jueves, 10 de marzo de 2011

RealXabiAlonso




'Other Side', de Red Hot Chili Peppers, una de las canciones favoritas de Xabi Alonso…
Siempre me han gustado los Red Hot. Fue un disco que me compré, 'Californication', y era mi canción favorita por aquel entonces.


¿Usted es mucho de ir a conciertos?
Sí que me gusta. De vez en cuando, si hay alguno al que realmente quiero ir, intento buscármelas y apañármelas para hacerlo.


¿Qué concierto no olvida?
Varios. Primero estuve en uno muy bueno de Andrés Calamaro en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Luego estuve viendo a Coldplay en Liverpool y me gustó mucho; y aquí a Joaquín Sabina.


Decía José Mourinho que él iba escuchando música de casa al entrenamiento y del entrenamiento a su casa. ¿Xabi Alonso es mucho de escuchar música?
Sí que suelo escuchar música, pero también la radio. Me gusta escuchar música porque me entretiene mucho.


Xabi Alonso prefiere vivir en el centro de Madrid en vez de en las afueras como otros compañeros. ¿Por qué?
Desde pequeño siempre he vivido más cerca del centro en San Sebastián. Siempre he sido de asfalto. En Liverpool también. Y Madrid te da tanto juego y tantas cosas que mi mujer y yo queríamos vivir la ciudad y estamos encantados.



¿Qué es lo que más le gusta de Madrid?
Es una ciudad muy integradora. Hay mucha gente de fuera que se encuentra muy cómoda viviendo aquí. Tiene mucha oferta de restaurantes, de cultura. A la gente le gusta vivir en la calle y eso le da mucha alegría y vitalidad a la ciudad. Y luego todo ese ajetreo a mí no me agobia, me gusta.


¿Le ha dado tiempo a conocer Madrid de verdad?
Ya la conocía. San Sebastián está muy cerca. De vez en cuando sí que aprovechamos el tiempo.


Habla muy bien de Londres. Dice que volvería una y otra vez. Es una ciudad que le ha ganado…
Yo vivía en Liverpool, pero Londres es un pedazo de ciudad. Es enorme y te da tantas posibilidades de hacer cosas diferentes que siempre me ha encantado.


¿Qué tiene que tener una ciudad para que Xabi Alonso la considere grande?
No es por tamaño, sino por lo que te puede ofrecer. En Madrid estoy muy a gusto, pero mi ciudad es San Sebastián. No tiene mucho que ver. Es más cercana, más recogida y tienes todo a mano. Luego tienes el mar, la montaña y mucha oferta de todo tipo.


San Sebastián se echa de menos. Esas son las raíces…
Las raíces las tengo allí y por fortuna estoy muy cerca ahora. Suelo ir allí de vez en cuando.


Este año le han dado el Tambor de Oro. Pocas veces le he visto tan emocionado...
Para los de allí es especial. Pensaba de pequeño que era el premio más importante que le podían dar a uno. Ni el Nobel, ni el Pulitzer ni los Oscar. Por fortuna lo pude recibir este año y fue un gran honor y un día muy emocionante.


¿Cómo era Xabi Alonso de niño?
Por lo que me dicen era bueno, pero un poco travieso. Sabía divertirme, pero era responsable cuando tenía que serlo. No iba a mi bola. Respetaba a la autoridad.


¿Qué travesura no olvida?
Con mi hermano hemos hecho un montón. Me acuerdo de cuando estaba en casa de mi abuela. Tirábamos piedras a los coches que pasaban y un día uno se paró, nos cogió y nos llevó donde mi abuela. Era una travesura, pero no tiene sentido.



¿Qué recuerda de las tardes en la playa de La Concha?
Allí hemos pasado un montón de veranos. Es una tradición que tienen todos los colegios de empezar a jugar al fútbol allí desde pequeños. Arteta, mi hermano, Iraola, De Pedro, muchos hemos empezado ahí.


Es curioso porque Arteta era de su mismo barrio…
Vivíamos muy cerca y jugábamos al fútbol, al frontón, al tenis.


¿Y ahí jugaba también con su padre, el gran Perico Alonso?
Si. Jugábamos a todo, no solo al fútbol. Con mis amigos jugábamos al balonmano, tenis, frontón, con el monopatín, la bici, etc…


¿Es difícil ser hijo de un futbolista?
Para mí nunca ha sido ni una ventaja ni un inconveniente. Lo hemos llevado con mucha naturalidad. Nuestro padre ha sido antes padre que ex futbolista o entrenador. En ese sentido ha sido todo mucho más natural y para nada nos hemos sentido presionados en ningún momento ni hemos sentido las presiones de la gente por el qué dirán.


¿Su padre quería que sus hijos fueran futbolistas?
Creo que no. Quería que fuésemos serios y responsables en lo que hiciésemos. Desde casa y sobre todo mi madre nos hacía mucho hincapié. Lo primero eran los estudios. Me acuerdo de que la primera y la única vez que suspendí una asignatura me quitaron el fútbol. Esa era la manera. No sé si la mejor o la peor, pero nos fue bien.
Tiene pinta de haber sido buen estudiante...
Bien. Lo sacaba todo.


Su padre fue jugador y entrenador de varios equipos. ¿Eso pesa, no?
Pesa, pero más en lo que nos ha permitido aprender y mamar el mundo del fútbol. Dar el salto a profesional lo he llevado de una manera muy normal, porque estaba acostumbrado a vivir este mundo desde pequeño. Estoy muy contento por lo que he podido vivir con mi padre. Él me dice: “Xabi: nueva etapa, nueva generación; ahora te toca a ti”.




De pequeño estaba pendiente de la radio…
Claro. Por aquel entonces, cuando mi padre era entrenador del Beasaín y jugaban fuera de casa en Segunda B, teníamos que esperar a las ocho de la tarde en una emisora concreta, Mis hermanos, mi madre y yo estábamos pendientes.


A los 16 años Xabi Alonso se marcha a Irlanda a aprender inglés…
Me marcho o me mandan. No sé (risas). Estudiaba en una academia de inglés y me pasé un mes fantástico allí y les tengo mucho cariño a los irlandeses. Son gente auténtica, con mucha personalidad y están orgullosos de su identidad. Me vino bien, no solo para aprender inglés, que no aprendí mucho, sino para conocer otro país.


¿Es verdad que allí jugó al fútbol gaélico?
Sí. No tiene nada que ver con el fútbol. Más que jugar, cogí el palo y estuve corriendo por los campos de Irlanda.


¿Qué recuerda de los inicios como jugador de fútbol en el Antiguoko?
No es un club profesional, pero la gente del club tiene tanta pasión y dedicación, con todas las horas que echa, que podría decirse que es profesional. Se buscaban las horas de entrenamiento y los campos que se podían para que nosotros jugáramos. Tuvimos la suerte de coincidir un grupo de chavales que éramos amigos y jugábamos bien y eso nos permitió competir con la Real, el Athletic. Estábamos en un entorno muy cercano.


¿De ese grupo de chavales ha llegado alguien además de Xabi Alonso?
Arteta, Aduriz, Iraloa, mi hermano... Parece mentira que de un club de barrio hayan salido, en dos o tres generaciones, tan buenos jugadores que estén en primer nivel.


¿Qué recuerda de cuando le llamó la Real Sociedad?
Fue el segundo año de juvenil nuestro e hicimos una temporada increíble. Acabamos segundos en División de Honor por detrás de la Real. En la Copa del Rey eliminamos al Celta y al Valencia, y nos eliminó el Real Madrid en la antigua Ciudad Deportiva. Fue un año extraordinario y todos los clubes profesionales vinieron a por nosotros. Yo era de allí y era de La Real. No tuve dudas y fui allí. Pase al filial de la Real Sociedad.


¿Y del debut con la Real Sociedad frente al Logroñés?
Todos los debuts son inolvidables. Hacerlo en casa, con el equipo de tu vida, delante de tus amigos, familia y aficionados fue algo muy especial. Perdimos (risas), pero eso es anecdótico. Me quedé con esa camiseta.



¿Cuántas camisetas tiene suyas y de sus adversarios?
Tengo mías de cada equipo donde he estado y de cada modelo diferente. Y de adversarios me gusta elegir. Cuando juego contra un jugador que respeto y admiro me apetece tener esas camisetas. Tengo muchas, pero tengo seleccionadas algunas con mucho cariño. Zidane, Shearer, Roy Keane, Scholes, Nevded... Tengo algunas perlitas. Mi padre también tiene una caja entera y mi hermano y yo de pequeños subíamos y allí tenía las camisetas de Maradona, Schuster, Zico… Alucinábamos. En un futuro, mi hijo Jon a lo mejor hace lo mismo.


¿Tiene la camiseta del Eibar?
Sí, por supuesto.


Jugó allí como cedido. ¿Fue duro?
A mí me ilusionó mucho. Tenía 18 años y hasta entonces siempre había convivido en vestuarios con gente de la misma edad. Di ese paso a un vestuario profesional, de gente madura de 28 a 30 años, y me dije que iba a aprender. Además, el vestuario del Eibar es de gente muy trabajadora tanto dentro como fuera del campo. Había gente que antes de jugar había estado currando ocho horas en el taller. Aprendí mucho de ese vestuario.


Regresó a la Real y allí vivió una etapa espléndida…
Volví cuando el equipo estaba en una situación complicada y peleando por el descenso. Esos partidos sí que son de sufrimiento. Eso te hace madurar rápido. Luego tuvimos ese año increíble en el que estuvimos luchando con el Real Madrid por el título. Poder haber ganado una final con la Real es una espinita que tengo clavada en mi corazón.


Llega Liverpool. Una pasada para un jugador de fútbol…
Para la gente a la que nos gusta el fútbol hay templos y Anfield es uno de ellos. Mezcla la tradición con el respeto a los valores, con una historia brillante y con momentos negros. Eso se respeta mucho y te hace valorar otro lado del fútbol y como lo vive la gente y lo que supone el Liverpool. Me dio mucho y aprendí un montón. Fue una etapa impresionante.


¿Se puede expresar lo que se siente al escuchar como jugador del Liverpool el “You'll never walk alone”?
Para mí era un momento que te metía en el partido. Aparte de toda la leyenda que hay alrededor de ello, a un jugador del Liverpool le hace meterse en el partido. No es el estadio más grande ni el más bonito, pero sí uno de los que más encanto tiene. Te motiva salir a jugar allí. La afición es muy entregada y pasional.

y campeón de Europa…
Primer año y campeón de Europa. Yo decía: “Esto no puede salir mejor”.


¿Qué recuerda de esos momentos previos y posteriores a la final?
Hubo tantas emociones… Al descanso íbamos 3-0 perdiendo y nos decíamos: “No puede ser”. Remontar parecía imposible, pero salimos al campo y en seis minutos metimos tres goles y empatamos al Milán, que era un equipazo. Luego Jerzy (Dudek) hizo sus movimientos en los penaltis y no acabas de creértelo. Fue algo inesperado. Es de las Copas de Europa más recordadas de la historia.


Un 5 de agosto de 2009 ya es nuevo jugador del Real Madrid. Dijo Gerrard que el Liverpool se había quedado destrozado con la marcha de Xabi Alonso…
Sentía en ese momento que necesitaba nuevos retos. Me surgió la posibilidad de venir al Real Madrid y qué mayor reto que ese, con todo lo que supone. Había un proyecto apasionante y a mí me atraía mucho esto. Me llevé una gran satisfacción cuando se culminó todo. Muy orgulloso de dar ese paso y empezar una nueva carrera.


Muy rápido quería venirse a Madrid cuando se concretó el fichaje…
Estaba en Liverpool con el chándal del equipo porque íbamos a viajar a Copenhague para un amistoso. Me dijeron.


¿Por qué el Real Madrid?
Porque de pequeño lo he visto. El Madrid, con esa magnitud, con todos los grandes jugadores que han pasado por aquí, con toda la gran historia y lo que supone jugar en el Bernabéu. Todo futbolista que se quiera sentir realizado tiene que jugar en un equipo como el Real Madrid. Para mí era la oportunidad perfecta, el momento perfecto y por eso estoy muy contento con la elección.


¿Qué recuerda de esa noche?
Dormí poco por la satisfacción y porque había sido un verano movido. También por la emoción de ser parte de este club tan grande.


¿Cuál fue la primera persona a la que llamó para compartir la noticia?
A mi mujer, Nagore, porque habíamos estado viviendo el verano intensamente. Luego a mis padres. Ella me dijo que estaba encantada.


Y llega al Santiago Bernabéu…
Son palabras mayores. Lo que impone cuando entras. Es impresionante. Cuando empieza a rugir y hay buen ambiente es una delicia poder jugar. Es un estadio exigente, pero cuando el equipo responde y funciona bien lo sabe apreciar.


¿Cuál ha sido el mejor adversario al que se ha enfrentado?
Zidane. Es un ejemplo de lo que es el fútbol. Me gustaba mucho su comportamiento tanto dentro como fuera del campo por el respeto que tenía. Respetaba al juego, al rival, pero siempre con ese gen competitivo. La elegancia y las cosas tan difíciles que hacía… Para mí hacer las cosas difíciles y hacerlas bien, siempre en beneficio del equipo, anteponiendo el bien colectivo es lo que hace a uno grande.
 
¿El jugador con el que ha coincidido en el vestuario que más le haya impactado?
Por profesional y buen compañero tengo un recuerdo impresionante de Hyppia. Cuando llegué al Liverpool él era uno de los pesos pesados y me ayudó mucho. Es un ejemplo de integridad y profesionalidad todos los días.


¿A qué persona del mundo del fútbol respeta y admira?
A mucha gente. A Vicente del Bosque le tengo mucha admiración y cariño.


¿Qué no soporta de un adversario?
A los pillos y a los marrulleros.


¿Qué es lo que más respeta de un adversario?
La gente íntegra y honesta, que entran duro, pero que no van hacerte daño. La gente que juega para el equipo y que no es de cara a la galería.


¿De qué cualidades se siente orgulloso como futbolista?
No me gusta hablar de mí mismo, pero estoy más orgulloso de mi pase que de mi velocidad, eso es evidente.


¿Qué cualidad no tiene que le hubiera gustado tener?
Cuando vi el otro día a Di María yéndose de tres dije: “Qué fácil lo hace”. Yo nunca he hecho eso.


¿Qué le preocupa en la vida?
Las prioridades han cambiado desde que soy padre. El educar y estar pendiente de mis hijos. Además del fútbol, es el proyecto más importante en el que estamos metidos mi mujer y yo.




¿Qué es lo que no soporta de la gente?
Las maneras y ser un tramposo. Me gusta ir de cara y ser honesto.


¿Se arrepiente de algo que ha podido hacer y no ha hecho?
Seguro que habrá cosas. Me hubiese gustado seguir estudiando la carrera de Empresariales y espero poder terminarla después.


¿De lo que más se siente orgulloso?
De mis dos hijos. Ver cómo avanzan cada día y cómo progresan.


¿Le gustaría que su hijo fuese futbolista y siguiera con la saga Alonso?
Me gustaría que fuese buen chaval, majo y responsable. Que haga lo que quiera, no le empujaré a nada. Si quiere jugar al fútbol le diré que intente hacer las cosas bien en todo lo que haga. Hay momentos para relajarse y otros para ser responsable. Si estás metido en el fútbol profesional tienes que mantener un término medio, ni ser de máximos ni mínimos.


¿Le ha tocado llorar más en el fútbol o en la vida?
No soy de llorar. Me lo pregunté a mí mismo antes de jugar la final del Mundial y no lloré. Si he llorado ha sido por temas personales.


¿Qué es lo que le toca el corazón?
Pequeños detalles de la gente cercana.


¿Cómo es un día en su vida?
Damos una vuelta y tomamos el aperitivo. Vamos al parque o a la piscina con los niños. Me gusta aprovechar el tiempo con mi mujer para ir al cine o a un restaurante.


Dicen sus compañeros que no les ha dado tiempo a saborear todo lo que les pasado en la vida. ¿Le pasa a usted?
Por supuesto. No te da tiempo a distanciarte y a valorar. Tampoco me preocupa porque ya habrá tiempo para valorarlo y cuando dejemos el fútbol desconectaremos.




¿Qué va a ser Xabi Alonso cuando deje el fútbol?
No lo tengo claro. No sé si seguiré relacionado con el fútbol. Ya habrá tiempo para pensarlo.


¿Cómo ve al equipo para la recta final de la temporada?
Lo veo bien. Está en una buena dinámica y en una buena línea. Con los frentes abiertos y con ganas de competir, sobre todo en la Champions. Es clave. Luego tenemos la final de Copa y las finales las quieres ganar porque están para eso.


¿Qué le puede dar Mourinho al vestuario en estos momentos?
Para momentos claves, eliminatorias o finales, hay que saber preparar muy bien los partidos y trabajar el lado psicológico también. En ese aspecto, él sabe conectar con nosotros y motivarnos.


¿En qué le ha hecho crecer Mourinho?
Yo estoy aprendiendo mucho y te hace ser mejor futbolista, saber leer mejor los partidos y saber afrontarlos. Es muy bueno en el tema táctico y la preparación y en el cara a cara gana mucho.


Ningún jugador ha hablado nunca mal de Mourinho…
En Inglaterra lo veía y decías: “Pues éste tendrá algo diferente”. Y así es. En el día a día interactúa con nosotros y sabe ganarse el cariño de los jugadores.


¿Se ve ganando títulos esta temporada con el Real Madrid?
El tiempo lo dirá. La ilusión, las ganas y la dedicación van a estar ahí. Fútbol es fútbol y puede pasar cualquier cosa. Pero ese es mi deseo absoluto.


¿Cuál es la clave para no fallar este año?
La atención, la concentración y el grado de competitividad en cada partido serán claves porque son partidos a vida o muerte. Hay que saber que cada partido es el más importante de la temporada y hay que prepararlos bien.


Decía Sergio Ramos que esperaba un Bernabéu a reventar…
Es fundamental que la gente esté con nosotros y juegue el partido. Ellos tienen que saber que no van a ver el partido, sino que tienen un papel que jugar. Ellos interactúan con nosotros. Cuando notas el apoyo de la gente te sirve para poner más ímpetu sobre el campo.




Hábleme de los jugadores jóvenes del Real Madrid: Mesut Özil.
Es de esos jugadores especiales que ves muy de vez en cuando. Tiene el don del toque en espacios cortos que le hace ser especial. El movimiento entre líneas, un toque tan medido y la visión de juego.


Di María.
El 'Fideo' te coge el balón y recorre 50 metros y parece que vuela. Los jugadores desequilibrantes son los que marcan las diferencias.


Benzema
Está progresando mucho y está mucho más integrado y participativo. Luego la calidad que tiene, la inteligencia dentro del área y la capacidad de definición le hacen ser un delantero de los mejores del mundo.


Granero
El ¡Pirata' es un fenómeno. Le tengo mucho aprecio porque nos llevamos muy bien. Dentro del campo interpreta muy bien el fútbol. Es futbolista de los que hace todo bien. Sabe leer el juego, se asocia bien y seguro que será un jugador importante.


¿Cómo le gustaría ser recordado cuando deje el fútbol?
Como un futbolista que ha tenido una buena actitud dentro del campo y que ha sido respetuoso.

1 comentario:

  1. Xabi *0* todas sus respuestas me encantaron!
    me gusto saber un poquito mas de el como persona, ame cuando hablo de Mesut, DiMa, Benz y el Pirata... Xabi es una persona muy linda :)

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