola.

    - Escondámosle – dice Marcelo saltando a su espalda.

    - No hace falta, ya hemos hablado.

    - ¿Enserio? – pregunta Carvalho.

    - Si nos hemos quedado encerrados en el ascensor.

    - ¿Os habéis quedado encerrados en el ascensor? – Pregunta Canales - ¿Y por que no has tocado el timbre?

    - Lo he tocado.

    - Pues no ha sonado – dice Marcelo – por lo menos yo no lo he escuchado – mira al resto de sus compañeros.

    - Ni yo – dicen todos mirándose.

    - Lo bueno es que sirve para que ya no me moleste más.

Los chicos se ponen a cenar y a pesar de que se ven todos los días siempre hay algo nuevo que contar.