viernes, 8 de abril de 2011

'RealMarcelo'


Wyclef Jean con Akon, una de las canciones favoritas de Marcelo…
Tengo muchas canciones pero esa se la dedico a mi mujer que es un dulce para mí.

Esta es una de las melodías que más baila en Valdebebas. Usted siempre lleva el ritmo antes, durante y después del entrenamiento. Es su manera de ser, feliz, música, alegría…
Desde niño, con dificultades y sin dificultades, he aprendido que en la vida tienes que ser feliz o al menos intentarlo. Siempre he sido así en mi vida e intento llevar eso al vestuario y a cada partido. La alegría te hace ver mejor las cosas de la vida. Siempre he trabajado y cuando he conseguido las cosas, lo he valorado bastante. 

No sé si será el mejor jugador del Real Madrid, pero estoy seguro que es el que mejor baila. Ni Cristiano, ni Casillas…
Ellos lo intentan pero los brasileños tienen algo con el baile. Se bailar normal y con cualquier tipo de música te pones a bailar y te sale bien.

¿La música es muy importante en la vida de Marcelo?
De mi casa al entrenamiento hay diez minutos y tengo que ir escuchando música.

Y las videoconsolas, porque Pepe y usted tienen un pique espectacular…
Yo más con los videos y la música de internet y Pepe con la consola. Él es mejor con los videojuegos.


Cuando la gente me pregunta por Marcelo suelo decir: siempre será un adulto con alma de niño…
Un niño que ha aprendido mucho en la vida, tanto con las derrotas como las victorias. Me pueden ver como un niño porque estoy siempre feliz y alegre. Ayudo en el vestuario y me ayuda también en mi vida.

Hábleme del Marcelo pequeño, ese que creció en el barrio de Catete de Rio de Janeiro…
Era normal. Siempre feliz y jugando fútbol en la calle, al futbol sala y yendo a la playa. Ahí conocí a mi novia y ahora mi mujer. Allí tengo a todos los amigos y me lo pasaba fenomenal.

¿En qué momento aparece su novia, la que es ahora su mujer, Clarisa, a la que ha dedicado la primera canción del programa, en la vida de Marcelo?
Éramos amigos de la misma pandilla. Conocía a su hermano y luego nos hicimos novios. Más tarde vino a vivir aquí conmigo. Luego nos casamos, aunque ya nos sentíamos casados antes.

¿Lo ha pasado mal en la vida?
¿Mal? Un poco. Creo que toda la gente lo pasa mal en la vida en algún momento, pero no me quejo de nada. Mis familiares siempre han hecho todo por mí y nunca me ha faltado nada. Lo he pasado mal alguna vez, pero nada importante.

¿Cómo era el grupo de amigos de Marcelo de niño en Catete?, ¿Qué es de ellos?
Tengo muchos amigos. Hay algunos con los que he perdido el contacto porque se han ido a vivir a otro lado o por el trabajo. Éramos siete u ocho. Ahora tengo contacto con casi todos. Unos trabajan, otros estudian…

¿Cómo es Catete, el barrio donde creció Marcelo?
Hay playa y favelas. Entre medias hay como previos y ahí es donde vivo yo. Nací conociendo los dos lados. Catete es así. Una calle muy grande y todo alrededor. Nací allí y mis amigos y mi familia están allí.

¿Es difícil ser niño en Rio de Janeiro?
Para mí no ha sido difícil porque siempre he estado con mis amigos y con mi familia. Jugando al fútbol, yendo a la playa y haciendo todo lo que podía hacer.Claro que hay mucha pobreza, pero la vida en Brasil es así. Hay que estudiar o intentar buscar un trabajo fijo para ayudar a tus familiares. Tienes que buscarte la vida.

En algún determinado momento usted se ha llevado algún que otro susto volviendo de jugar de la playa cuando era de noche, en un famoso túnel… ¿Cuéntenos eso?
Me robaron el reloj en un túnel. Teníamos un equipo para jugar todos los martes y había un túnel siempre abierto, pero de noche era peligroso. Ese día cuando entramos en el túnel había una puerta cerrada y un chico dentro. Me preguntó si conocía a un chico. Yo estaba muy nervioso y empecé a llorar. Me pidió el reloj y se lo tuve que dar.


Su padre bombero y su madre profesora. No le decía: “Marcelo, tienes que estudiar"
Siempre. En mi familia mi madre y mi abuela me decían: “hay que estudiar, hay que estudiar”, y yo decía: “sí, voy”. Mi abuelo me decía: “hay que estudiar pero jugar al fútbol también”. Siempre me dijo que estudiara, pero por el fútbol no podía hacer las dos cosas, aunque hay que intentarlo.

Su abuelo, Don Pedro, es una institución para Marcelo y es la persona que le ha enseñado el camino para llegar donde está ahora…
Seguro. A mi familia le debo todo porque siempre ha estado conmigo, pero mi abuelo siempre ha sido… si estoy mal él me decía que era el mejor del partido y siempre me pone por las nubes. Desde niño, siempre a mi lado, dándome fuerza. 

Era él el que le acompañaba a los entrenamientos, incluso trabajaba en dos o tres trabajos para sacar dinero y que usted pudiera ir a los entrenamientos. ¿Cómo es Don Pedro?
Antes trabajaba de conductor, de chófer en un banco en Brasil y luego en una oficina, pero como yo gastaba mucho para ir a jugar al Fluminense, que estaba lejos, él tuvo que buscar un trabajo más. 
Tenía que pagar 13 reales por día y eso en Brasil es mucho.

Me han contado una anécdota muy bonita. Un día Don Pedro no tenía dinero para que usted fuera a entrenar y le dijo; “solo tengo estas monedas”. ¿Qué sucedió?
Tenía una moneda de un real y había unas tragaperras en un bar. No teníamos dinero ese día para ir a entrenar. Él pagaba el billete pero yo no, porque era pequeño. Me acuerdo hasta hoy. Era una maquina de países. Puse la moneda en Croacia y ganamos 25 reales. Ese día comí hamburguesa.

Quizás sea él el que más ha apostado por que jugase al fútbol. Es como sí él supiera que Marcelo iba a llegar a ser jugador de fútbol…
Cuando empecé a jugar al fútbol once en Fluminense no era un equipo muy fuerte. Yo quería estar en el fútbol sala. A él si le hacía mucha ilusión y eso ha sido muy bueno para mí.

Entró a los 13 años en Fluminense, ¿a qué edad se dio cuenta Marcelo de que podía ser futbolista?
Para mí llegó cuando jugué el primer partido oficial con el Fluminense, pero para mi abuelo desde que tenía cinco años era el mejor.


¿Recuerda el primer sueldo que tuvo como futbolista?
Estaba en el juvenil del Fluminense, eran 100 reales. Ese sueldo se lo di todo a mi abuelo, que lo hacía todo por mí. Yo no quería saber de dinero, sólo quería estar con mis amigos, bromear, jugar al fútbol… aunque al final me daba algo.

¿Qué recuerda de su debut con el Fluminense?
Hice un gol en mi primer partido, que le dediqué a mi mujer y a mi familia. Lo celebre haciendo una C con la mano, porque Clarisa siempre estaba conmigo.

¿Qué culpa tiene Clarisa de que haya llegado a dedicarse al fútbol?
Mucha, porque ella no es sólo mi mujer, también es mi amiga, quien me ayuda y está a mi lado. La madre de mi lindo hijo. Al igual que con mi abuelo, jamás podré agradecerle todo lo que ha hecho por mí.

Una de sus debilidades son las tres perras que tiene en casa...
Sí, cuando llego a casa, esté lloviendo o haga sol, esté triste o feliz, ellas siempre están conmigo.

¿Es verdad que Marcelo alguna vez está triste?
Hay días malos, por ejemplo cuando el equipo pierde y no puedes ayudar todo lo que quieres a tus compañeros. Yo intento siempre estar feliz y llevar alegría, pero en la vida a veces toca estar triste. Antes me callaba mucho cuando me encontraba mal, pero ahora mis perritas y mi mujer me escuchan.

Caio también es una persona importante en su vida…
Es mi cuñado, mi primo… lo es todo. Me ayuda todos los días, nos conocemos desde pequeños y sé que siempre puedo contar con él, sea la hora que sea, es otra persona a la que debo mucho. 


Un momento clave en la vida de Marcelo fue el 2006 cuando el Real Madrid entró en su vida, ¿cómo le comunicaron que estaban interesados en usted?
Después de debutar con la selección brasileña y marcar un gol, había muchos equipos interesados en mí. El CSKA de Moscú, el Sevilla, la Juventus… muchas propuestas. Hablaba con mi agente y yo le pedía el Real Madrid. Pero el Fluminense tenía un acuerdo, que desconocía, con el Sevilla en el que sólo faltaba mi firma. Cuando llegué aquí y sellé el contrato sentí un gran alivio y cumplí un sueño. Llamé a mi mujer y pensé que ahora tocaba estar tranquilo y trabajar.

¿Qué significa para Marcelo ser jugador del Real Madrid?
Cuando preguntas a los niños de cualquier lugar del mundo donde quieren jugar, todos dicen el Real Madrid. Yo y mis amigos éramos iguales. Este club es muy grande, no sólo en el aspecto deportivo sino porque también hace otras cosas como ayudar a los niños que lo necesitan.


¿Qué le ha aportado el Madrid en su crecimiento personal?
El tiempo enseña muchas cosas. Cuando llegué casi no jugaba, no estaba convocado para el partido… pero compartir el vestuario con los mejores del mundo hace que aprendas seguro.

¿Cómo se imagina su futuro en el club, le gustaría retirarse del fútbol europeo en el Real Madrid?
Seguro, desde que llegué con mi familia nos han tratado muy bien. La ciudad es magnífica. Quiero triunfar aquí, ganar títulos y si pudiera retirarme en el Madrid sería un honor.

Usted es una debilidad de Florentino Pérez, que asegura que terminará siendo el mejor lateral izquierdo del mundo...
Agradezco sus palabras, pero tengo que trabajar y luchar por ser el mejor, no sólo del club sino del mundo. Aún debo mejorar muchas cosas.

Pepe y Cristiano son sus mejores amigos en la plantilla ¿cómo son en lo personal?
La gente que les critica no les conoce, no les ven en el día a día. Pepe y Cristiano son como hermanos para mí en el club. Siempre están alegres lo pasamos muy bien juntos.

Casillas también tiene predilección por usted, le trata como a un hermano pequeño y sobre el campo incluso le grita...
Le tengo mucho respeto, hablamos y discutimos por el bien del equipo. Iker no es el típico capitán serio, es un hermano que ayuda al equipo, está siempre de buen humor y es un ídolo para el madridismo. El otro capitán es Sergio Ramos, que pese a ser joven tiene mucha experiencia, sus palabras en el vestuario valen mucho.

El vestuario del Real Madrid tiene un gran ambiente, perfectamente integrado en sus 24 componentes...
Todos hablamos entre nosotros y eso nos ayuda dentro del campo. Si tenemos una discusión sobre el césped después del partido se pasa y eso es debido al buen ambiente.

Llega el momento de la verdad para la plantilla
Llevamos trabajando duro desde el principio de la temporada para alcanzar este momento. Estamos bien y con confianza, debemos que ir con humildad en este mes tan complicado. Queremos y tenemos que ganar.

Mourinho se ha descubierto ante usted y todas sus palabras son de elogio, de ejemplo de profesionalidad, etc.
Es el mejor entrenador del mundo y que te quiera en su equipo es muy bueno para cualquier jugador. Siempre quiero ayudar al equipo y, gracias al técnico, he mejorado bastante mi agresividad y tácticamente.

Maradona dijo que por detrás de Cristiano y Messi, Marcelo es el jugador de la Liga...
Son unas palabras muy importantes de uno de los mejores jugadores del mundo. Me puso muy contento que hablara así de mí.


El Bernabéu es un estadio muy duro, pero desde las gradas ya corean su nombre, esto tiene que llenarle de orgullo...
Al principio me pitaron alguna vez, pero comprendí que era porque hacía algo mal. He trabajado y mejorado, y alguna vez he escuchado coreado mi nombre. Es una sensación muy buena que te ayuda y motiva para ganar.

El Bernabéu estuvo impresionante ante el Tottenham, empujando, animando ¿lo comentó la plantilla en el vestuario?
Antes de comenzar el partido ya estaban apoyando al Real Madrid, y eso ya se siente desde el calentamiento. El empujón que nos dieron nos ayudó bastante en el partido. Hemos visto en estos dos partidos de Champions que la afición tiene que empujar y ayudar, porque cuando sentimos el calor de la grada es una maravilla. Si el equipo está bien y la afición apoyando, las cosas siempre van a salir bien.

A pesar del 4-0 no hay que fiarse...
Nunca, el resultado nos va ayudar, pero hay que decidir la eliminatoria en Londres. Tenemos que estar tranquilos y jugar para ganar, porque el Madrid siempre tiene que ir a por la victoria.

Llegados a este punto no se puede escapar la Copa de Europa
Pienso partido a partido, pero es verdad que esta Champions está siendo especial. Hacía tiempo que no pasábamos de octavos y ahora estamos bien para llegar a semifinales. Tenemos que estar fuertes, unidos y con muchas ganas. Es difícil pero creo que podemos.

Aunque mucha gente crea que la Liga está decidida, el vestuario del Madrid todavía no la ha tirado
Yo siempre voy hasta el final, como nos canta el público del Bernabéu, mientras haya opciones matemáticas iré a muerte.

Ahora toca el Athletic en San Mamés...
Es un partidazo. Tenemos que olvidar la Champions y pensar en la Liga. Es un encuentro muy difícil aunque ya hemos ganado en el pasado. 

En este momento clave de la temporada ¿qué les dice a sus compañeros en el vestuario?
No me dirijo mucho a la plantilla como capitán, pero siempre intento ayudar. Quiero motivar y transmitir alegría. Antes del partido contra el Tottenham, me fije en la cara de los jugadores y vi unas sensaciones muy buenas.

¿Cuáles son los hobbys de Marcelo?
Jugar con mis perras, con mi hijo, ir al cine, pasear por Madrid, comer. Una vez, en una concentración con el Fluminense, gastamos una broma y pedimos pizzas al nombre de otro jugador, que luego le castigaron mandándole a casa.

¿Cómo es el Marcelo en la intimidad?
Me gusta estar con mis amigos y mi familia. Como padre, mi hijo todavía es muy pequeño y con él sólo puedo bromear. En la cocina, de momento sólo hago huevos revueltos, ya que normalmente como en el club.
 
¿Qué siente cuando pasa por la Cibeles?
Ya he ido dos veces y la imagen de Raúl poniéndole la bufanda no puedo quitármela de la cabeza. Cada vez que voy a la Gran Vía pasó por delante y me encanta, me entran ganas de jugar para ganar títulos. Es difícil, pero ojala este año podamos subir a la Cibeles.

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